ENTREVISTA

nicolás lauber

Suenan los primeros acordes de “Bring Me To Life” o “My Inmortal” y es como viajar en el tiempo. Esos sencillos, pertenecientes a Fallen, el álbum debut de Evanescence marcaron el camino de la banda: baladas rockeras bien histriónicas que gracias a la magnífica voz y presencia de Amy Lee, su vocalista desde siempre, convirtieron a esta banda en un éxito de la noche a la mañana.

“No tengo miedo de ponerle un poco de dramatismo a las canciones”, le dijo Amy Lee en una charla vía Zoom a El País.

Esos hits, como los que pertenecen a los siguientes discos de Evanescence se convirtieron en la banda sonora de una generación de jóvenes que coreaba sus versos. “Cuando escribes una canción nunca esperas que se convierta en algo que te defina. Teníamos 20 años y no pensamos que seguiríamos cantándola 20 años después. Estoy orgullosa de eso”, dijo Lee.

En estos años, Lee ha sentido cambios en la industria. No solo han surgido más cantantes femeninas en el rock, “la industria cambió a mi alrededor, porque también hay más mujeres produciendo, como ingenieras de sonido, managers y todo, se ha avanzado”, dijo.

Lanzado a fines de marzo de este año, The Bitter Truth, es el quinto álbum de la banda, y como se mostró en el documental Embracing The Bitter Truth (está en Amazon Prime Video), fue una tragedia familiar la que impulsó a Lee y sus compañeros a volver al estudio.

Y es reconfortante descubrir que Lee mantiene su voz, esa con la que conquistó al público hace casi dos décadas. Y mientras la banda se prepara para volver a los escenarios, tienen una gira armada hasta fines del próximo año, su vocalista habló con El País.

—¿El fallecimiento de tu hermano fue el desencadenante para armar este nuevo álbum de Evanescence, The Bitter Truth?

—Sí. Me gustaría que nada de eso hubiese pasado. Me hubiera gustado que nadie hubiese muerto, pero es parte de la vida y creo que lo bueno que podemos sacar de esto es que nuestra existencia es limitada y es preciosa, y tenemos que recordar las cosas importantes de la vida. Estos meses, con el covid, la gente ha experimentado la mortalidad en una manera que no habían enfrentado. Es terrible, pero creo que se le puede sacar algo de positivo, recordar lo importante en la vida, y no perder nuestro tiempo. Por eso decidimos hacer este álbum. Es como un Carpe Diem, vive el día, y no quería perder un minuto porque realmente no sabemos qué va a pasar mañana.

—¿Cuándo comenzó el proceso para hacer el disco?

—Empezamos a hacer algo de música nueva en 2019, mientras estábamos de gira. Grabamos unas canciones en 2020 y cuando comenzó el encierro, me dije: “no quiero perder el tiempo, no vamos a dejar que nada nos detenga y vamos a hacer música”.

—¿Qué es la música para vos?

—Para mí la música es catarsis, es una manera de convertir lo feo del mundo en algo bello donde todo es posible y estamos conectados, sobre todo en estos tiempos donde no lo estamos mucho.

—Han sido muchos años y discos. ¿Alguna vez te has sentido desencantada de Evanesence?

—Sí, muchas veces. Tengo un libro entero con las bajas y altas de la banda, y con las personas que no nos han hecho bien. Es difícil mantener una banda unida. El éxito es maravilloso, llegamos a la cima casi de inmediato. Pero por más maravilloso que fuese, parece que mientras más dinero hay para hacer lo que quieras, todo era más corruptible. Yo lucho con la banda, he luchado contra muchos problemas para mantener a la banda unida y viva. Mucho tiempo pensé que no podría lograrlo, pero es parte del porqué nos tomamos un tiempo. Nunca pensamos en hacer un álbum por año, o mantener la maquinaria en funcionamiento, yo rechacé eso desde el inicio. Esto es lo especial, hacer la música que me gusta y nos refleja con una honestidad brutal sobre lo que sentimos.

—¿Cómo se mantiene esa maquinaria 25 años después de iniciada la banda?

—Nos tomamos el tiempo para pensar y reconsiderar lo que queríamos. The Bitter Truth es un álbum nuevo y una gira que se organiza a partir de eso. Es como un ciclo, un proceso en el que tienes que pensar en todo. Usualmente abro mi mente para llegar a la idea que puede ser el último disco. Por eso, cada vez que empezamos a hacer un álbum, estamos como desesperados por hacerlo como queremos, y eso hace que valga la pena. Es genial hacerlo así, porque tenemos tantos fanáticos que han tenido mucha paciencia entre disco y disco. Por eso también estamos armando una gira, porque hace mucho que no salimos con nueva música. Grabar es un momento maravilloso, más que nada en estos momentos donde todos parecemos desesperanzados en muchos niveles.

—Cuando comenzaron, MTV era el lugar para la música y hoy son las plataformas digitales. ¿Cómo se prepararon para este cambio evolutivo en la industria?

—Tienes que evolucionar. Cuando comenzamos era importante estar en MTV, VH1 y muchos canales que convertían en mainstream a cualquier banda. Y ahora está tan personalizado que si no sigues a determinado artista o género musical, puedes quedar completamente relegado.

—Pero esa tecnología también les permite estar cerca de sus seguidores.

—Sí, y por eso estoy agradecida de haber llegado en el momento que lo hicimos. Aunque en ese entonces no tenía una manera directa de hablarle a mis fanáticos. No podía ir a Twitter y decir lo que pensaba, o a Instagram para mostrar una foto del detrás de cámara de un video. Tenía que esperar hasta que un periodista me entrevistara y me hiciera la pregunta indicada o lo pusiera de la manera correcta. Así que estoy agradecida por la tecnología. Se volvió más sencillo hacer música desde casa y yo utilizo esas herramientas para hacer música cuando quiero, eso es fantástico. El comunicarnos con nuestros seguidores a través de Internet es impresionante.