Estreno

La banda uruguaya estrenó su show más internacional en el servicio de Vera+

Otras canciones, el concierto de No Te Va Gustar, que esta semana se lanzó en formato video (a través de Vera+, y que 12 horas después ya superaba las 10.000 reproducciones) y en disco (a través de Bizarro Records en todos los servicios digitales), es un certificado de muchas cosas.

Primero que nada, de la calidad musical y poética de lo que ha venido haciendo Emiliano Brancciari en estos 25 años, al frente de una banda que pasó de ser un grupete de amigos juntándose a hacer música a ser un éxito rioplatense que empieza a extender su poder en todo un continente. En las 15 canciones hay un corazón creativo que no ha parado de crecer, y el formato electroacústico presenta su obra en un formato enriquecedor.

Por otro lado, un show con esa calidad de imagen (el especial fue filmado por la gente de Pardelion) y sonido (producido por el venezolano Héctor Castillo, que en su currículum siempre se menciona que trabajó, por ejemplo, con David Bowie y Lou Reed), habla de un profesionalismo y unas posibilidades comerciales como nunca antes ha tenido la música uruguaya.

Otras canciones es el mayor hito de la generación surgida, por dar una cronología, tras la llegada de Mano Negra a Montevideo en 1992. Como sin quererlo, encabezaron una revolución que profesionalizó y abrió el espectro a la música uruguaya.

Certifica, además, el estado de ese rock uruguayo en el panorama continental. Cuarteto de Nos ya mostró algo de su nuevo disco que, se espera, consolide su presencia en América Latina. Las mismas aspiraciones tiene lo nuevo e inminente de Bajofondo, un colectivo cosmopolita pero con impronta nacional.

La Vela Puerca, en tanto, ha mantenido una parcialidad grande y leal, principalmente en Argentina. Y está, claro, que Jorge Drexler (que es uno de los invitados de Otras canciones) es una figura internacional con la condecoración de un Oscar y una carrera, al menos, en grandes mercados.

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Dicho esto, está claro que lo que consigue No Te Va Gustar en Otras canciones está muy bien. Grabado en un par de jornadas maratónicas en la sala Hugo Balzo del Auditorio Adela Reta, el show tiene invitados internacionales: están Julieta Venegas (en u201cChauu201d), el ex-Menudo Draco Rosa (con una voz imponente en u201cPocou201d), las mexicanas de Flor de Toloache (representadas por un trío que está en seis canciones, incluyendo el único cover del setlist, u201cCruz de olvidou201d, un corrido que interpretó Vicente Fernández) y Catalina García de Monsieur Periné (en u201cAl vacíou201d).

A ellos, además de Drexler (que participa en la apropiada u201cDe nada sirveu201d), se suman el también locatario Hugo Fattoruso (en una tangueada u201cClarau201d). Resumen así dos escuelas, con mucha interconexión de la música nacional.

El disco se abre con el soul aguerrido de u201cComodínu201d y se pasea por varios géneros con impronta rockera, una característica de la banda. El formato acústico le va muy bien al repertorio, que no por eso se aliviana: tienen un ensamble que denota los años de carretera. Algunas transformaciones le dan un porte nuevo a algunas canciones: Tirano (que en Todo es tan inflamable era una murga candombeada con Ruben Rada) se recicla como un candombe beat portentoso, y u201cPocou201d del mismo disco se vuelve otra cosa nueva y maravillosa gracias a la participación de Rosa, sí, pero también a que la banda suena como nunca.

El aspecto visual está en el standard de las producciones de este tipo, surgidas de aquellos unplugged de MTV en la década de 1990. Las cámaras rodean a los músicos y están atentas. Hay interludios en blanco y negro que muestran el backstage del show.

Todo está en su lugar y siempre está bueno ver a una banda consolidar su historia y hacerlo así de vistoso, así de profesional, así de contagioso.