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"Estamos en un camino entre Pugliese y el rock"

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Orquesta Fernández Fierro. Foto: Difusión

La agrupación tanguera regresa para presentarse junto a Milongas Extremas.

Apodado "El Ministro", Flavio Román es uno de los puntos centrales en la Orquesta Fernández Fierro que este viernes y sábado regresa a Montevideo para presentarse en Sala Zitarrosa junto a Milongas Extremas. Con sus largas trenzas y estilo descontracturado, Román y la Fernández Fierro vienen avisando, desde hace 15 años, que su estilo tiene poco de ortodoxo. Pero no deja de ser tango, como dice más de una vez Román en entrevista con El País. El espectáculo podrá estar visualmente pensado como uno que no es tan distinto al que puede hacer un grupo de rock, pero la Fernández Fierro es como dice su ministro "concretamente tanguera". Más allá de eso, la agrupación celebra este año 15 años de trayectoria, una que los ha llevado por muchas partes del mundo, tanto para participar de festivales masivos como también lugares más chicos. En ese camino, la Fernández Fierro no solo ha desarrollado un estilo propio que nutre de muchas cosas pero principalmente de Osvaldo Pugliese y el rock. También ha aprendido a gestionar crisis, desde la que vino luego del corralito argentino en 2001 (se fundó en 2002), sino también la crisis económica europa y la crisis política brasileña, que entre otras cosas le quitó a la orquesta una parte de su público, el turístico. También han tenido crisis internas, que determinaron la salida de algunos integrantes fundadores, como el cantante Walter Laborde, por ejemplo, hoy sustituido por la cantante Julieta Laso. De todo eso y algo más giró la charla con Román, a quien le sigue llamando la atención el recibimiento que le da el público uruguayo a la orquesta.

—¿Cómo es el espectáculo que vienen a presentar?

—Es un espectáculo de tangos propios, que es lo que hacemos ahora. Igual, cuando decimos "tangos propios" no solo nos referimos a composiciones de integrantes de la orquesta, sino —se podría decir— a tangos "apropiados".

—¿En qué sentido?

—Estamos haciendo versiones de grupos actuales, de la escena actual del tango en Buenos Aires, en algunos casos no muy conocidos, como del Cuarteto La Púa, o Barsut. Eso es algo que siempre se hizo en el tango. Uno agarra las cosas de otros, y las arregla para sí mismo. Las cosas se comparten. Entiendo que si uno dice "apropiarse" parece que estuviera robando, pero no es eso a lo que me refería. Y a diferencia de una banda de rock, que tienen una orquestación más o menos fija, en el tango es más variado. Los casos que mencioné son cuartetos de guitarra con cantor, y en esos casos solo tomamos la letra y la melodía. Es solo eso. Y sobre eso armamos todo lo demás, porque en la orquesta somos 13 músicos en total. En ese proceso, el de elegir, arreglar, ver qué tenemos nosotros mismos en materia de composiciones, estamos interactuando con la escena del tango actual.

—Pero también interactúan con otras escenas, ¿no?

—Pues sí. También interactuamos con bandas de rock acá en Argentina, a veces como invitados, otras como anfitriones…

—No me refería a eso, sino al hecho que la Orquesta Fernández Fierro dialoga o interactúa con artistas de otros géneros cuando graba, como hicieron ustedes, un tema de Tabaré Cardozo.

—Ah, sí. También grabamos temas de Chabuca Granda, de Jaime Roos… Tiene mucho que ver con que las canciones nos gustan, y con que es un lindo desafío meterlos en una orquesta típica. No es hacer un cover. Es adaptarlo. Hubo muchos experimentos que hicimos así, y por suerte no llegaron a un disco (risas). Es una convivencia entre distintos géneros, que es algo que claramente hace Milongas Extremas en su música.

—Hace 15 años que están en la vuelta. ¿Te parece que la Fernández Fierro puede ser tomada como una referencia en el tango rioplatense actualmente?

—(Piensa) Nosotros, lo que tratamos de compartir, es la experiencia de trabajo. Cuando empezamos, agarramos, por la manera en la que se maneja un conjunto grande, la idea de Osvaldo Pugliese. Luego nos fuimos encontrando, en todos estos años, con distintas crisis. Capaz que eso suena medio fuerte, pero bueno, fue así.

—¿Como las partidas de algunos integrantes?

—No solo. Eso también, pero yo estaba pensando en la crisis del país cuando nosotros nacimos, en 2002. O cómo la crisis europea repercute en nosotros. Ahora, por ejemplo, esa crisis determina que cuando vamos a Europa solo tocamos en grandes festivales. Antes, podíamos ir a tocar a lugares más chicos o medianos, pero ahora vemos que en Europa ya no pueden costear una delegación de 15 personas. ¿Entendés? Esas crisis, y cómo manejarlas, es principalmente el ejemplo que intentamos dar a otros grupos, sobre todo en Argentina. Nosotros armamos nuestro propio espacio, el Club Atlético Fernández Fierro (el CAFF) y es casi una pierna más de la orquesta. Es el lugar donde tocamos seis veces por mes, y que compartimos con otros grupos.

—¿Cómo son los toques que hacen ahí?

—CAFF es una sala que armamos de cero, con capacidad de 200 personas. Nuestro público es muy cambiante. Y no hablo de turismo, porque esa es otra de las crisis que tuvimos que manejar. Ya no tenemos un público turista. Antes, se notaba un porcentaje todas las noches de brasileños. Pero ahora ellos están prácticamente en una dictadura y no hay un mango. Entonces, como te decía: uno se va adaptando a las crisis, se va acomodando. Y ahora estamos enfocados al público local. No es que uno pueda elegir al público, pero es lo que está pasando. Y en base a eso es que pensamos en cosas como qué tipo de show hacemos, o el precio de las entradas, para que la OFF sea accesible.

—¿Cómo los recibe el público acá en Uruguay?

—Siempre es bastante raro. En Uruguay siempre tuvimos una buena convocatoria, y del tipo de convocatoria que más nos gusta, que no es estructurada. No es que vamos a tocar para el público del tango. Vamos a tocar para gente que le gusta la música, y eso trasciende los estilos. Por ahí, el tanguero puede ser un poco más prejuicioso, o va con cierta expectativa. Y en Uruguay siempre encontramos un público abierto, que va a escucharnos con la pregunta "¿Qué es esta música?".

—¿Y eso les llama la atención?

— La verdad que sí. Porque más allá de estar entre varios estilos y géneros, somos una orquesta de tango. No es fusión.

—¿Cuál es la propuesta estética de la Fernández Fierro?

—Nuestro primer punto de comunión fue Pugliese. Perdón que hable de "comunión" para referirme a un comunista (se ríe). Pero luego nos fuimos haciendo un estilo, y ahora estamos en el camino que nos gusta, entre Pugliese y el rock. Repito, no es una fusión. Pero sí estamos profundamente influidos por el rock.

De Extremoduro a una voz propia.

El cuarteto de guitarras uruguayo Milongas Extremas que recibirá en Sala Zitarrosa a la Orquesta Fernández Fierro fue una de las revelaciones de la música popular nacional cuando hace cinco años sacó un disco lleno de versiones de canciones de la banda de rock española Extremoduro. Aunque las versiones milongueadas llevaron al grupo al reconocimiento rápidamente: los cuatro no solo llegaron al Solís sino también se fueron de gira a España. La combinación Extremoduro + milongas uruguayas llamó la atención en el país de origen de Extremoduro. Pero Milongas Extremas se despegó de esa referencia cuando siguió en su camino. El año pasado, la banda editó su segundo álbum: Temprano. Once canciones que abrevan en milongas y otros estilos más o menos folclóricos, y que demuestran que la banda puede tener una vida más allá de la inspiración directa que le dio nacimiento. Ahora, luego de haber llevado Temprano a varias de las salas uruguayas, Milongas Extremas volverá a recorrer parte de España con sus canciones.

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Orquesta Fernández Fierro. Foto: Difusión

ORQUESTA FERNÁNDEZ FIERROFABIÁN MURO

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