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"No desprecio ninguna música"

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"Cuando uno va a entrar en un género tan transitado, es fácil meter la pata", dijo. Foto: M. Bonjour.

El guitarrista de tango que tocará con Gabriel Peluffo y Christian Cary, charló con El País.

Hace pocos meses editó La guitarra del tango, un CD y DVD de su actuación en el ciclo Autores en Vivo de Agadu. En abril cumplirá 64 años de edad, o sea 50 años de tocar la guitarra. Empezó "de la nada", prestándole atención a lo que hacía su papá, cantante de milongas, cifras y otras melodías ahora en desuso, cuando tenía solamente 14 años.

Cuatro años después era parte de la banda que, de impecable traje y corbata (y siempre de pie) acompañaba a Alfredo Zitarrosa, una de las figuras más relevantes de la música popular de América Latina. Hasta hoy, Julio Cobelli es "la guitarra de Zitarrosa". Sin embargo, desde 1970 a esta parte ha trabajado con incontables artistas, entre los que resaltan Roberto Grela, María Graña y el mismísimo Polaco Goyeneche; y es un invitado recurrente de los músicos locales, desde Laura Canoura a Chole Gianotti.

"He acompañado a todo el mundo, he viajado por muchas partes, he grabado con todos. Y yo todavía me acuerdo de las cosas que me decía mi papá; te inculcaban aquello del respeto", cuenta Cobelli en diálogo con El País.

El 10 de marzo participará del homenaje que se realizará en el Centenario a Zitarrosa (ver recuadro), pero pocos días después, el sábado 19, conectará a dos géneros musicales en un particular show que dará en la Sala Zitarrosa (ver recuadro). Cobelli se juntará con Gabriel Peluffo y Christian Cary, con quienes hay "un respeto personal y musical", y, aunque se acercará un poco al rock, lo que hará será llevar a dos rockeros al tango.

Es un hombre con códigos de antes, que pone ante todo la humildad y el respeto, no sólo por los demás sino por la música que hace. Por eso asegura que nunca se meterá con un estilo que no domina: él es de tango y de folclore.

—¿Está vinculado al rock?

—Antes no estaba esa unión entre géneros distintos: el tango estaba acá, el rock allá, la cumbia en otro lado. Pero con los años se unifica un poco el vínculo y los gustos. Yo tuve la apertura que otros guitarristas de aquella época no tuvieron, de darle clases a muchachos jóvenes como Guzmán (Mendaro), Polly (Rodríguez) o Nicolás Ibarburu. Un día Guzmán me llamó para grabar un tema en el disco de Hereford Ruido, "Amigos al final". Lo presentaron en el Cine Plaza, y con Guzmán tocábamos "La Cumparsita"; había un montón de chiquilines y me dieron una bienvenida bárbara. Después he grabado con Chole y con la gente de El Congo.

—¿Y qué le aporta esa mezcla?

—El aporte musical no es igual, porque lo que se toca en el rock es difícil incorporarlo al tango; son cosas muy distintas. Pero el aporte es el acercarnos con gente más joven, que está en un rubro más masivo, y que te brinda conocimiento y respeto.

—¿Qué significa compartir escenario con alumnos?

—Es bárbaro. Cuando cumplí los 30 años en la música hice un espectáculo en Agadu y fue Guzmán a tocar conmigo, y también un odontólogo que aprendía tango conmigo. Es de lo más reconfortante; lo hacen porque les gusta y te hacen caso. Como yo les digo: esto se trata de repetir y de hacer caso. Es un género que hay que abordarlo y conocerlo, y los muchachos lo hacen con respeto, cariño y entrega. Es lo que uno les puede pasar para que ellos también se lo pasen a otra gente; fijate que de los guitarristas de tango yo soy de los más jóvenes, y voy a cumplir 64.

—¿Y sigue aprendiendo?

—Siempre estás aprendiendo. Tuve la suerte de grabar con Roberto Grela en 1982, y en un momento el maestro me dice: "dígame, pibe, ¿usted cuánto hace que toca?". Y yo le dije: "Más o menos 15 años". Me dice: "Mire, yo toco desde 1929, y todavía estoy aprendiendo". Cuando alguien te dice eso vos decís: qué largo es esto.

—¿Hay falta de respeto en los participantes de la escena de tango actual? ¿Hay atrevidos?

—Bueno, en todas las cosas debe pasar. Yo no soy ningún purista del tango, pero creo que cuando uno va a entrar a un género tan serio y transitado como el tango, tiene que estar más cerca de la verdad, sino es fácil meter la pata. Hay un poco de todo, pero uno no puede perder la humildad. Hay cantantes jóvenes que cantan muy liviano el tango, porque tenés que leer la letra no como una receta de cocina, con todo respeto. Antes había una rigurosidad musical que hoy ya no, y eso tiene que ver con hacer caso, respetar, llegar en hora...

Si no puede ver el video, haga click aquí.
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—¿Por qué se quedó con el tango y no con otro género?

—Yo empecé con mi papá con la parte folclórica. Mi papá no cantaba tangos, de vez en cuando tocábamos uno entre nosotros, "El Choclo", cosas así. En aquella época había en Montevideo muchas peñas donde se cantaba folclore y tango, y te empezás a vincular y a acompañar a uno y otro. Se hace un círculo; te empiezan a conocer y a tomarte confianza. Me fui metiendo en eso y me encantó, aún sabiendo que económicamente no es lo más rentable. Pero yo prefiero morir con las cosas mejores (se ríe) o las que me gustan, sabiendo que el tango o el folclore son cosas serias y voy a tratar de hacerlas de la mejor manera. Y de tanto tocar con Zitarrosa te queda un sonido también; cuando toco algo de la parte folclórica me voy para ese lado, lo tengo adentro. Pero no desprecio ninguna música: me muevo en esto.

—¿Zitarrosa fue el mejor cantante que le tocó acompañar?

—Zitarrosa fue y es un gran cantante, y buen compositor. Creó un estilo inigualable. Yo tenía 12 o 13 años y con mis padres escuchábamos una radio que lo pasaba a él. Escuchábamos esa voz grave y te imaginabas que era un hombre alto, flaco, no sabías cómo era. Y a los 18 años estaba tocando con Zitarrosa. Fue una cosa muy fuerte; yo empecé (a tocar) a los 14, o sea que en cuatro años había recorrido un camino rapidísimo. Sin dudas fue el cantor que me dio el espaldarazo; por tocar con él te conocía muchísima gente. ¡Hasta el día de hoy! Mirá que he acompañado a muchísima gente, a Goyeneche, a María Graña, a León Gieco. Pero te dicen: "Ah, ¡usted tocaba con Zitarrosa!". Él era completo: componía música, letra y daba la idea de los arreglos. Es un referente total para mí.

—¿Tiene algo pendiente como músico, como artista?

—Creo que van a ir apareciendo algunas cosas para hacer, siempre hay. A veces te sorprendés... Hace pocos días estuve en un festival en Punta del Este, un festival de inclusión con chicos con discapacidad que bailan, e hice siete músicas para letras que tenían que ver con ese motivo. ¿Qué estoy pensando en hacer? Seguir grabando, capaz se me va a ocurrir alguna idea distinta pero que tenga que ver con lo que sé hacer, porque si hay una cosa que hago es no tocar lo que no domino. Vamos a seguir tocando.

El tango y el rock, juntos en la Sala Zitarrosa.

El sábado 19 de marzo a las 21.00 se llevará a cabo este show, llamado Tango y Rock & Roll, en la Zitarrosa.

Julio Cobelli compartirá escenario con dos figuras del rock nacional, en un espectáculo atípico para los involucrados. Son Gabriel Peluffo, cantante de Buitres que tiene cierta experiencia con el tango (después de todo grabó "Cambalache" con Los Estómagos, y en alguna de sus letras hay cierta impronta tanguera; y el cantante y guitarrista de La Triple Nelson, Christian Cary.

El repertorio tendrá composiciones de los tres, y de otros autores. Acompañarán dos alumnos de Cobelli, Guzmán Mendaro y Polly Rodríguez (guitarristas de Francis Andreu).

Las entradas ya están en venta a través del servicio Tickantel o en boleterías de la sala, y van desde 250 a 390 pesos.

Antes: un "merecido" homenaje a Zitarrosa.

Cobelli es uno de los artistas convocados para el homenaje internacional que se realizará el 10 de marzo en el Estadio Centenario, por el 80° aniversario del nacimiento de Alfredo Zitarrosa.

"Cuando empecé a tocar con Zitarrosa Moriana tenía unos meses, y ahora tiene más de 40 años. Cuando la veo le digo: pensar que te conocí y eras chiquitita", dice Cobelli refiriéndose a la hija del músico. "El otro día nos acordábamos de la ropa, porque con él trabajábamos de traje y corbata, todos iguales, y tocábamos parados", recuerda.

Cobelli acompañará en este tributo a Soledad Pastorutti y Joan Manuel Serrat, entre otras figuras. También participará del recital Eduardo "Toto" Méndez, otro destacado guitarrista que supo tocar junto a Zitarrosa.

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"Cuando uno va a entrar en un género tan transitado, es fácil meter la pata", dijo. Foto: M. Bonjour.

Julio CobelliBELÉN FOURMENT

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