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Una banda que aviva pasiones

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No te va a  Gustar. Foto: Marcelo Bonjour
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El sábado, abrió el despliegue rítmico en el Teatro de Verano, con tres horas de música.

Los fanáticos ya saben que la canción que indica el final del show es "No era cierto", ha sido siempre así y no hay intenciones de cambiarlo. Sin embargo, cuando los músicos de No Te Va Gustar se despiden tras una efusiva interpretación de "Fuera de control" y se van del escenario, se cumple el riguroso ritual de llamarlos a los gritos. El público silba, aplaude, entonan cánticos de hinchada, pide una más, esperan, y seguramente en algún lado le brota la interrogante: ¿terminó?

Pero rápidamente Emiliano Brancciari, que un par de veces en la ventosa noche del sábado, había dicho que la intención era que todos se fueran felices, sale y el resto de la banda se forma para hacer "Hijo de las armas", una elección llamativa para los bises.

Se están cumpliendo casi las tres horas de show, hace frío, y el coro de 4.500 personas que tuvo ya varios momentos de protagonismo se mantiene intacto. "Cielo de un solo color" es la penúltima, y el final es una postal repetida pero siempre igual de emotiva: "No era cierto" es un tema instaladísimo en el cancionero uruguayo, que cada uno interpreta como quiere y que a cada uno le toca alguna fibra diferente.

Es el broche ideal para una noche buena: una treintena de canciones pasó por el Teatro de Verano para abrir, el sábado, una seguidilla de conciertos que tienen que ver con el tramo final de la gira Viajando sin espadas. Y aunque No Te Va Gustar tocó "en casa", demostró que es una banda internacional que está en un momento muy alto de su recorrido.

Espera.

La lluvia y la tormenta que el viernes castigó al país y obligó a la banda a suspender el recital del viernes y del domingo (ver recuadro), dio tregua el sábado. Igualmente, hubo que monitorear las redes sociales para estar alerta a cualquier resolución, ya que la del día anterior se había tomado tarde en la tarde.

En la tarde, la banda comunicó que seguía "para adelante" con el recital, y que atendiendo la situación de Dolores habilitaría un puesto para recibir donaciones junto al personal de la Intendencia. Hubo quienes criticaron en las redes sociales, quienes avisaron que no iban a ir porque no había ánimos de cantar y cumplieron: aunque la primera fecha que se agotó fue la del sábado, hubo claros en la platea alta.

Sobre las 19.00, todo estaba tranquilo afuera del Teatro de Verano. Algunos puestos ofrecían remeras, en general de No Te Va Gustar pero también de La Vela Puerca y Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. Las había con portadas de disco, fotos, frases pintadas a mano, para bebés y para adultos. Rondaban los 390 pesos, cifra elevada teniendo en cuenta que las camisetas de merchandising oficial costaban 450. Sin embargo, a la salida había buena clientela en los dos.

También estaban los que vendían paraguas, que no fueron necesarios. La luna, aunque siempre acechada por las nubes, resistió hasta que se fueron los últimos e impartió cierta calma.

A las boleterías se arrimó un fanático argentino a preguntar qué pasaba: le llamaba la atención que a dos horas de comenzar el recital casi no hubiera gente en la zona, y también le sorprendía que No Te Va Gustar, la banda que en su país toca en estadios para 40.000 personas, aquí se presentara para menos de 5.000. "¿No los quieren?", cuestionaba.

Lo que pasaría después dejaría claro que sí, que esta es una de las bandas que más cariño se ha ganado por parte del público uruguayo, que se rinde ante ellos como verdaderos ídolos. Sin embargo, el planteo del chico (uno de los tantos argentinos que llegó) hace pensar si los NTVG no están para un Centenario.

Adentro del Teatro de Verano, mientras Martino templa el ambiente con sus canciones, los más jóvenes se amontonan contra la valla y hacia arriba el público va cambiando. Hay familias con niños (aunque no tantas), pero llama la atención la variedad de edades que convoca No Te Va Gustar. No hay casi banderas: la fiesta la hace la gente.

Pasadas las 21.00 los músicos toman su lugar y el público enloquece. Tocan una nota y todos gritan: paran y lo hacen de nuevo, y repiten ese juego hasta que Brancciari se lanza a correr al borde del escenario y le dan rienda a "Cero a la izquierda", la primera de muchas canciones.

A mi alrededor, un padre entusiasta anima a sus hijos preadolescentes, una señora bastante mayor se conforma con ver todo desde el asiento, dos amigas bailan y dos por tres se abrazan para conectar con algún tema que algo les significa, un grupo de adolescentes grita y salta con casi todos los temas. En la platea baja, una chica se dedica a gritarle con insistencia a Brancciari, hasta volverse una molestia. Otra, cuando el cantante trata de bajar del escenario para cantar "Chau" cerca del público, se le tira encima y termina forcejeando con alguien de seguridad por su presa.

No Te Va Gustar despierta pasiones. El ambiente en general es tranquilo, reserva los momentos de estallido para temas como "El camino", "Me cuesta creer" o "Te voy a llevar" (dedicada a Marcel Curuchet). Cada uno vive la fiesta a su manera, sentado o de pie, bailando o escuchando con atención, y se deja llevar por algunos momentos para fusionarse con los demás. "Al vacío", una canción llena de enojo y dolor, fue una de las que requirió esa máxima entrega.

Desde el escenario, la banda también lo dio todo. Haciendo sus mejores versiones, intercambiándose los instrumentos, improvisando coreografías y contando además con Hugo Fattoruso como invitado de casi todo el recital, NTVG dio un show tremendo y entretenido, repleto de buenas canciones que abarcaron toda su discografía, con un sonido óptimo y un precioso trabajo de luces. Al final, cuando "No era cierto" terminó y el escenario quedó vacío, una cuerda de tambores mixta escoltó hasta la entrada al público, que ya empezaba a comentar lo bien que había estado todo. En las redes, muchos coincidieron en que fue de las mejores presentaciones de la banda.

Suspensión que cambió el calendario de la banda

No Te Va Gustar informó que, debido a las condiciones adversas del clima, decidió reprogramar los dos conciertos que no pudo hacer el fin de semana.

El concierto que se iba a realizar el viernes 15 se aplazó para el jueves 28 de abril. Las entradas del viernes son válidas para la nueva fecha, sin necesidad de hacer ningún trámite.

El concierto que se iba a hacer anoche, fue pospuesto para el viernes 29 de abril. En este caso, las entradas son válidas para la nueva fecha, sin hacer trámite alguno.

Los que no puedan concurrir, podrán devolver sus entradas el miércoles 20 y miércoles 27, en el horario de 10:00 a 22:00 en estos puntos: Tiendas de Antel en el Mercado Agrícola (José L. Terra 2220 Local F96), en Nuevo Centro Shopping (Local 258), en Montevideo Shopping (Local 410, Nivel 4) y en Costa Urbana Shopping (Avda. Giannattasio Km. 21, Planta Baja).

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No te va a Gustar. Foto: Marcelo Bonjour

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