El festival Medio y Medio en Punta Ballena es un clásico de la temporada estival y un lugar de referencia para escuchar buena música en vivo y a muy pocos metros del escenario. Cada febrero se realiza el denominado "Mini Fest Carnaval" en el palco montado entre los árboles.

Comenzará el sábado con la actuación de Gustavo Cordera, seguirá el domingo con el cantautor Lisandro Aristimuño y el lunes con Jaime Roos y su banda completa.

También en este segmento se ubican Hilda Lizarazu con fecha para los días 20 y 21 y Liliana Herrero junto a Juan Falú el 27 y 28.

Ya en marzo, Medio y Medio depara como yapa la grabación de un disco en vivo. Esta vez se trata de la dupla que el año pasado terminó de consolidarse integrada por Edú Lombardo y Lea Bensassón. Esta actividad será en dos días: 6 y 7.

El club de jazz, devenido ya en un lugar que ofrece una programación de mayor amplitud, ofrece también cocina de autor a pocos metros de la playa. Incluso para los artistas que allí recalan, pasar por Medio y Medio significa tomarse vacaciones y degustar maravillosos platos.

Gustavo Cordera presentará parte de su camino solista junto a La Caravana Mágica, esa propuesta descontracturada que fundó al radicarse en La Paloma, cuando decidió escapar de la vorágine bonaerense y bersuitera. Su más reciente álbum es del año pasado y se titula Cordera vivo. A su entender es una suerte de renacimiento. "Es como si dijera así vine al mundo y así, desnudo, les traigo estas canciones", explicó a El País. Cordera hace una especie de reivindicación de la cumbia porteña y uruguaya a lo largo de quince canciones que también transitan otros estilos. Por ejemplo, Agua de río, es pop con leves pinceladas electrónicas, cantada con actitud serena y medida. Pero la cumbia, con su espíritu bullanguero impregna el disco en su conjunto.

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Por su parte, Aristimuño, viene de hacer una temporada con su cuarteto de cuerdas. El mismo formato que presentó en Montevideo en 2014, una especie de experimento sonoro que fue bien recibido por su público cautivo. "La canción queda despojada de su atmósfera original sin bajo ni batería y cambiamos lo que era una escenografía más grande por un espacio íntimo", decía entonces.

Ahora a Medio y Medio repetirá la experiencia. El artista concibe que la música no sólo entra por el oído y eso lo aprendió del teatro. En Mundo anfibio adquirió una actitud más rockera sin relegar el espíritu folk de su historia. Cuando compone intenta imaginarse al personaje protagónico del relato y dejar que la música sugiera hasta cómo está vestido.

Instalado en Buenos Aires, el autor de Ese asunto de la ventana, ya no mira tan extrañado a la urbanidad aunque prefiere evitarla todo lo que puede y al menos dos veces al año se da una vuelta por Viedma, donde absorbió la raíz folclórica que define parte de su obra.

Fue en su casa de la infancia donde aprendió sobre la identidad latinoamericana aunque escuchaba a Los Beatles. "Mi viejo tenía casetes y fui chusmeando de pibe. Esa parte del folclore se la debo a él".

En aquellos días sonaban Liliana Herrero, Raúl Carnota, Peteco Carabajal y entendió que es un error considerar que lo que viene de afuera es mejor. "Para mi viejo Jaime Roos era igual que Peter Gabriel, en mi casa no se hacían diferencias en ese sentido. Hay que valorar a nuestros músicos sin pensar tanto en el afuera porque nos hace perder nuestra identidad".

Y esto da pie, para mencionar que Jaime Roos cerrará un fin de semana excepcional en Punta Ballena, con los éxitos de su trayectoria.

Recientemente participó en el Festival Folclórico de Durazno y su más reciente disco es una recopilación de varios conciertos: En vivo en el Río de la Plata.

Todos los conciertos en el club de jazz Medio y Medio comienzan puntualmente a las 22.30 horas y se realizan en el Escenario Fattoruso (el techado) excepto el minifestival que comienza el sábado. Las entradas pueden adquirirse con anticipación a través de Red UTS en locales de Red Pagos y Tienda Inglesa. La producción aclara que cada entrada vale por una ubicación y que las mesas pueden ser compartidas. Para ver a Cordera hay que abonar $ 770. Para Aristimuño los precios van desde $ 700 hasta $ 1210. Mientras que para Roos el rango va desde $ 880 hasta $ 1320.

El ciclo en el club de Punta Ballena cerrará con Lombardo y Bensassón