La propia discoteca
Un canon personal de la música popular. Hoy: Un amante de cartón de Roque Narvaja
Creador de uno de los himnos beat del Río de la Plata, “El extraño de pelo largo” y convertido, junto con su La Joven Guardia, en un emblema serio de la “porteñada”, Roque Narvaja partió a fines de la década de 1970 hacia España. A menudo menos citado que otros expatriados argentinos (Ariel Rot, Moris), Narvaja replicó el éxito de su grupo como solista para el mercado español.
Y de paso consiguió el gran disco de su carrera, este Un amante de cartón que tiene la mayor densidad de grandes canciones de mucha música argentina: “Menta y limón”, “A mi cama”, “Al Natural”, “Un amante de cartón”, la confesional “Yo quería ser mayor” y “Santa Lucía”.
Una manera apresurada de clasificarlo es una combinación de Alejandro Lerner y Joaquín Sabina, pero sería injusto. Narvaja, que además es anterior a esas dos referencias, consigue una combinación propia de influencias donde se combina un pop rock muy español (el gran aporte de la música argentina a la música de España), con cantautor pop tirando a new wave (“Calla que sucedió” parece Kenny Loggins) de letras sencillas pero ocurrentes.
Para una apreciación más completa de Narvaja convendría sumar dos o tres canciones de su disco siguiente, el “albertocortezado”, Balance provisional: “Ni una palabra”, “Como si estuvieras aquí” y “Balance provisional”.
Un amante de cartón muestra a un artista en su mejor momento.