Al otro día de haber arrasado en los Premios Graffiti es casi imposible ubicarlo. No porque se sienta una estrella o porque no tenga ganas de hablar: Riki Musso, el flamante ganador de cinco codiciados premios de la música por su disco ¡Formidable!, se quedó sin batería en el celular.

—¿Te llamó mucha gente? ¿Hubo mucha repercusión por estos premios?

—No, porque se me murió el teléfono enseguida (se ríe).

—¿Cómo estás? ¿Estás contento, sorprendido?

—Bien. Estoy contento, y estoy a la espera de recoger los frutos de todo esto. Que esto redunde en actuaciones, que es el principal cometido que tiene toda banda.

—En la ceremonia hiciste hincapié en que tenés una banda atrás, sobre todo cuando te entregaron el premio a Solista Masculino del Año.

—Sí, claro. La banda ya tiene un año; el 21 de septiembre cumplimos un año de la primera actuación que fue en el Antel Fest de San José. Así que ya rodó bastante, está como para salir a tocar en cualquier lado. Se fogueó en lugares grandes como el Velódromo y en Luna Park con La Vela, y ahora estamos tratando de armar algo más chiquito como para poder llevar a boliches y lugares más chicos. Y poder tocar en más lados, porque los lugares grandes escasean.

—Parte del público consideró que los Graffiti fueron predecibles, pero a mí me sorprendió bastante que cinco premios te los llevaras vos.

—Sí, no sé, capaz justo el jurado de ahora tenía un sentimiento en plan: no queremos más de lo mismo. No sé, puede haber pasado eso. También son bandas grandes que están tocando mucho y no pueden dedicarle mucho tiempo a hacer un disco. Capaz que muchos de esos discos son por cumplir contrato. Yo estaba dedicado nada más que a hacer un disco durante el Mundial, imaginate. Les corrí con ventaja porque tenía todo el tiempo del mundo.

—Igual imagino que debés sentirlo como una recompensa a un trabajo que hiciste prácticamente solo.

—Sí, lo hice en la intimidad de mi habitación, como decía Charles Atlas, y después con la ayuda de Leonardo Baroncini en baterías. Pero igual el disco estaba grabado con baterías y todo, pero cuando me mandó la primera batería (porque él vive en Estados Unidos, me la mandó por WeTransfer) me gustó que estuviera grabada por un ser humano y tuve que esperar todas las baterías. Demoró como un mes más el disco después que estaba pronto, pero valió la pena, realmente quedó bárbaro.

—En la ceremonia dijiste: "más que un error, esto es un bochorno", y manifestaste particular sorpresa por el premio como compositor.

—Claro, porque yo como que compongo de casualidad; voy haciendo un collage que lo voy dejando ahí si me gusta, y si no, no lo dejo. Pero no me siento a componer. Aunque bueno, es otra forma de componer. La sorpresa es que lo consideren, porque son obras muy abstractas. No se puede saber qué dicen las letras porque no hay una historia, no hay nada, es como arte abstracto. Entonces está interesante que le hayan dado pelota a algo tan extraño.

—¿Te importan estos reconocimientos, o si no pasaba nada era lo mismo para vos?

—Estar nominado está bueno, y sacar alguno siempre suma para la hora de salir a tocar. Generalmente los que mandan a organizar un festival, las intendencias, no tienen mucha idea de qué es lo que está sonando y a partir de esto enseguida te ubican. Y como reconocimiento también está buenísimo. ¿Cómo es? Acariciando el ego.

—O sea que la idea es que estos premios te sirvan para llegar a más lugares del interior y para tocar más.

—Tocar más, esa es la idea.

¿Tenés alguna fecha ya? 

—No, ¿viste? (Se ríe). O sea, con que me salga una actuación ya estoy tocando más.

Riki MussoBELÉN FOURMENT