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Arrumacos de bachata para un montón de feligreses

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Santos, con simpatía, le dio a miles de fans lo que fueron a buscar: bachata y carisma. Foto: A.Martínez.
Recital de Romeo Santos, cantautor estadounidense, en el Pque. Central, Mvdeo., ND 20150420, foto Agustin Martinez
Archivo El Pais

Romeo Santos en Montevideo. Lunes 20 de abril, 21:00 horas. Gran Parque Central. Teloneros: Vi-Em.

Se podrá decir cualquier cosa de esta megaestrella y sus movimientos pélvicos y su coqueteo constante, pero nadie puede acusar a Romeo Santos de dar menos de lo que promete.
Cuando hace subir a dos mujeres del público (a una, "pasadita de libras", le hace un show de caricias mutuas; a la otra, más delgada, la lleva bajo las sábanas de una cama montada para la ocasión), o cuando se refriega contra el micrófono o contra una silla, está dando lo que las casi 20.000 almas fueron a buscar al Parque Central.

Lo más importante de Romeo Santos, sin embargo, no está en sus mohínes de gigoló que tampoco son tantos, sino en las canciones que fueron coreadas, sin excepción, por toda la parcialidad durante las dos horas y media que duró el show. Escuchándolas en su conjunto, no quedan dudas del porqué de su éxito: son pegadizas, contienen una poesía previsible pero con buenas ideas, están interpretadas y arregladas como en las ligas mayores y vienen en envase de bachata, un ritmo que aunque algo repetitivo en su construcción que obliga a disimular unos tropicales arrebatos de cadera, incluso en espectadores poco dados al baile. Hoy Santos es quien mejor completa esa receta.

Porque está él, claro, que si no qué gracia. Un verdadero rompecorazones que con cada una de sus intervenciones recibe alaridos de la platea que tan bien sabe alentar. Se hace pasar por el amigo juguetón de las mujeres y no se sale de ese personaje ni un solo momento. Lo bien que hace. Cada canción está acompañada por una introducción simpática y seductora donde da consejos a los maridos y a las esposas, y hace tests de "romeísmo" (un culto de quienes aprecian la belleza de Santos y se saben todas las canciones). Aunque tenía frente a sí un Parque Central tapado de gente y pantallas de celulares, no dejó de interactuar con el público; los más afortunados fueron los de la primera fila, convocados a subir a escena incluso para un concurso para romeístas que fue ganado por un tal Michael que demostró una desfachatez casi profesional haciendo la parte de Don Omar de "Ella y yo" del grupo Aventura, y se ganó una selfie con Santos. Ese diálogo con el público, donde se aprovecha de la sensualidad campechana que claramente esparce sobre la concurrencia, está en el centro de su éxito. Sus "Ay Chichí" y "Gostoso", son gritos de guerra que la parcialidad reconoce.

Nacido en el Bronx de padre dominicano y madre portorriqueña, Santos es uno de esos intérpretes que, conscientes del valor de su marca, saben aprovechar el momento: se hace llamar "The King", un título nobiliario que suele ser transitorio pero que Santos está dispuesto a defender con discos como The Formula. Vol. 2 y el show con el que vino a presentarlo a Uruguay.

Eso sí, su dicción —al menos para el que no conoce todas las canciones— se hizo por momentos confusa, quizás por problemas de sonido y uno podía llegar a pretender más de una puesta en escena de espectacularidad tirando a austera. Pero la docena de músicos de la banda (4 guitarras, 4 percusionistas, 2 tecladistas y 2 cantantes) y el propio Santos, se encargaron de que cualquier contrariedad fuera reemplazada por una dedicación, una buena onda y un profesionalismo que no decayeron nunca.

No faltó ni una canción e incluso hizo a capella algunas que, por lo que dijo, no estaban en el programa pero que hacía atendiendo los reclamos del público. Tiene un buen arsenal de bachatas que hablan de infelidades y enamoramientos algo obsesivos, todo cantado con el susurro de un muchacho que entiende el corazón de las mujeres pero que en el fondo está buscando otra cosa. Eso queda claro en los alaridos de aprobación que acompañaron todo el espectáculo y en el cariño que Santos desparramó en escena.

Y ante ese grado de amor correspondido, los reparos son apenas anecdóticos. Romeo Santos vino, dio lo que se esperaba de él y todos salieron contentos.

Misión cumplida.

SABER MÁS

Romeo Santos ****

Montevideo, lunes 20 de abril, 21:00 horas. Lugar: Gran Parque Central - Teloneros: Vi-Em - Gira: Vol. 2 World Tour

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Santos, con simpatía, le dio a miles de fans lo que fueron a buscar: bachata y carisma. Foto: A.Martínez.

Crítica/MúsicaFERNÁN CISNERO

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