CELEBRACIÓN

Este 13 de julio se celebra, como cada año, el Día Mundial del Rock, una fecha conmemorativa que se debe a un concierto inolvidable, el masivo Live Aid, que se realizó el 13 de julio de 1985.

El Live Aid fue un megaevento musical que tuvo como fin recaudar fondos para los países de África Oriental, y que se desarrolló en forma de dos conciertos simultáneos y transatlánticos, realizados el mismo día y al mismo tiempo en el Estadio Wembley de Londres y en el John F. Kennedy Stadium de Filadelfia, Estados Unidos.

Creado y diseñado por el músico y activista Bob Geldof, fundador de la organización Band Aid Trust, el festival reunió a artistas como Queen, que ofreció un show memorable que es parte importante de lo retratado en la película Bohemian Rhapsody; U2, Dire Straits, Black Sabbath, Led Zeppelin, Judas Priest, The Who y cantantes como Mick Jagger, Tina Turner, Eric Clapton y Paul McCartney.

También estuvo Phil Collins, el único que participó de manera doble, es decir, en las dos sedes. Primero tocó en Wembley como solista y fue el baterista de Clapton, y luego viajó a Nueva York y de ahí a Filadelfia, donde se presentó otra vez como solista, y como baterista de Led Zeppelin, que se reunió para la ocasión y ya había perdido a su propio batero, John Bonham, había fallecido en 1980.

El Live Aid coincidió con uno de los puntos más altos de la historia del rock, un momento de masividad, éxito, ventas y mucha popularidad como género musical y como cultura, como movida que trascendía barreras generacionales y físicas.

Fue transmitido vía satélite en más de 72 países y se calcula que lo vieron alrededor de 3.000 millones de personas alrededor del mundo. Recaudó más de 100 millones de dólares y además de dejar actuaciones memorables, instaló para siempre esta celebración: la del Día Mundial del Rock.