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¿En qué anda Roque Narvaja, el creador de "El extraño de pelo largo" y "Menta y limón"?

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Roque Narvaja

Perfil

El argentino cumplió 70 años y acaba de sacar un nuevo disco, sus canciones marcaron las décadas de 1960 y 1980 en Argentina y España; acá además cuenta la historia de "Santa Lucía" otro de sus éxitos

Roque Narvaja
Roque Narvaja

Hombre, me impresiona decir que tengo 70 años porque me siento de 20”, dice Roque Narvaja. Pues sí, cumplió 70, tiene nuevo disco que se llama Mar de la tranquilidad, pero no hay una conexión especial entre los dos hechos.

Su nuevo álbum es muy Roque Narvaja, muy de guitarra y de esa voz que en más de 50 años llevó consigo éxitos que van de “El extraño del pelo largo” y “La reina de la canción” (que grabó con La Joven Guardia) a clásicos como “Menta y limón”, “Santa Lucía” o “Yo quería ser mayor”, entre tantos.

“Hago cosas de gente de 20”, dice. “Claro que al ver a la humanidad como un todo, hay algo cíclico. Aparentemente vamos hacia adelante en cierta modernidad, pero creo que hacemos lo mismo con otros nombres. Un día me dice mi padre, que era profesor de Historia, en una de esas situaciones a las que nuestro país nos tiene acostumbrados: ‘Después de la anarquía viene la tiranía o el gobierno de los pueblos, pero siempre hay en la historia al menos un breve pasaje por un momento de tiranía’. Y no deja de sorprenderme la realidad, que supera a la ficción”.

Junto con La Joven Guardia conoció el éxito siendo muy joven, gracias a “El extraño del pelo largo”, una combinación de rock y porteñada que hasta tuvo una película. “(El éxito de La Joven Guardia) fue prácticamente de un día para el otro”, le dijo Narvaja a La Nación. “Volvimos de trabajar en Mar del Plata en el verano de 1969 y teníamos una fama muy grande. Conciertos, aviones privados, películas. Teníamos que ser protegidos cuando íbamos a tocar a algunos lugares. Fuimos unos de los primeros en llevar al interior de Argentina un sonido estridente, con muchos equipos, con desparpajo y rebeldía innata en la manera de tocar y hacer las cosas. Eso no se había visto. Fuimos pioneros, tuvimos esa responsabilidad y también fuimos víctimas de la falta de tecnología y de posibilidades”.

Después de ese éxito en Argentina, Narvaja se fue a España cuando empezó a experimentar musical y poéticamente para un lado que no fue del gusto de los censores de la época. En Europa encontró un nuevo rumbo, volcándose hacia una canción pop de cantautor que se cruzó en un éxito masivo en discos como Un amante de cartón y Balance provisional con canciones como “Menta y limón”, “A mi cama”, “Yo quería ser mayor”, “Ni una palabra”, “Como si estuvieras aquí” y “Santa Lucía”, claro, la canción que lo convirtió en el compositor más importante de su tiempo cuando se la cedió a Miguel Ríos, por entonces la estrella más grande del rock español.

“Menos mal que la cedí”, le dijo Narvaja a la agencia EFE. Es difícil saber si aquella mítica composición con su pegadizo estribillo -“Dame una cita, vamos al parque, entra en mi vida, sin anunciarte”- habría tenido el mismo éxito si Narvaja hubiera decidido grabarla solo él y no dársela al cantante español, pero el argentino no se arrepiente de la jugada.

“Estaba escrito. Así tenía que ser, Miguel hizo la versión, la única posible. Y yo la grabé (después) para que la gente supiera que era mía, nada más”, contó Narvaja quien al poco tiempo de que la grabación de Ríos estallara de popularidad decidió incluir su propia versión en Amante de cartón en 1981.

La historia de esos versos, del primero -"A menudo me recuerdas a alguien"- al último -“a menudo me recuerdas a mí”-, se remontan a los primeros años de Narvaja en España, cuando las reuniones de amigos eran habituales en un Madrid que entraba en los frenéticos 80.

"Alguien contó de un amor por carta de dos personas que no se conocían. (...) Y me pareció una excelente historia. Yo la pasé al teléfono (“el teléfono es muy frío”, dice la canción) porque a mí ya me había empezado a llamar alguna que otra fan", evoca.

"Es el relato del chico que quiere conocer a la chica y la chica tiene miedo. Y le dice: 'dame una cita, vamos al parque'. Esto es 'Santa Lucía': un amor, como si fueran ciegos, y la invocación a la santa que no falte, santa Lucía", dice en referencia a la patrona de la vista.

Una vez terminada, le enseñó la canción al productor chileno Carlos Narea y este le convenció para cedérsela a Ríos, a quien le estaba por producir el disco Rocanrol bumerang.

En el país ibérico, del que heredó grandes experiencias y un marcado acento español, Narvaja vivió desde 1977 -cuando llegó escapando de la dictadura argentina junto a su entonces mujer y un hijo de 11 meses- hasta que regresó definitivamente a Argentina en el 2000.

Lejos de jubilarse, Narvaja publica ahora nuevo álbum, Mar de la tranquilidad, que abre con “Una foto de papel”, tema que relata su propia historia de amor: una fan incondicional, a la que había conocido fugazmente en los 80, acabó siendo su esposa al llegar el nuevo siglo.

"Aunque lo he sido casi siempre, me he vuelto muy agradecido a la vida, a un Dios que pueda haber y que me ha dado todo lo que he querido. Musicalmente hablando, la carrera ha sido impecable (...) La suerte que tuve me la he ganado trabajando", señala.

Mientras desempeña su otra pasión, la aérea -es piloto e instructor de vuelo-, ansía volver a los escenarios tras más de un año de pandemia y poder viajar a España, donde vive su hijo.

“Espero subirme al escenario, cumplir con mi obligación, y que la gente me dé su visto bueno. Y así yo puedo irme a dormir en paz. Y algún día ese sueño será largo, pero espero que falte mucho”, culmina entre risas.

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