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Fabiana Cantilo: "No me di cuenta que estaba luchando sola en un mundo de machismo"

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Fabiana Cantilo. Foto: Difusión

Entrevista

La cantante argentina vuelve a La Trastienda el 13 de julio, y adelantará temas de su nuevo disco

Hace mucho frío y Fabiana Cantilo tiene “fiaca”. Terminó de desayunar, quedaron algunas migas en la cama, y está mentalizándose para la jornada siguiente, en la que le toca retomar todas sus responsabilidades. Cuando puede, Cantilo se da una tregua y se resguarda del mundo, cuenta del otro lado del teléfono, en una charla en la que intercala su risa estruendosa con constantes invitaciones a la gente. Invita al lector a que escuche sus discos, a que se arme su propia religión, a que indague sobre la proporción áurea y la afinación en 432 hz, y antes de despedirse dice que “no hay que venderle más familias Ingalls” a nadie, porque la gente necesita la verdad. Cierra con un “¡Aguanten las mujeres!”, ella, la reina del rock argentino.

Cantilo vuelve a La Trastienda el 13 de julio (entradas en Abitab), para adelantar temas de su próximo disco, Cuna de piedra, y repasar sus éxitos. “Este me parece un disco bisagra”, dice de lo que viene. “Como fue ¿De qué se ríen?, con el que tuve muchísimos problemas porque se me pusieron en contra todos. Y es excelente el disco, por supuesto. Después me avivé que había mucho machismo; yo soy medio caída del catre con todo eso, ¿viste?”.

—¿A quiénes te referís con “todos”?

—Todos hombres: los periodistas, los de la disquera, porque me pusieron un productor y lo eché porque no me gustaba, y decidí hacer el disco con Ulises Butrón. Y el dueño… No voy a mandar al frente porque no es lo que tengo que hacer, según mi propia religión, que es entre el budismo, el hinduismo y la palabra de Jesús, todo eso mezclado con la recuperación (se ríe). ¡Todo el mundo tiene que hacer su propia religión! Entonces cuando salió ese disco, los de la compañía me pusieron a toda la prensa en contra.

—Has dicho que te importa hacer el bien, y que en tu caso, tiene que ver con dar música. ¿Cambia la misión cuando el contexto es como el de hoy, cuando Argentina está tan mal?

—No sé, porque crisis es igual a oportunidad. Y la Argentina y todo el mundo está mal, y el mundo está dominado por grandes familias, entonces yo no me meto en política ni que me peguen un tiro, porque no creo en eso. Pero creo que hay que remitirse a la historia personal y ver qué hay para mejorar en mí, porque afuera no puedo hacer nada: está todo corrupto, desastroso. Entonces hay que mirar el corazón propio, para después poder iluminar. Qué sé yo, yo creo que es toda una fucking propaganda que nos venden, y que está todo digitado para que todo vaya hacia la oscuridad.

—Hay gente que está pasando muy mal.

—Siempre. Mi país está mal desde que nací, nunca escuché a nadie decir que estaba bien este lugar, ¿entendés? Nos quieren hacer creer que es un país de mierda, cuando es un país increíble, y se robaron todo. Pero no de acá, ¡de afuera! Entonces escapa a mí, entender qué es lo que hay que hacer. Yo lo único que puedo hacer es dar música, y no fijarme en lo malo porque no lo puedo arreglar. Porque en mi época se trató de arreglar y los mataron a todos. Yo egresé en 1976 del colegio, en pleno proceso, y lo viví: no sirvió ese tipo de rebelión. Entonces me voy para otro lado, re hippie: paz y amor.

"Mi país está mal desde que nací, nunca escuché a nadie decir que estaba bien este lugar, ¿entendés?"

Fabiana CantiloMúsica

—Hay otro tipo de rebelión en Argentina hoy, que tiene que ver con el feminismo, y con una lucha por ciertos derechos con la que las artistas se comprometieron un montón. ¿Cómo mirás todo eso?

—Fascinada, agradecida y militando el proceso. Yo no estoy tan metida en la campaña por la legalización del aborto, que por supuesto estoy de acuerdo, pero estoy en la campaña de Celsa Mel Gowland, ayudé a que se aprobara la ley de cupo femenino (en los escenarios), porque nos han dejado siempre de lado. Y me han dicho que siempre fui una luchadora de las mujeres sólo existiendo. No me daba cuenta que estaba luchando sola en un mundo de machismo. Me asumo como caída del catre, porque estuve luchando sin darme cuenta. Ahora venimos reloaded.

—Pero con Superamor y Proyecto 33 se cambió la mirada sobre tu obra, que en parte, para mí, responde a este momento social. Porque antes te movías en el mismo círculo que los capos del rock argentino, y mientras a ellos se los alababa, vos eras “la loca”.

—Está muy bien. Pero también hay que hacerse cargo de lo que uno hizo, ¿viste?

—Buenas canciones siempre hiciste.

—Sí, es así. Pero en el caso de mi convivencia con Fito, por ejemplo, a nosotros nos llamó Charly y nos hizo pum para arriba. Y cuando fuimos a vivir juntos, yo estaba reloca, consumiendo, y él no. Entonces hay que hacerse cargo de lo que hizo uno. Yo me hago cargo de que me puse en un lugar de pérdida, y me gasté toda la plata que hice, viviendo. Y sí, hay un machismo que lo viví en los noventa, me acuerdo. Porque en los ochenta había un movimiento con mucha mujer. Pero en los noventa nos empezaron a dar con un caño, y hubo una cosa de: “me hago el moderno”, y me hacían mierda porque yo pertenecía a los ochenta. ¡Andá a cagar! Con ¿De qué se ríen? y las críticas, se juntó el enojo de esos señores importantes a los que no les hice caso, que no lo pudieron soportar y entonces le pagaron a la prensa. Eso pasó, y yo ahora lo puedo denunciar, pero en ese momento no sabía qué carajo hacer. Ahora me siento acompañada y agradezco a estas mujeres que se han levantado; agradezco a las de antes, a las de ahora y a las que vendrán. ¿Y sabés qué? El movimiento machista era mucho más de los periodistas que de los músicos. Aunque a los músicos les encantaba que les doraran la píldora; no decían: “Che, las mujeres…”.

—En eso, se está notando la transformación del paradigma generacional.

—Sí, hay una nueva generación de los 25 a los 35, que de golpe me ama y nadie sabe por qué. Genial, me volvió, y me volvió porque hay una ley del universo de que tenés que cuidar tu cuerpo. Hay libre albedrío, lo único que no se puede elegir es —para mí— el horario de la muerte. Y drogarse es matarse. Entonces yo estaba en el camino equivocado, y de golpe me empecé a cuidar. Y estoy cada vez más lúcida en ese sentido. Ya sé que parezco una pelotuda, pero es paz y amor. Que no está sucediendo (se ríe).

—Decís que nadie sabe por qué te aman, pero siempre has tenido una cosa muy punk que cautiva a los jóvenes.

—Sí, ¡me encanta! No me importa nada. Muy punk. Yo en un momento me mandé muchas cagadas, puteé a mucha gente, y mi mánager me decía: “Fabiana, te hiciste una imagen tremenda con los productores; te tienen miedo”. Entonces tuve que reconstruir todo. Y me avivé que en Instagram, si hacés historias de tu vida, tenés más seguidores. Pero yo no quiero fama: yo quiero que vengan a verme, tener plata para vivir. Y bueno, flaca —me lo digo a mí—: si sos famosa, bancate la pelusa. Me estoy haciendo de nuevo yo, solita, y es un despertar muy loco, porque tengo un montón de años. Entonces acá estoy, agradeciendo lo que hay, porque todo eso me ayuda a entender qué carajos hago acá.

—¿Y te lo preguntás mucho eso?

—Todo el tiempo. Soy una pisciana buscadora depresiva, aunque no lo creas (se ríe).

Avance

“Cuna de piedra”, el nuevo disco de Cantilo

El sábado 13 de julio, Fabiana Cantilo mostrará, en La Trastienda, un par de temas de su nuevo disco, Cuna de piedra, que saldrá en algunas semanas. Es un disco de “11 canciones muy hermosas mías, que tienen arreglos celtas, porque estoy bajando una info celta”, cuenta a El País. De ahí que la instrumentación tenga que ver con gaitas, violines y arpas, por ejemplo. A su vez, todo estará afinado en 432 hz, “que tiene que ver con una nueva forma de comunicar la música, con la afinación perfecta”. “El 432 tiene más que ver con el corazón, con el amor, que es lo que uno viene a hacer desde el lado de la música. Ya que estamos acá y hemos pasado tantas tormentas, hay que hacer el bien. Porque la verdad es que he resistido a todo; como me dijo el otro día mi psiquiatra, soy una resiliente. Y después de zafar de todo, te convertís en un servidor”, explica la cantante.

En cuanto al nombre y el diseño del disco, Cantilo cuenta que “soy Luna en Capricornio, y el modismo que se usa para describirlo es “cuna de piedra”, porque los que hemos nacido bajo esa luna, hemos tenido una infancia dura. E investigando, la foto de ‘cuna de piedra’ es una mujer rubia con unos cuernos de madera. ¡Es una celta, de acá a la China!”.

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