CLÁSICA

La Chopin Society of Hong Kong fue fundada en 1995 por el matrimonio conformado por el economista griego Andrew Freris y nuestra compatriota, la doctora Anabella Levin.

Gracias a ellos tuvimos el privilegio de escuchar a dos brillantes concertistas ganadores de numerosos concursos internacionales de piano: Luka Okros (Georgia) e Ilya Rashkovskiy (Rusia) en el concierto titulado Pianos en la noche.

La primera parte del programa estuvo dedicada a Chopin, donde se pudieron escuchar sus cuatro baladas. Okros interpretó la primera y la tercera, demostrando que posee una técnica indiscutible, una articulación eficiente, un buen dominio de los pedales y una digitación que denota gran escuela.

Es una pena que a estas importantes virtudes no pueda contraponerse una correlativa expresividad ni tampoco una mayor graduación en lo referente al sonido. Sus versiones de las baladas resultaron algo despoetizadas por las inusitadas precipitaciones en la dinámica, que hicieron que la belleza de las frases chopinianas se viera empañada por la excesiva aceleración en los tiempos.

Tal vez esto se deba a su notoria juventud, pues se percibe que aún no ha templado suficientemente su espíritu. No obstante, creemos firmemente que con el tiempo y su maduración personal puede llegar a desarrollar totalmente su potencial.

Ilya Rashkovskiy es un pianista de una sensibilidad muy fina, capaz de compenetrarse muy bien en el sentido íntimo, de las obras que interpreta. Posee una extraordinaria belleza de sonido, impecable técnica, y un maravilloso manejo de los pedales el cual le permite evitar toda complicación superflua del juego sonoro, para dilucidar con nitidez los lineamientos melódicos.

Tanto en la u201cBalada N° 2 op.38u201d como en la u201cBalada N° 4 op.52u201d que no suelen ser las más ejecutadas en los programas de concierto, Rashkoskiy logró que con sus versiones nos dejara un recuerdo indeleble. Su vigorosa pulsación y excelente fraseo otorgó a los temas un realce fuera de lo común.

Continuó la segunda parte de la velada con la ejecución por parte de Okros del famoso u201cPreludio op.3 nº2u201d y tres u201cMomentos Musicalesu201d de Rachmaninov.

El preludio fue dicho con precisión y energía de concepto, mientras que en los momentos musicales fue donde Okros logró expresarse plenamente trasmitiendo fielmente el espíritu de estas piezas.

Luego Rashkovskiy interpretó tres estudios y la u201cSonata nº 4u201d de Scriabin. Estas obras fueron vertidas con musicalidad, riqueza de matices no exentas de virtuosismo destacándose en particular la hermosa versión del u201cEstudio Patético op.8 nº 12u201d, el cual mereció la ovación unánime del público. Ambos artistas se unieron para tocar a cuatro manos tres obras de Rachmaninov. Ellas fueron: una barcarola, un scherzo y un vals del op.11.

Finalizó la velada con dos piezas a dos piano. La primera fue u201cFantasía en fa menoru201d de autoría del propio Okros, y la segunda u201cEl Cisneu201d del Carnaval de los animales de Saint-Saëns. Como compositor Okros, mostró en su u201cFantasíau201d interesantes líneas melódicas donde confluyen en armonía vetas postrománticas con impresionistas. La conjunción de estos dos artistas en estas últimas obras demostró que puede haber empatía por encima de las posibilidades individuales.

En suma, una jornada donde el romanticismo brilló con todo su esplendor.