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Un cierre británico para dos días de pura música

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Florence Welch brilló e hizo que su banda fuera de lo mejor. Foto: Alive Coverage

El Lollapalooza Argentina convocó a unas 160.000 personas.

El cantante de Jane’s Addiction, Perry Farrell, concibió en 1991 el Lollapalooza como una excusa para la gira de despedida de su banda. No se imaginaba en ese momento, seguramente, que 25 años después iba a estar presenciando una nueva edición argentina del multitudinario festival.

En 2005, el Lollapalooza se estableció en Chicago y pocos años después empezó a rodar por el mundo. En Sudamérica llegó primero a Chile, que también tuvo su fiesta este fin de semana pasado y, con una grilla casi idéntica, convocó a unas 140.000 personas.

Luego apareció en Brasil y desde hace tres años se instaló —parece que para quedarse— en Argentina, donde el último fin de semana pasaron más de 60 artistas nacionales e internacionales, para el disfrute masivo de unas 160.000 personas. El éxito conseguido ya anticipó que habrá una cuarta edición, que será en 2017.

La primera jornada, de la que El País ya dio cuenta en la edición del domingo, estuvo signada por las nubes y los charcos que dejó una intensa lluvia previa. Y también por el rap de Eminem, el estadounidense que se ganó la adoración del público gracias a sus rimas frenéticas y sus grandes éxitos.

El sábado, último día para el Lollapalooza, salió el sol pero sólo por un momento, y durante la noche las gotas se hicieron lugar, esta vez sí, sobre el público. Igual no evitó el disfrute.

En total fueron 11 horas de música que se agregaron a las del día anterior. Esta vez, el estilo rockero se hizo sentir más y destacaron los números internacionales de Florence + The Machine, el proyecto del ex Oasis Noel Gallaghers High Flying Birds (que días atrás estuvo por Montevideo, en el Teatro de Verano), Mumford & Sons y los sudafricanos Die Antwoord.

En cuanto a las bandas locales, Babasónicos fue el plato fuerte del escenario alternativo. A punto de lanzar un nuevo álbum, Adrián Dárgelos y su grupo hicieron un repaso de su exitosa discografía. Comenzaron con hits de Jessico, Infame y Mucho que hicieron que la gente se acercara bailando, pero luego se dedicaron de lleno a los noventa con canciones de Dopádromo y Miami. Obviamente, estuvieron los infaltables temas "Yegua" y "La lanza".

En el escenario principal, la banda británica Florence + The Machine estuvo en Argentina por primera vez. Venía de encabezar festivales en todo el mundo, (incluso de reemplazar a Foo Fighters en el Glastonbury 2015), y la explicación no es otra que la excelente performance que brinda en vivo.

Florence Welch, líder y cantautora, se movió etérea por el escenario embelesando con hits de los discos Lungs y Ceremonials, y dirigiéndose especialmente a su nuevo público al final de cada canción. Incluso bajó para saludar a los fans que se agolpaban ante las vallas.

Otros británicos del folk y el indie rock, de estreno en el Río de la Plata, fueron los Mumford and Sons. Los londinenses estuvieron en el Escenario 2 con su versión más encendida.

Por otra parte, también en el escenario principal, el ex Oasis Noel Gallagher fue uno de los más convocantes con su proyecto High Flying Birds, que lo tiene vigente tal como lo demostró días atrás en Montevideo y en Buenos Aires, en un show individual.

De hecho, esta mente creativa del pop británico de los noventa abordó sus trabajos solistas pero, relajado, puso énfasis en los temas de la agrupación que lideró con su hermano Liam. Incluyó bises a pedir de boca y cerró con una estremecedora versión de "Dont look back in anger", que la cantó solamente el público.

Gallagher le cedió lugar a us fervorosa audiencia y retribuyó con palabras de agradecimiento. "Son los mejores", les dijo a los miles que se agolparon para un show mucho más cálido que el brindó cuando estuvo en Montevideo.

Cuenta la leyenda, al menos a la que se ha referido Perry Farrell en más de una entrevista a lo largo de estos años, que el nombre de este evento que se ha convertido en una verdadera feria del entretenimiento musical joven, surgió mientras miraba en televisión un corto de Los Tres Chiflados.

Lollapalooza significa: "algo inusual e inesperado", y haya sol, llueva, granice o truene, a 25 años se mantiene fiel a su significado inicial. Y va por más.

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Florence Welch brilló e hizo que su banda fuera de lo mejor. Foto: Alive Coverage

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