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Así empezó la visita esperada

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Los Rolling Stones en Uruguay. Foto: F. Ponzetto
[[[GERARDO PEREZ PALADiNO

La banda llegó ayer de tarde a Montevideo y toca hoy, a las 21, en el Estadio Centenario.

En el Aeropuerto de Carrasco se vivía un día normal, bastante calmo en realidad, de trabajo. Lo único que alteraba la situación eran las cámaras de los medios de prensa, y la noticia que algunos sabían: los Rolling Stones estaban por llegar a Uruguay, para dar su primer (y único) show en el país.

A las 16.00, cuando se suponía que el avión privado que venía de Buenos Aires iba a aterrizar, la única que esperaba afuera de la sala VIP era Valentina, una chica de apenas 17 años. Hoy va a ir al recital sola: no se acuerda cómo conoció a la banda británica, la escucha hace cuatro o cinco años, sus padres no son demasiado fanáticos. Con una amiga y usando una remera del disco The Velvet Underground & Nico, esperó hasta que supo que se habían ido sin asomar las narices.

A Valentina le sorprendió que no hubiera fanáticos esperando a los músicos; a Darío y Florencia, una joven pareja que llegó poco después, no tanto. Suponen que la mayoría prefirió esperarlos en el hotel, donde desde las 09.00 algunos ansiosos se apostaron. Ellos ya saben que no es una buena elección: la tomaron cuando vino Paul McCartney por primera vez, en 2012, y lo único que vieron fue un auto pasar rápido.

Darío acaba de ver a los Stones en el último recital que dieron en La Plata; quienes estuvieron en la seguidilla de conciertos agotados de la semana pasada, coinciden en que el del sábado fue el mejor. Trae, con la esperanza de llevarse un autógrafo, un poster de Steel Wheels que compró en Estados Unidos hace casi tres años.

En 2013 se fue a Nueva York con Florencia, y cambiaron su itinerario para ir a ver a los británicos tocar en Filadelfia, por la gira de sus 50 años. Compraron entradas online, llegaron al Wells Fargo Center; pasaron tres controles; estuvieron en una sala con música donde tomaron tragos.

Cuando llegaron al último control, les dijeron que sus entradas eran falsas. No pensaron mucho: compraron tickets nuevos y vivieron una de las mejores noches de sus vidas, en la que fueron "los jóvenes": el promedio de público estaba entre 50 y 60 años.

En Uruguay es otra historia. La decena de fanáticos que fue al Aeropuerto y los otros 50 que aguardaron en el Sofitel eran en general veinteañeros, nerviosos y entusiasmados con ver a sus máximos ídolos de cerca. Algunos pudieron, otros se frustaron.

Llegada.

El avión privado que trajo a Mick Jagger, Keith Richards, Ron Wood y Charlie Watts (y parte de su séquito, otra parte ya llegó el domingo) aterrizó una hora después de lo previsto. Sobre las 17.00 los músicos pisaron suelo uruguayo y posaron para los camarógrafos: se mostraron amables (igual que el personal de seguridad), sonrientes, tranquilos.

En la pista subieron a los autos que habían contratado (cada uno tomó un coche distinto) y se fueron al viejo aeropuerto. Allí esperaban seis motos de policía y más trabajadores de seguridad, que los escoltaron hasta el hotel.

Antes de salir, con las ventanillas bajas, saludaron a algunos fans, entre ellos Darío y Florencia.

Al Sofitel llegaron minutos más tarde, e ingresaron por Arocena directo al subsuelo; es decir, a contramano, ya que por allí es la salida. Los admiradores, que los estaban esperando por la otra calle corrieron al grito de "Jagger"; el cantante, con la ventanilla semi cerrada, filmó con su celular.

El personal de seguridad, siempre con amabilidad y sin violencia, tuvo que controlar a unos pocos fanáticos que se abalanzaron sobre los vehículos. Pero todo transcurrió con tranquilidad.

Los Stones ocuparon el tercer y cuarto piso del Sofitel, que durante su estadía tendrá cerrado el restaurant. Parte del staff se asomó a saludar por las ventanas, y el corista Bernard Fowler bajó a firmar autógrafos. De las cuatro estrellas no se supo nada, ni siquiera cuáles eran sus próximos planes (ver recuadro).

Para la tardecita, cansados de esperar por verlos, los fans se fueron alejando, dejando toda su ilusión concentrada para hoy. Las puertas del Estadio Centenario se abrirán a las 16.00 y a las 21.00 los Rolling Stones se subirán al escenario para cumplirnos, a muchos, un viejo sueño.

Los Rolling Stones en Uruguay. Foto: F. Ponzetto
Los Rolling Stones en Uruguay. Foto: F. Ponzetto

Los planes secretos de los Stones en Uruguay

Los Stones llegaron ayer a las 17.00, se fueron al Sofitel y nada más se supo de ellos. Se rumoreó que iban a cenar en un reconocido restaurant de la costa canaria, y también que pretendían ir a José Ignacio, pero nada de eso pudo confirmarse.

Teniendo en cuenta lo que han sido sus estadías en Santiago de Chile y en Buenos Aires, se presumía que hicieran alguna salida por Montevideo.

Sin embargo, todo indica que su estadía será lo suficientemente corta como para que no dispongan de mucho tiempo libre.

Hoy es el recital a las 21.00, y en eso ocupan la mayoría de su tiempo ya que, en general, llegan temprano al lugar del show y prueban una canción con el coro.

Y para mañana en la tarde ya estarían volando rumbo a Brasil, para continuar con esta gira latinoamericana que acaba en marzo.

VIDEOBELÉN FOURMENT

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