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Agustín Casanova: "Quiero decidir yo lo que me gusta"

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Agustín Casanova

Entrevista

El cantante habla de su faceta solista y de Simona, la telenovela que protagoniza

Entra caminando a la terminal portuaria de Montevideo, y la primera persona que se lo cruza de frente, le dice al oído y por lo bajo uno de los latiguillos de Márama. Agustín Casanova sonríe, minutos antes de pedir un café con leche y masticar, entre respuesta y respuesta de la última entrevista de una jornada larguísima de prensa, un sandwich caliente. Poco más de media hora después de esta charla con El País, el ahora cantante solista y actor ya estará camino a la Costa de Oro junto a cuatro de los actores de Simona, la telenovela de Pol-ka que coprotagoniza, que se emite a diario por eltrece para Argentina y que aquí no se puede ver. En el grupo viene la protagonista, Ángela Torres, con quien por estos días se lo vincula.

Por Simona, Casanova se radicó en Nordelta, se armó una rutina y pudo afirmarse rápidamente como un artista independiente de la ya extinta marca Márama, la banda de cumbia pop que revolucionó el mercado regional, para luego desaparecer entre versiones encontradas y comunicados publicados en redes sociales.

Y por Simona, o mejor dicho por el vínculo que nació en ese ambiente de trabajo, Casanova le hará de anfitrión a estos cuatro actores (Andrés Gil, Thais Rippel y Gabriel Gallicchio, además de Torres) en un balneario canario: irán al supermercado, preparará el asado, les sacará fotos en la playa. Lo que cualquier chico de veintipocos años haría un fin de semana.

Sin embargo, Casanova ya no es cualquier chico y eso, dice, todavía es difícil de asumir. Con una carrera como cantante que está tomando un nuevo rumbo —su primer tema, “Ando buscando”, tiene casi cuatro millones y medio de reproducciones en YouTube—, pasa por una transición que es tan vertiginosa como ha sido toda su historia desde hace cuatro años.

—¿Te adaptaste a la vida en Buenos Aires, donde estás radicado?

—Al principio no. Después sí, pero realmente me costó, sobre todo por el tráfico. Van a otro ritmo que nosotros, pero la gente me recibió muy bien, y por eso también me quedé.

—¿Cómo es hoy un día normal tuyo?

—Se volvieron muy rutinarios, que antes no eran así, porque salía mucho de gira y era impredecible todo. Ahora sé que me levanto a las seis de la mañana, me preparo el mate, y arranco. Con folclore voy rumbeando por la ruta (sonríe) hasta llegar al rodaje, que me queda a una media hora, por ahí. Salgo a las 18.00, a veces antes; de ahí voy al gimnasio, después cocino… Se ha convertido en algo rutinario, pero lindo.

—El rodaje de una serie como Simona, que avanza día a día, es bastante intenso, y si no tenés experiencia en actuación, como en tu caso…

—(Interrumpe) Te mata. A mí me está matando, más mentalmente que físicamente, aunque físicamente también, porque es muy temprano. O sea, es la hora normal en que la gente se levanta a laburar, pero son rodajes de 10 horas, y se vive una energía muy intensa. Y aprenderte los diálogos todos los días es quemador, tenés que aprender y eliminar.

—El personaje de Dante, visto de afuera, parece tener mucho de vos.

—Es cierto (se ríe).

Ángela Torres y Agustín Casanova
Ángela Torres y Agustín Casanova. Foto: Instagram

—¿Qué tanta libertad has tenido para construirlo?

—Es que Dante empieza canchero, y cuando llegó a hacer la escena de amor, yo era todo lo contrario: tímido, me trancaba, titubeaba. Y el director me dijo: “Si no lo podemos hacer como está escrito, vamos a hacerlo como vos quieras. Hacelo como sos vos”. Y por eso se me empezó a ver más relajado, porque era ser yo. Dante tiene todo lo mío, y gustó.

—Pero ahora que el personaje requiere de otra profundidad emocional, ¿qué exigencia tenés?

—Me tengo que meter más en mis emociones y sentimientos, y eso es muy loco. Me acuerdo de una de mis primeras escenas con Juan Darthés, en la que yo peleaba con él; después fui al camarín a hablar con él porque yo había quedado mal, tocado. Y él re acostumbrado, se cagaba de risa. Yo había quedado re mal.

—En estas rutinas, ¿qué lugar está ocupando la música?

—Todo, porque la música es parte de mí, por un lado o por otro, por Simona o mi carrera solista. Ahora que viene toda esta tarea, es fácil y difícil: difícil porque me tocó la etapa de solista, pero fácil porque como es más rutinario todo, tengo tiempo de concentrarme en lo mío.

—Antes estabas en un grupo de trabajo más homogéneo, y ahora hacés un trabajo solitario en lo musical, en tu casa, y a la vez tenés un equipo de producción desparramado por ahí.

—Sí, hay gente trabajando en Colombia, en Uruguay, en Argentina. Estamos desparramados, y puede que cueste un poco más eso a la hora de producir, pero estoy abriendo las puertas a otros lugares. Estoy trabajando con gente de Colombia que es muy buena, y me viene ayudando.

—¿Con esa distancia, es más difícil hacer que tu música suene a vos?

—No. Soy de aceptar composiciones y producciones de otros, pero soy bastante meticuloso con lo mío. Antes no tanto porque yo no tenía tanto poder de decisión, pero ahora sí, porque si bien escucho a todo el mundo, la decisión la tomo yo, y mi huella está en todos lados.

—Lanzaste hace semanas tu primer tema solista, “Ando buscando”. ¿Cómo estás ahora?

—Ahora que salió, mucho más relajado. Por un momento no iba a salir, porque hubo un problema de discográficas, pero se solucionó todo. Se hizo esperar, fue un placer grabar con Chyno Miranda, a quien pude conocer y admiro más que antes. Es un tipo carismático, tierno, muy profesional. “Ando buscando” me enorgullece, más allá de por haberlo sacado con él, porque tiene un condimento especial que diga “Agustín Casanova”.

—El tema no se parece a lo que venías haciendo, y por tus gustos y declaraciones, quizás tu público se esperaba algo más melódico.

—Es cierto. Llegué a este sonido porque Chyno hace mucho esto, y los artistas con los que voy a grabar hacen urbano, entonces la gente me va a escuchar en ese ámbito. Pero eso no quiere decir que no haga otras cosas; mismo el próximo tema que voy a sacar, creo que es una balada. Soy de no encasillar a los artistas en géneros musicales. Pero ahora voy a hacer lo que tenga ganas yo, obviamente para que me guste a mí y también a la gente. Quiero decidir yo lo que me gusta.

Agustín Casanova y Chyno Miranda
"Ando buscando", el primer tema solista de Agustín Casanova

—¿Te sentiste cómodo en lo urbano, el reggaetón?

—Sí. Al principio me pareció muy raro, no me encontraba mucho; después fui grabando otras canciones y ahora lo estoy disfrutando. Me estoy encontrando más.

—Una de las cosas que llama la atención del tema es que cantes como latino.

—(Canta) “Acepto soy io”… Es muy loco eso, porque hablé con Chyno y le dije: “Estoy diciendo: ‘acepto soy yo el que llama, te escribe’”. Y me dijo (imita el acento): “Sí, pana, queda raro, fíjate si puedes meter un poco más de ‘io’. Dale con todo el flow”. Así que bueno, dije: ya fue, lo dejo así. Y no me disgusta.

—¿Te llegaron comentarios de lugares a los que no había llegado Márama?

—Un montón, sobre todo más al norte de América Latina, donde obviamente Chyno tiene muchos seguidores, y de otros países. Creo que es algo que voy a empezar a experimentar a medida que empiece a grabar con otras personas de otros lugares.

—Lo próximo que pensás sacar es la balada, pero ya grabaste el clip de “Bailoteame”, con Abraham Mateo y Mau y Ricky, también urbano.

—Sí, voy a grabar las voces oficiales en Estados Unidos con los productores de CNCO y Nicky Jam. Es una canción que hizo Abraham y me la dio a mí para que la grabe. Tiene algunas cosas parecidas a “Ando buscando” por lo urbano, pero una mezcla de cuatro personas en un tema es muy extraña, y la mezcla de países es muy copada. Y prometo que no voy a decir “io”.

—¿Y tu parte compositiva en qué está? Con Márama venías escribiendo tus temas...

—Sí, ya tengo algo que va a salir más adelante, porque vamos a grabar el video con nieve, y tiene un gusto especial; es la canción que más me gusta, pero quizás porque es la que más siento.

—¿De qué habla?

—Del amor (se ríe), de expareja, ahí se van a dar cuenta. Nunca había hecho una canción a una historia de amor.

—Esta consolidación como Agustín Casanova, figura solista, se ha dado muy rápido. ¿Te sentís a gusto con cómo se dieron las cosas, o no has tenido tiempo de analizarlo?

—Todavía no he podido analizarlo demasiado. Nada de mi vida he podido analizar, porque viene todo muy rápido y pasan cosas muy locas todo el tiempo, y es algo que todavía me cuesta entender. Pero aprendí a disfrutarlo; antes no, lo vivía muy estresado. Antes me costaba aceptar que me esté pasando a mí, me volvía loco con el por qué a mí. ¿Qué hice para merecer esto? ¿Soy un pibe normal y de golpe tengo todo? Pero después dejé de preguntármelo; sea porque sea pasó, lo voy a tener que disfrutar, aprender y enseñar algo.

—¿Así te tomaste el final de Márama?

—Al principio me tomó muy por sorpresa. Me llené de inseguridades, de miedos y de preguntas; me asusté. Pero sabía que en algún momento iba a ser solista, no me animaba, y creo que la vida me hizo enfrentar eso de golpe. Y entendí que no era el final, sino una transición, la apertura hacia otra cosa.

—¿Te hubiese gustado dar un cierre más concreto?

—Sí, un último show. Pero no tengo dudas de que quizás, en algún momento, se vuelve a juntar Márama.

SIMONA

Una pareja que da que hablar

A raíz del acercamiento que han tenido los personajes de Simona (Ángela Torres) y Dante (Casanova) en la telenovela Simona, el público ha empezado a pujar en redes sociales con la intención de que el rumbo de la ficción de Pol-ka, hecha para que la protagonista se quede con Romeo Guerrico (Gastón Soffriti), cambie. Sin embargo, la historia se sigue escribiendo, y el uruguayo asegura no tener idea qué pasará con su destino.

Casanova sí dice que la producción de la ficción “toma re en cuenta” lo que opinan los espectadores, y que eso está generando “un problema entre hermanos, entre Romeo y Dante”, hablando en términos de la ficción, exclusivamente.

“Personalmente me gustaría terminar con Simona, hablando de Dante, ¿no? Siento que se lo merece, la rema de verdad”, dice con una sonrisa.

En paralelo, admite que han sido “un poco malos” llevando ese vínculo a las redes sociales, lo que ha desembocado en que la prensa y los seguidores especulen con que, más allá de la pantalla, hay un romance naciendo entre Casanova y Torres, ambos solteros.

“En realidad las fotos salen de la nada, porque nos llevamos demasiado bien”, dice sobre lo que se ve en su cuenta de Instagram. “Pero la gente se fue enamorando de la pareja y me lo hace saber bastante todos los días. ¡Todos los días! Ya me está poniendo un poco nervioso”.

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