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El músico uruguayo arrancó el año editando el que considera su disco más personal y favorito. Es un lugar donde se cruzan Mateo y George Harrison
En la línea de la música uruguaya experimental hay que ubicar el nuevo disco de Mateo Mera, y a Mateo Mera todo. Músico de perfil bajo y talento importante, ya había mostrado en Sobre los puentes y las alturas y Un jardín para vivir, sus intereses musicales. Pero ahora, con Otra vez niebla baja, ahonda más en sus inquietudes para llegar al que define como su disco más personal y favorito.
Aquí coexisten de manera llamativamente natural, la milonga y la música popular uruguaya con lo hindú, el folk americano, el funk y el pop y la MPB. Hay misticismo introspectivo e instrumental y momentos de baile liberador en una especie de fogón improbable en el que alguna vez improvisaron juntos Harrison y Eduardo Mateo.
Encima el proceso de grabación devino en un sonido bien analógico, como para que sea bien un hijo de los setenta, aunque nacido en 2020.