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CA7RIEL: "Me quiero convertir en un chef de la música y que todos prueben mi plato"

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Ca7riel. Foto: Polvo Press.

ENTREVISTA

El argentino CA7RIEL lanzó "Polvo", su nueva canción, y habló con El País sobre su colaboración con Fito Páez y el freestyle como método para sanar el dolor

Gracias a su dúo con Paco Amoroso, en poco más de dos años CA7RIEL se ganó un lugar entre lo más destacado de la nueva escena de la música argentina. De la mano de un sonido que atraviesa el trap, el rock y la música electrónica sin prejuicios, sumado a letras con dosis de humor (“Ola Mina XD”, “Cono hielo” y “Ouke”) y unos shows repletos de energía —que lograron impresionar hasta a Ruben Rada—, la dupla se convirtió en una de las grandes revelaciones de la vecina orilla.

Además de las millones de reproducciones en plataformas digitales, en este tiempo no dejaron de agotar entradas para sus recitales. En septiembre del año pasado llegaron a Montevideo para llenar La Trastienda y, unos meses más tarde, ofrecieron el set más memorable del festival La Nueva Generación, celebrado en la Sala del Museo.

En Argentina, su impacto es todavía mayor. Cerraron el 2019 agotando el mítico estadio Obras Sanitarias y hasta llegaron al Teatro Colón para participar de un emotivo homenaje a Gustavo Cerati, donde interpretaron una versión sinfónica de “Crimen”.

Con la agenda de recitales en pausa a causa del coronavirus, ambos músicos retomaron sus carreras solistas. En lo que va del año, CA7RIEL participó del nuevo disco de Fito Páez —aportando guitarra y coros en “Ey, You!”, donde también grabó Mala Fama— y fue invitado por Juana Molina a interpretar una excelente versión de “Bicho Auto” en su show de streaming Friggatriscaidecafobia.

El jueves, CA7RIEL —cuyo verdadero nombre es Catriel Guerreiro— lanzó “Polvo”, una canción que ya cuenta con 450 mil reproducciones en YouTube. Retomando el espíritu de su debut, CVE7E3, de 2015, el argentino se sumergió en una letra oscura e introspectiva que se acompaña de un riff hardcore y un ambiente de hip-hop clásico.

A días del lanzamiento, el artista habló con El País.

—En el comienzo del videoclip de “Polvo” se puede ver a una polilla que te está violando. Apenas vi esa imagen la relacioné con la introducción del EP ×CVE7E×, donde contabas que tu inconsciente te violaba porque, de cierta manera, sabía todo lo que podías dar. ¿Sentís que una conexión entre ambas imágenes?

—Mirá, guacho, me hacés flashear porque ya me había olvidado de eso. Lo único que me hizo muy mal en ese momento, como que me traumó, fui yo mismo. Cuando la hice la intro de ×CVE7E×, y me encanta que me lo digas, me hacían flashear mis alucinaciones auditivas. En ese momento era un niño explorando con drogas, cosa que ahora no me gusta, y yo veía a mis amigos que la flasheaban con lo visual, pero yo flasheaba con lo auditivo; entonces me di cuenta de que eso me violaba. Me hizo muy mal en ese momento porque el cerebro me taladraba con canciones  y con miedos. De grande lo que me violó fue pensar que me estaba vendiendo. Yo vengo del under y hay toda una construcción de quedarse ahí para siempre porque si no sos un careta. Eso es con lo único con lo que luché en mi mente y fue muy fuerte. Lo de la polilla en “Polvo” puede significar muchas cosas, pero eso de venderme siempre me hizo mucho ruido. Pero esta es la última vez que voy a hablar de eso porque ya estoy con otras vivencias.

—Ya que hablás de la lucha contra venderte, ¿sentís que la letra de “Polvo” es autorreferencial? En un momento cantás: "Como Bart Simpson vendiste tu alma", y eso de “vender el alma” al mainstream ya lo has analizado en otras entrevistas.

—Yo siempre le hablo a otra persona, pero cuando termino de hacer la letra me doy cuenta de que me escribí a mi yo del futuro. El único tema que escribí con lo que me estaba pasando en el momento fue “McFly”, que habla de alguien que estaba enamorado de mi swing y no de mí. Después, el resto de mis temas sí le hablan al CA7RIEL del futuro. Ahora no me vendí, amigo; pero en muy poco tiempo me voy a vender. ¿Pero qué es venderte? En este mundo capitalista tenés que vender un producto a cambio de dinero… Y ese producto soy yo, guacho. Ahora que soy grande me estoy entregando a eso porque hay que obtener dinero. Aunque me cuesta un poco, porque no me es tan fácil como al resto obtener likes y esas cosas. Pero se puede, guacho, con laburo y persistencia.

—En “McFly” hablabas de cómo cambiaron tus relaciones desde que sos famoso. “No está enamorada de mí, está enamorada de mi swing”, dice la letra. Esa es una temática que también abordó Wos en “Andrómeda”: “Esa chica me dio un beso y después me pidió una foto / Ya no sé qué tan real es lo que toco”. ¿Sentís que la exposición repentina modifica lo que la gente percibe de vos?

—Seee, olvidate. Bueno, pobrecito el Wos que le pasó todo tan de repente. A él se le fue todo a la mierda, amigo. Nos pasa algo muy parecido a todos los que tenemos cierto grado de exposición: la gente te idealiza y cuando entrás a un cuadrado de 20 personas, todos van a ver al chabón con likes, con trayectoria… pero también al chabón que odian. La gente se hace una idea de vos sin conocerte, entonces pasa a ser muy difícil relacionarse. Estando en pandemia, que no veo a nadie hace tiempo, te digo que antes me estaba volviendo loco. El Wosito hablaba de lo mismo en su letra. Es que te vuelve loco y te aisla porque, mientras más expuesto estás, la gente más te ve, pero vos menos podés ver a la gente. Lo que pasa es la gente no se muestra real cuando estás y siempre va a poner lo mejor cuando te ven. Eso es muy loco. Tiene un poco de falsedad, pero es como se maneja el mundo. Entonces tengo que aprender a convivir con eso... Bah, suena como que la re sufrí, pero sí hay momentos de sufrimiento. Te sentís muy solo a veces y es por eso que los actores se juntan con actores, y los famosos con famosos. Pueden hablar de sus tristezas y así nos vamos arrinconando un poquitos solos. Es jodido. Pero con la pandemia cambió todo porque me junto con mis amigos y tengo tiempo, no estoy dando vueltas por el mundo causando locuras. Estoy mucho más sanado, por suerte.

—Es interesante lo que mencionás de juntarte con gente del ambiente. Vos cantás con Paco Amoroso, que se conocen desde que eran chicos, pero en la escena argentina también se nota una verdadera unión entre artistas de distintos géneros musicales. ¿Estás de acuerdo con eso?

—Sí, totalmente, boludo. Nos queremos mucho y cuando hay festivales grandes es como ir a un viajecito de egresados. El año pasado estaba con todos mis compañeros, que desde hace años la estamos luchando, en Córdoba en el mismo festival y no lo podíamos creer; era como si nos conociéramos de toda la vida. Te estoy hablando del ambiente del indie y el trap argentino, que ya es toda la misma mierda. Yo, como estoy en el medio, los veo a todos como mis bros. Por suerte pasa en la música argentina y en Uruguay: Somos gente que abraza, que toma mate y fuma churro. Entonces es muy fácil el calor humano entre los pares. Por más de que los traperos se tiran mucho beef, es todo por internet. Después se ven la cara y se quedan re pillos. Aguante, somos un gran bloque.

—También se está generando un acercamiento de generaciones anteriores. Hace un tiempo, Ruben Rada dijo que te había visto en vivo junto a Paco y que había quedado impactado. Fito Páez te invitó a participar de su último disco y Juana Molina te invitó a su show en streaming. ¿Notás que hay un  diálogo entre generaciones?

—Sí, lo re siento. Imaginate que todas las personas que nombraste las tengo en mi corazón porque están en mis venas. Ya fue la de tirar la mala a otros artistas. Esa es una cosa de la generación pasada; la generación de la merca. La merca divide y el porro une. La data es que los viejos me tiran la mejor y yo me siento muy avalado por eso porque es como tener un padre. Vos podés tener muchos hermanos en lo que hagas, pero tener un maestro o alguien que te tira la mejor es tremendo. Viene Fito y me da más ganas de seguir siendo yo. Entonces, por eso no me puedo terminar haciendo mainstream. Me nutre tanto que me avalen por ser como soy, que… no sé. Aguante los viejos.

—¿Cómo surgió la colaboración con Fito Páez y Mala Fama?

—Me manda un mensaje Fito, diciendo (Imita su voz, exagerando las vocales): "Hola, soy Fito. No los puedo creer a vos y a Paco". Pegamos onda de una. Ya es el tío Fito. Al toque lo llamé, nos volvimos locos y él es tan charlatán como yo. Está más loco que nadie. Imaginate a Fito Páez, ¿cómo decirle que no, bro? ¡Y todavía estaba Mala Fama! A Hernán lo veo como un padre. Es muy parecido a mí y es muy volado también. Te juro por dios que cada segundo que estoy al lado de él, aprendo tantas cosas. Cada vez que abre la boca es un hit. Realmente la pira ese chabón, porque las cosas que tira al aire, cómo se maneja y la humildad que tiene. Eso nos acercó y somos muy parecidos.

—En una entrevista comentaste que descubriste el freestyle y el rap en un momento en que estabas deprimido por unas pérdidas familiares. ¿De qué manera te ayudó a canalizar el dolor?

—Era 2014 y yo estaba con Astor, que es la banda de mi vida, pero que ya no está más. Estaba muy triste y no quería bajársela a los pibes haciendo letras pesadas, porque escribir rap es hacer catarsis y podés decir lo que quieras. Lo que tiene el rap es que te escucha poca gente, pero los que escuchan digieren lo que decís. Tenía 19 años y estaba empezando a malflashear con casi ataques de pánico. Me tuve que poner la camiseta y sentía ansiedad, así que empecé a improvisar con lo que tenía en el momento. Y en ese momento solo tenía palabras y flow. Así empecé en el freestyle. Intenté ir a la plaza pero no podía competir. No era mi palo.

—Capaz lo tuyo era escribir lo que sentías, más que competir...

—Totalmente. Aunque tirar freestyle también, pero solo para desahogar la pena del momento. En vez de llorar, yo rapeaba tirando freestyle, solo o con amigos. Pero mi forma de tirar freestyle. Si bien me encentaría tirar chistes, como lo hago en la vida real, no puedo rapear y tener humor tirando freestyle. Escribiendo sí puedo hacer lo que quiera y puedo parar la bocha. Pero sí, tirando freestlye la bajo… La clavo, pero la bajo.

—¿En qué momento entra el humor en tus letras? Porque estamos hablando de las letras como método para desahogar las penas, pero también grabaste temas como “Ola Mina XD”, “Cono hielo” y “Ouke”, que tienen mucho de juego.

—Lo que pasa es que el humor siempre estuvo. En ×CVE7E× hay un tema que se llama "La antropóloga", que es de amor pero también le meto humor. Me doy cuenta de que si quiero tirar una buena vibra a la gente o al arte, yo le meto humor. Es mi forma de tirarle buena vibra a la gente: amor y humor. En ese disco hay otra que se llama "Level Up", que es como un rap de Bart Simpson. Le ponía la mejor y trataba de ser gracioso, porque mis letras me daban gracia. Yo soy así: medio en serio y medio en chiste, nunca sabés en qué ando. Después se vio reflejado en el resto de mi carrera. Con Paquito nunca paramos de tener humor, pero lo que él me hizo tener varios estilos. Él mucha visión de la estética y sabe dónde ir.

—Lo bueno es que no quedás encasillado. Podés pasar de cantar "Ola Mina XD" a cantar subir a cantar "Crimen", de Cerati, en el Teatro Colón.

—Totalmente. El que puede, puede. Si bien a mí me encantaría estar lleno de plata, no te voy a mentir, tengo la posibilidad de seguir buscándome. Hay gente que se encuentra al toque, ve una fórmula y le da, le da, le da. Pero CA7RIEL es una masa que nunca para de formarse, y lo único que odio es la represión. Yo puedo jugar a cambiar todo el tiempo y eso me encanta: te puedo hacer un tema techno, un reggaetón o lo que sea. Mientras tengas un mensaje, lo podés decir como quieras. Aguante cambiar y no reprimirse.

—Ahora que la cuarentena y la falta de shows te hizo poner una pausa, ¿qué otros lugares te gustaría abordar con tu música?

—Por todos lados, la verdad. Mientras más colores tenga mi paleta, mejor me voy a sentir. Me gustaría tener colores verdes, como el dinero; así que voy a acercarme a eso de a poco. Pero voy por todos lados, porque siento que si me meto demasiado en una, me quemo. Si me meto demasiado en el under me voy a quedar ahí. Ahora me mudé a una casa, porque el año pasado fue tan loco que estuve con una valija yendo por todos lados para quedarme en lo de mis amigos. Ahora que tengo mi casa, me doy cuenta de que tengo mi compu, mis parlantes y puedo hacer un montón de música. Después veré con quién, cómo, pero tengo un piano y todas las herramientas para hacer cualquier tipo de torta: una comercial, una under o de todos los sabores. Me quiero convertir en un chef de la música y que todos prueben mi plato.

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