Con un disco para curar heridas, la cantante volvió a su proyecto solista 10 años después.
En apenas pocos meses, Gwen Stefani pasó de ser una pobre chica a la que su marido le rompió el corazón, a una mujer renovada del pop con un disco destinado al éxito. Son las transformaciones drásticas que sólo los artistas parecen poder hacer: tomar una infidelidad que se volvió tema de interés nacional en Estados Unidos, y transformarla en un puñado de hits. This Is What The Truth Feels Like (se traduce: "así es como se siente la verdad") es el disco que el pasado viernes Stefani editó en Estados Unidos. Es su regreso a un proyecto solista que desde 2006 no tenía nuevo trabajo, y todo eso gracias a un corazón roto.
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"Este disco me salvó la vida", le confesó la cantante a la revista Time. Venía atravesando una sequía a nivel compositivo que la había estancado y forzado a desarrollarse en otros ámbitos de su vida. Uno fue la televisión: hace dos temporadas que oficia de jurado en el reality de talentos The Voice, en Estados Unidos.
Y fue una tragedia la que abrió de vuelta esa puerta. Gavin Rossdale, frontman de la banda Bush y padre de sus tres hijos, le fue repetidamente infiel con la niñera.
Por él nació este disco, con el que Stefani retoma un proyecto interesante pero inestable.
Cuando en 2003 su banda No Doubt quiso descansar, la cantante se probó como solista con un notable disco pop. Love. Angel. Music. Baby. Reunió varios éxitos como "Hollaback Girl" (con la eficiente mano de Pharrell Williams, el de "Happy") o "What You Waiting For?". Después vino The Sweet Escape, con recepción dispar de la crítica y el público, y luego otra vez la banda.
No Doubt retomó sus giras y volvió a estudios, y ese último disco, Push and Shove, de 2008, a Stefani le costó demasiado (según confesó) a nivel creativo. Dos sencillos suyos aparecieron en 2014, pero fueron hechos aislados.
Pero está claro que las cosas que tenía que decir ahora, y que le brotaron sin control (dice que ya tiene material para otro disco más), no eran para No Doubt. Aunque hay mucho del despecho de "Dont speak" y de la rebeldía de "Its my life", This Is What The Truth Feels Like es un disco de puro pop. Y está bueno.
Musicalmente no tiene ninguna originalidad; es parecido a lo que está sonando en la radio, entretenido, y ella lo defiende con oficio y una entrega brutal.
"No sé por qué lloro, pero pienso que es porque recordé por primera vez desde que te odio, que solía amarte", confiesa Stefani en "Used to love you". De ese dolor va hablando a lo largo de una docena de canciones, y a la vez le da paso a la esperanza de un nuevo amor.
"Quizás me merezco a este chico después de todo lo que pasé", canta en "Truth", otra pieza de un disco un poco bipolar y menos dramático de lo que parece por su espíritu de discoteca.
Es una vuelta entretenida de una cantante interesante, pero a esta altura ya se le puede pedir un poco más.
GWEN STEFANI