MÚSICA
The Cult se presentó ante una Trastienda repleta y terminó encantada con su público.
The Cult no es una gran banda, pero vaya si lo consiguen disimular con un rock pavloviano que se aprovechó de todos los clisés del género y de media docena de buenas canciones para alegrarle la noche a un montonazo de cuarentones que disfrutábamos de una salida inolvidable y como en los viejos tiempos. Los Cult no prometen más que eso y lo dan con creces.
La banda —que es básicamente el cantante Ian Astbury y el guitarrista Billy Duffy— es la clase obrera del rock. Aunque su edad de oro pasó hace más de 25 años, se han mantenido en el negocio a fuerza de entregar shows como el del lunes: no dieron respiro y terminaron encantados con un público que celebró el cierre con “Love Removal Machine” con un pogo como si fuera quinceañero y los 80 nunca hubieran terminado.
Los ingredientes estuvieron todos y aunque hubiera estado bueno escuchar “Revolution”, de sus primeros temas exitosos, allí estuvieron “She Sells Sanctuary”, “Nirvana”, “Fire”, “New York City”, “Lil Devil”, “Rain” y “Sweet Soul Sister” en versiones potentes (¡cómo sonaba la guitarra de Duffy!) y respetuosas del coro de la audiencia.
Lo mejor de un recital es cuando el amor es correspondido. “Es el mejor show de la gira”, dijo Astbury abrazado a Duffy. La gente lo agradeció con un aullido de aprobación. Ambas partes habían entregado todo y así es como se hace una fiesta.
The Cult [****]
Dónde: La Trastienda. Cuándo: 25 de septiembre.