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Auspicioso inicio de temporada

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El virtuoso Gervasio Terragona: un maestro del clarinete. Foto: Difusión.

Una pena que el primer concierto de la temporada principal de este año de la Orquesta Filarmónica de Montevideo, se viera afectado por medidas sindicales que generaron menos ensayos y suprimir una de las obras que estaba en el programa, "Pericón nº 2" de la suite sinfónica del compositor nacional Benone Calcavecchia.

Lamentablemente el público fue privado de escuchar esta hermosa danza; su última interpretación fue realizada por el maestro Luis DAndrea hace 53 años.

Es curioso observar que entre 2012 y 2016 en cuatro conciertos presentados por diferentes entidades orquestales hayan sido excluidas, a pesar de haber sido programadas, las obras de cuatro compositores nacionales tales como: el poema sinfónico "Patria Heroica" de Dora Salvatierra , el "Pericón" de Calcavecchia ( ambas con la Filarmónica), la "Toccata " de Héctor Tosar (Orquesta Juvenil del Sodre) y la "Rapsodia Criolla" de Guido Santórsola (Banda Sinfónica). Los músicos deberían recordar antes de descartar a un autor nacional las acertadas palabras del crítico Roberto Lagarmilla cuando decía: "Quien no cultiva su arte, acaba por desvanecerse como una sombra en el gran certamen internacional …". Estas obras tendrían que ser reprogramadas.

El director argentino Dante Anzolini presentó en la primera parte una de las últimas composiciones de Mozart, el "Concierto para clarinete y orquesta k.622" siendo solista el clarinetista compatriota Gervasio Tarragona. En esta obra Mozart aprovecha todas las posibilidades que ofrece este instrumento , especialmente la riqueza de contrastes al utilizar las diferentes zonas del clarinete, desde la luminosidad en las partes agudas a la oscuridad de las graves. El autor resalta las sugestiones tímbricas y la transparencia sonora. A diferencia de otros conciertos el Adagio con su gran sencillez eclipsa a los otros dos movimientos. Por primera vez Mozart coloca la cadencia en este movimiento y no en el inicial como se acostumbraba. La versión que ofreció Tarragona se destacó por su gran emotividad.

En el Allegro inicial mostró una interpretación ágil y una sonoridad respetable pero el Adagio fue el momento más sublime del concierto. Allí, Tarragona hizo gala de su hermoso fraseo, cuidando al máximo el colorido en los matices pero dejando volar su expresividad. En la cadencia se pudo apreciar su extraordinario dominio de la respiración, consiguiendo el preciado ligado perfecto.

El rondó final fue un animado diálogo entre el clarinetista y la orquesta lo que confirmó la excelente conexión entre el solista y el director.

El público ovacionó al joven intérprete que brindo como bis el virtuosístico "Homenaje a Falla" del húngaro Béla Kovács. Para cerrar esta velada Anzolini ofreció una versión insuperable de la compleja "Quinta Sinfonía" de Prokofiev. En su interpretación se pudo apreciar su profundo conocimiento de la obra ,su dinamismo y por encima de todo su gran sensibilidad. La Filarmónica fue una colaboradora indispensable para el éxito de su misión.

Orquesta Filarmónica de Montevideo.

Director: Dante Anzolini. Solista: Gervasio Tarragona. Programa: "Concierto para clarinete y orquesta en la mayor K.622" de Wolfgang Amadeus Mozart y "Sinfonía nº 5 en si bemol mayor op.100" de Sergei Prokofiev. Dónde: Teatro Solís. Cuándo: 11 de abril.

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El virtuoso Gervasio Terragona: un maestro del clarinete. Foto: Difusión.

CRÍTICA - CLÁSICA

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