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Descubrimientos y revalorizaciones

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Ignacio Pilone, director musical del espectáculo. Foto: Leonardo Carreño.
Nota a Ignacio Pilone , director de musica uruguayo, en la Emb. de España en Mvdeo., ND 20150611, foto Leonardo Carreño - Archivo El Pais
Archivo El Pais

La zarzuela El Barbero de Sevilla de Gerónimo Giménez y Manuel Nieto fue estrenada el 5 de febrero de 1901 en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. Es considerada por los especialistas del género un sainete lírico, donde prevalece la parte hablada sobre la cantada.

La alusión a la ópera homónima de Rossini fue hecha con la intención de que el público supiera que se trataba de una parodia del mundo de los cantantes de ópera. Se reconocen fragmentos de la obra de Rossini como el Largo al factotum y Una voce poco fa en el Preludio, así como La tempestad en la romanza de La Roldán.

Siguiendo la tradición española, esta puesta incluyó la famosa aria del bajo La calumnia y el Finaletto II. La dirección musical de Ignacio Pilone fue correcta y su actuación como pianista y director del quinteto de cuerdas fue muy convincente. Hugo Blandamuro demostró como siempre su talento como director escénico, logrando una versión fluida y muy jocosa que el público disfrutó plenamente. La escenografía y el vestuario fueron sumamente austeros pero eficaces y la iluminación muy acertada. La soprano Flavia Berardi como Elena se destacó por la interpretación escénica así como por el dominio de la coloratura y los sobreagudos. La soprano Virginia Berrondo como "La Roldán" se desempeñó con soltura, y su hermosa voz brilló especialmente en la zona aguda de su registro. La mezzosoprano Lilián Cardone fue la revelación de la noche, interpretando con maestría el difícil rol de Doña Casimira, que es clave en la trama jocosa de la obra, mostrando una faceta de actriz cómica para nosotros desconocida. El barítono Álvaro Godiño como Ricardo, lució su hermosa y potente voz y se destacó también en la faz interpretativa. El bajo Gustavo Balbela como Bataglia desempeñó brillantemente su rol luciendo su caudalosa voz en La calumnia. El actor César Moreira como Don Nicolás hizo gala como siempre de sus excelentes dotes histriónicas.

El joven barítono Leonardo Polakof como Benito fue otra de las agradables sorpresas, interpretando en forma excelente el característico rol de anciano. Los tenores Eduardo Fleitas y Federico Mancini como los periodistas López y Pérez se desempeñaron correctamente, mientras que la voz del último se destacó notoriamente en el Finaletto.

Es para destacar esta nueva iniciativa de la Asociación InterArte, que con el apoyo del Sodre logró brindarnos un espectáculo que apuesta al talento de los artistas uruguayos, dándonos la oportunidad de descubrir nuevos y revalorizar a los ya consagrados.

El barbero de sevilla [****]

Autores: Gerónimo Giménez y Manuel Nieto. Dirección musical: Ignacio Pilone. Director escénico: Hugo Blandamuro. Quinteto de cuerdas: Camerata Académica de Montevideo. Escenografía y vestuario: Virginio Daglio y Lucía Silva. Iluminación: Florencia Barsanti. Elenco: Flavia Berardi, Virginia Berrondo, Lilián Cardone, Alvaro Godiño, Gustavo Balbela, César Moreira, Leonardo Polakof Eduardo Fleitas y Federico Mancini. Presentada por InterArte con el apoyo del Sodre en el Auditorio Nelly Goitiño, 21 de junio.

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Ignacio Pilone, director musical del espectáculo. Foto: Leonardo Carreño.

Crítica | Música

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