CRÍTICA

"Me metí en el estudio y lo canté en diez días. Cigala canta a México es un disco COVID”, le dijo el madrileño Diego “El Cigala” a EFE tras haber lanzado su nuevo disco, el sucesor del emocionante álbum de salsa Indestructible (2016). Si el artista no hubiera comentado este detalle, el oyente jamás hubiera notado que las canciones fueron registradas en tan pocos días. El motivo es que, además de su indiscutible talento para apropiarse de las canciones que interpreta, el español se crió escuchando a esos 12 standards de la canción mexicana.

Y es por eso que resulta tan natural escuchar que la influencia flamenca logra fundirse tan bien con géneros como el bolero o las rancheras. Basta con escuchar la primera canción del disco, “Somos novios”, en la que El Cigala se acompaña del grupo Mariachi Vargas de Tecalitlán, para comprobarlo. El sonido que proponen los mariachis se entrelaza con delicados arreglos de cuerdas, que permiten que el español se lance con seguridad a reinventar la bella letra de Armando Manzanero. Son casi tres minutos que sirven como escuela para cualquier cantante que quiere conocer los secretos de una buena interpretación. Y El Cigala ya conoce de memoria la expresividad que puede lograr una interpretación repleta de matices: se pasea entre ese canto de aires melancólicos y la sutileza de un susurro que logra fundirse con los arreglos de cuerdas.

Y, tras este auspicioso comienzo, Cigala canta a México se mueve entre varios triunfos. Ahí es donde brilla “Soy lo prohibido”, de Roberto Cantoral García y Francisco Dino López Ramos. Al escuchar esta versión, no es muy difícil imaginarse a El Cigala parado frente al micrófono del estudio cantando en un plan de crooner. La letra que refleja a una “aventura que llegó para ayudarte a continuar en tu camino”, se carga de más emoción al escuchar al cantante jugar con los melismas.

A partir de “Cenizas”, el cantante se mete en el terreno de los boleros. Sobre sutiles acordes de piano que adornan la melodía compuesta por Wello Rivas, ofrece otras de las grandes interpretaciones de Cigala canta a México.

En la lista de canciones también hay espacio para otros clásicos latinoamericanos. Entre ellos, una versión relajada de “Se me olvidó otra vez”, “Perfidia” (grabada junto a la Sonora Santanera), “Verdad amaga” y “Bésame mucho”, que presentan a El Cigala cantando con el alma.

Cigala canta a México es un gran disco para redescubrir el repertorio mexicano con una de las voces más prodigiosas de España. Un intercambio cultural que está repleto de triunfos.