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Cyrille Aimée, una voz francesa con calidez y personalidad, llega mañana al Teatro Solís

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Cyrille Aimée. Foto: Noe Cugny.

ENTREVISTA

La cantante frances Cyrille Aimée se presentará mañana en el Teatro Solís con un recital a guitarra y voz, acompañada del brasileño Diego Figueiredo; antes, habló con El País

Cyrille Aimée. Foto: Noe Cugny.
Cyrille Aimée. Foto: Noe Cugny.

"La voz es el instrumento que todos los demás instrumentos quieren imitar”, asegura a El País la cantante francesa Cyrille Aimée. “Cuando conocí a los gitanos en mi pueblo natal, empecé a tocar guitarra como ellos; pero apenas me puse a cantar, vi que la conexión con el público era más directa”. Al escuchar sus canciones se puede confirmar la conexión a la que hace referencia: Aimée tiene una voz dulce, cálida y sus interpretaciones están llenas de matices. A su vez, conquistar al oyente cuando empieza a hacer scat -una improvisación vocal basada en palabras y sílabas sin sentido-. Si el lector se toma unos minutos para escuchar las canciones “When I Get Famous, “Laverne Walk”, “Take Me to the World” y “Just the Two of Us”, comprenderá los aspectos que definen su estilo.

Mañana a las 21.00, la cantante llegará por primera vez a Montevideo para presentarse en el Teatro Solís con un concierto organizado por el Jazz Tour. A las características nombradas anteriormente se le sumará la intimidad y la libertad que propone un recital de guitarra y voz. Es que en el escenario de la sala principal del Solís, la francesa estará acompañada del guitarrista brasileño Diego Figueiredo. “Este formato me encanta”, dice. “Me gusta tocar de manera íntima porque hay mucha más conexión y comunicación cuando solamente hay dos personas en el escenario”.

“Nos encanta tocar juntos”, asegura Aimée, quien conoció a Figueiredo en 2007, cuando ella ganó el concurso de voz en el Montreux Jazz Festival y el brasileño el de guitarra. Aquel encuentro dio paso a dos interesantes discos a dúo: Smile (2009) y Just the Two of Us (2010). En esos trabajos, ambos músicos reinventan standards de diferentes géneros. Así, “Chega de Saudade”, “A Night In Tunisia”, “Dos gardenias”, “Je Suis Seule Ce Soir” suenan con una impronta íntima marcada por un encuentro entre guitarra y voz que brinda espacios para resaltar la calidad interpretativa de ambos.

En el caso de Aimée, la cantante puede moverse con comodidad entre varios estilos gracias a una formación musical bastante versátil. “Desde que era muy chiquita siempre había música en la casa: salsa, bachata y merengue. Para mí, la música era algo para bailar. Bueno, todavía lo es”, dice. “Luego empecé a escuchar a Michael Jackson”. Además del baile, Aimée nombra a Ella Fitzgerald, Miles Davis, John Coltrane, Chet Baker, Ahmad Jamal y Oscar Peterson como sus mayores influencias. “Todo el mundo que escucho me influencia de una manera”, asegura.

Entre estos grandes nombres, la escuela gitana fue esencial en su educación musical. Aimée se crió en Samois-sur-Seine, el pueblo donde todos los años se celebra el festival Django Reinhardt, dedicado a la leyenda del gypsy-jazz. “Empecé a cantar gracias a los gitanos”, dice.

Esos elementos están presentes en “So Many People”, de Move On: The Sondheim Project, su último disco, que en varios momentos recuerda al sonido Reinhardt. Este sello también está presente en su disco de 2014, It’s a Good Day, en canciones como “Twenty-Eight”, “Love Me or Leave Me”, “Caravan” y “Nuit Balanche”.

“Vivo en Estados Unidos desde hace 12 años, pero hace poco me mudé de Nueva York a Nueva Orleans. También cambié de banda, que estaba tocando con gente desde hace cinco años. Fueron muchos cambios de repente y el proyecto de Sondheim me salvó”, explica. Con esta frase, la francesa se refiere a Move On: A Sondheim Adventure, su disco de 2018, donde versiona al compositor y letrista de musicales Stephen Sondheim. “En el momento en que trabajaba con esas canciones estaba viviendo algo un poco difícil, y parecía que cada canción hablaba de lo que yo estaba viviendo. Era un poco loco, era como que las canciones me estaban ayudando”, dice.

Aimée compró el cuarto volumen de una colección enfocada en el repertorio de Sondheim y lo leyó como si se tratara de un libro. “Me sorprendieron sus letras. Son muy modernas en comparación con las letras de los standards de jazz”. Eran como pequeñas historias”, asegura. A medida que encontraba letras que se conectaban con su vida, las iba marcando en el libro. Así alcanzó el número necesario para concebir su disco. De esta manera, clásicos como “Loving You”, “When I Get Famous”, “No One Is Alone” y “Move On” se terminan transformando en canciones personales y logran retratar ese período de cambios en la vida de la francesa.

Si bien hay espacio para el sonido gitano en la ya nombrada “So Many People”, en Move On: A Sondheim Adventure el foco está puesto en abordar terrenos más jazzísiticos. Pero también hay lugar para canciones con elementos de la rumba (“Being Alive”)y otras donde brillan los loops vocales (“When I Get Famous”).

Mañana, Cyrille presentará varias de estas canciones en el Teatro Solís (entradas en Tickantel) y las hará interactuar con el repertorio de sus discos anteriores. “Espero que gocemos juntos”, concluye.

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