Descalzo es el nombre del último disco de Sirilo y captura a la perfección el espíritu del álbum. Su génesis, según cuenta Ernesto Aime, baterista de la banda, fue en el verano cuando debían adaptarse a los toques en vivo con pocos instrumentos.

"No decidimos hacer un disco de versiones, hicimos las versiones para el verano por un tema logístico. Hace años vamos a Rocha y no es fácil viajar con todos los instrumentos. Entonces decidimos versionar los temas para poder hacerlos con pocas cosas". Entonces la decisión de la banda de hacer covers de sus propios temas, aunque tiene solo dos discos editados, cobra sentido.

Al principio Descalzo, fue casi un experimento. El grupo tomó sus temas, le dio un baño más latino, sobre todo brasileño y obtuvo un resultado que les gustó, más descontracturado e ideal para verano. Decidieron grabarlo para tener un registro pero terminaron editándolo para sacarlo a la venta con el sello Bizarro.

"Siempre viajamos mucho, sobre todo al Este. Desde hace ocho años todos los veranos vamos a Rocha y hay un poco de eso. Es un disco que acompaña el camino que hizo la banda. Es un buen soundtrack para hacer un viaje, ir a la playa con amigos, tiene esa tranquilidad", explica Aime.

También es parte de una búsqueda de la banda por hacer algo distinto en el vivo, ya que el circuito montevideano es chico y se agota. Entonces, la necesidad de renovarse es grande. Ese proceso también les sirvió en el camino de encontrar su sonido.

"El primer disco es un resumen de los años tocando juntos. En el segundo lo hicimos buscamos que suene bien. Este tercero fue para aplicar lo que aprendimos. Y, ahora, queremos encontrar nuestro sonido, que sea característico, sin perder lo que somos y de donde venimos", explica.

“Descalzo”, el nuevo trabajo de Sirilo, ya está a la venta