Obituario

A los 55 años murió Renzo Teflón que con Los Tontos revolucionó la música uruguaya en la década de 1980

Renzo Teflón, el músico uruguayo que falleció en la noche del lunes a los 55 años, tenía un talento que estaba más allá de la fugacidad de su éxito con Los Tontos. No tuvo tiempo ni disposición para demostrarlo con una carrera, por las razones que fuera, demasiado errática, demasiado intermitente, demasiado independiente. Fue el primer contacto de muchos treinteañeros con el rock, un mérito que lo han recordado, enterados de la noticia, con cariño y desazón.

Con sus eternos lentes negros, Renzo Teflón (alter ego de Renzo Guridi) se convirtió en una de las imágenes de la década de 1980. Fue entonces que con Los Tontos le dio al rock uruguayo que despedía a la dictadura, su mayor éxito, u201cEl himno de los conductores imprudentesu201d (la de u201cquiero puréu201d), y dos discos sorprendentemente pop y masivos. Fueron más populares que muchos de sus cogeneracionales como Estómagos, Traidores y Zero. Y tenían con qué conseguirlo: el trío (estaban además Trevor Podargo en batería y Calvin Rodríguez en guitarra; el instrumento de Renzo era el bajo) aportaba una colección de canciones que no les temía al humor, al sarcasmo o a la crítica feroz.

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Su música tenía influencia new wave (¡mucho Police!), algo del humor de Leo Maslíah (de quien Teflón fue alumno), desfachatez poética y buenas canciones. Cualquier playlist elemental de Los Tontos debe incluir, además de la del puré, u201cAna, la del quintou201d, u201cLa gordita 103u201d, u201cEl gerontocidau201d, u201cMenendez, el dementeu201d, u201cLos que salen en revistasu201d, u201cPolicíasu201d, u201cElmer, el gruñónu201d o el ska-punk de u201cJuego de masacreu201d.

Su popularidad y su condición de u201cbichos rarosu201d trajo beneficios y daños colaterales. Eso incluyó un programa de televisión (La cueva del rock por Canal 4), jingles, giras, espectáculos masivos y una pedrea en Montevideo Rock 2 que demostró que la singularidad no era un mérito suficiente para el público rockero de fines de la década de 1980.

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Cuando se separó de la banda (despedido por sus excompañeros con un u201cChau jetónu201d) encaró una carrera solista de la que el álbum Je Je (está disponible en YouTube con los rasguidos propios del vinilo) era un prometedor comienzo. Nada que ver con su etapa anterior, el álbum editado por Orfeo en 1988, lo mostraba como un cantautor moderno con una sensibilidad interesante, como queda claro con u201cViejas canciones de la radiou201d, un aguafuerte montevideana que le debe tanto a Roos como a The Police. Hay algo de Charly García y PIL en u201cBalada del piromaníacou201d, unos beats que apoyan un discurso casi rapeado en u201cJe-Jeu201d y una mirada bien crítica a la uruguayez y a lo poco que habíamos cambiado con el fin de la dictadura (u201cdespués de todo no estamos tan mal/ Ahora tenemos libertad para expresarnosu201d) en el sarcástico u201cFuimos campeones en el u201830u201d.

Durante todo ese tiempo publicó mucha música en su canal de YouTube y allí hay un montón de posibilidades abiertas no siempre exploradas, sí, pero que probaron su originalidad y su capacidad creativa.

En los últimos 30 años, Teflón se mantuvo en un u2014en cierto sentidou2014 autoimpuesto perfil bajo. Armó bandas fugaces y de alcance limitado como Los Drinkinu2019 Boys, Fachos A Go Go y hasta una improbable resurreción de Los Tontos a comienzos de siglo, con él como único miembro original. En los últimos meses había editado un disco nuevo, Unknown.

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El rockero más popular en la década de 1980 se convirtió, con cierta injusticia, en un músico u201cundergroundu201d. Como sea, su obra tiene tantos momentos y canciones inolvidables como para que hoy lo llore toda una generación.