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Dos amigos, dos guitarras y un mar de recuerdos

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Pese a la edad, tanto Caetano como Gilberto Gil lucieron llenos de ganas de cantar.
Recital de Caetano Veloso y Gilberto Gil en el Velodromo Mun., Mvdeo., ND 20150912, foto Fernando Ponzetto
Archivo El Pais

Ya antes de empezar el show, que en la platea se fue armando lentamente, había como una complicidad en el público, que daba cuenta que se estaba por asistir no solamente a un espectáculo, sino a una velada llena de recuerdos y sentidos.

El show fue sencillo, tanto desde el punto de vista escénico como musical, con los dos grandes cantautores mano a mano. Juntos recorrieron desde lo viejo a lo nuevo, acompañándose por momentos, y también en solitario. Y el público se dejó seducir, manifestando sin parar la enorme recepción que uno y otro tienen en Uruguay.

Musicalmente fue simple, si se tiene en cuenta que fueron solo las dos guitarras cara a cara. Pero las melodías en juego permitieron pasar por muchísimos ritmos, en un abanico de sonidos que no siempre se puede encasillar en un género rígido.

"Es muy bonito estar en Montevideo, con el frío y todo. Esta canción es la más antigua que compusimos nosotros y que cantamos esta noche. La hice creo que en el 63, quizá el 64, hace mucho, mucho tiempo", abrió el juego Caetano en un español bastante limpio, luego de interpretar "É de Manhã", uno de los tantos himnos populares que se escucharon a lo largo de la noche. Seguramente más de un espectador recordó que esa canción, interpretada por Maria Bethania, integraba el repertorio de Vinicius de Moraes en el histórico boliche La Fusa, desde donde se difundió por esta región las creaciones de esta notable barra de artistas.

El paso de los años no quitó dulzura a la voz de Caetano, cuyo registro inconfundible volvió a emocionar y a despertar mil recuerdos al recorrer muchas de sus obras. Pese al paso de los años, la dupla se mostró ágil en escena, con vigor, y con la frescura a la que se suele asociar la música que ellos ofrecen. La proverbial capacidad de los grandes músicos brasileños para tocar naturalmente y para amalgamarse con sus pares, quedó una vez más plasmada sobre un gran escenario, del que los artistas no utilizaron más que un pequeño sector.

También Gilberto Gil supo sacar partido de su gran popularidad, con melodías tan conocidas como "Toda Menina Baiana" y otras, que animaron más aún el recital. Así, durante casi dos horas, ambos músicos bahianos cautivaron a la enorme platea, con un repertorio que saltó por las décadas, que ofreció variedad y cambios de ritmos. Incluso, bien sobre el final del show, Caetano se guardó "O Leãozinho", que volvió a hacer delirar a la platea.

Caetano y Gilberto Gil no solamente son de la misma generación, también comparten muchos puntos en común en sus carreras, tanto que se podría hablar de vidas paralelas. Ambos son figuras fundacionales del tropicalismo, y los dos han trascendido la actividad musical, y han tenido un fuerte compromiso social. En Uruguay, la relación con uno y otro atraviesa décadas y cambios políticos, significando por lo tanto muchas cosas distintas, según las generaciones. Para algunos, la música de Caetano remite a aquellos discos que en dictadura aportaban un aire fresco, como Chico e Caetano juntos e ao vivo. Para otra generación, Caetano animó musicalmente la apertura política, como Cores, nomes, que representó toda una actitud libertaria. En ese sentido, la música de estos artistas no solamente remite a calidad artística: también está asociada a toda una experiencia de recuerdos compartidos.

Dos amigos, un siglo de música (****)

Artistas: Caetano Veloso y Gilberto Gil. Lugar: Velódromo municipal. Fecha: Sábado 12.

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