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Un adiós en concierto muy difícil de olvidar

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Carreras dejará un recuerdo muy vívido en los uruguayos. Foto: G. Pérez

El concierto-despedida que ofreció el tenor catalán José Carreras en la Adela Reta fue inolvidable. La Orquesta Sinfónica del Sodre, dirigida por el maestro David Giménez, inició la velada interpretando la hermosa "Farandole" de la segunda suite L’Arlésienne de Bizet.

Fue un brillante preámbulo a la entrada de Carreras. Al aparecer el tenor en el escenario, el público que desbordaba el auditorio lo recibió con una interminable y merecida salva de aplausos.

Comenzó cantando la melancólica canción húngara de la comedia lírica "Alma de Dios" de José Serrano. En ella, Carreras supo transmitir las añoranzas de un gitano por su amada tierra de Hungría. Luego la soprano argentina Jacquelina Livieri hizo su debut en esta gala lírica con el bellísimo vals "Je veux vivre" de la ópera Roméo et Juliette de Charles Gounod. Livieri demostró no solo su gran dominio técnico, sino además su fina sensibilidad.

Continuó Carreras el programa con dos canzonetas: "Pecchè", de Gaetano Enrico Pennino, y "Passione" de Nicola Valente. Su inclusión fue un cálido homenaje a los tenores Mario Lanza y Giuseppe Di Stefano, dos figuras que Carreras admiró desde su niñez. La expresividad que vertió en ellas fue conmovedora. La segunda intervención de Livieri nos trajo un aria muy olvidada en salas de concierto locales: la brillante polonesa "Je suis Titania" de la ópera Mignon de Ambroise Thomas. El despliegue natural con que Livieri enfrenta las agilidades es extraordinario y es una verdadera virtuosa de las coloraturas. Luego se escuchó el primer dúo de Carreras con Livieri a través del vals "Je te veux" de Eric Satie. El romanticismo que impregna esta obra se pudo percibir en la emotiva interpretación.

Giménez y la Ossodre continuaron con una bellísima versión del "Waltz nº 2" de la Jazz Suite de Dmitri Shostakovich que conquistara popularidad al ser elegida como banda sonora del film Ojos bien cerrados de Stanley Kubrick. Carreras finalizó esta primera parte con la canción "El sueño imposible" del musical de Broadway El hombre de la Mancha del norteamericano Mitch Leight.

Luego del intervalo Carreras interpretó la canción romana "Serenata sincera" de Alessandro Derevitsky y Livieri el vals "Il Bacio" de Luigi Arditi. No podía faltar el recuerdo a Carlos Gardel ya que en este mes se cumplirán 82 años de su muerte. Carreras lo recordó con una versión muy expresiva de la canción "Lejana tierra mía". Luego el director con la orquesta interpretaron con muchísimo salero el célebre "Intermezzo" de La Boda de Luis Alonso de Jerónimo Jiménez.

El número final fue un extenso popourrí donde se escucharon: "Lultima canzone" de Tosti; "Tonight" de Bernstein; dos valses de las operetas Giuditta y La viuda alegre de Lehar, la canción catalana "Rosó pel teu amor" de Ribas; dos romanzas de zarzuelas y tres famosas melodías de ópera (la "Habanera" de Carmen de Bizet, el aria "Vesti la giubba" de Pagliacci de Leoncavallo y el famosísimo "Brindis" de La Traviata de Verdi).

Carreras demostró que mantiene aún su bellísimo timbre de voz a pesar del transcurso de los años. Lo mismo puede decirse de su refinada línea de canto extraordinariamente rica en matices que van desde sutiles pianísimos hasta los contundentes fortísimos. El repertorio elegido fue muy cuidado y adecuado a su condición física y vocal, permitiéndonos disfrutar en todo momento de su generosa voz en toda la zona central mostrando un dominio absoluto de la emisión. Impresiona la permanente y perfecta colocación de su voz, la cual le permite matizar con maestría y lucir su inigualable timbre vocal.

La presencia de Livieri realzó el concierto y complementó en forma estupenda a Carreras. Posee una hermosísima voz, su afinación es impecable y son notables sus dotes expresivas. Indudablemente es una de las más promisorias sopranos argentinas del momento.

El acompañamiento orquestal como los solos que tuvo la Ossodre bajo la conducción de Giménez fueron notables, se veía claramente una gran identificación de él con los músicos. El público enardecido no paraba de aplaudir y ante los insistentes aplausos ofrecieron cinco bises:"Chitarra Romana" de Di Lazzaro, "I could have danced all night" de My Fair Lady de Loewe, "El día que me quieras" de Gardel,"Solamente una vez" de Lara y "Amigos para siempre" de Lloyd Webber.

Un concierto difícil de olvidar.

A Life in Music.

Recital de despedida del tenor José Carreras. Orquesta Sinfónica del Sodre. Director: David Giménez. Participación especial: Jacqueline Livieri. Programa: Obras de Bizet, Serrano,Gounod, Pennino, Valente, Thomas, Satie, Shostakovich, Leigh, Derevitsky, Gardel y Jiménez. Dónde: Auditorio Nacional del Sodre. Cuándo: 14 de junio.

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Carreras dejará un recuerdo muy vívido en los uruguayos. Foto: G. Pérez

MÚSICAJULIO CÉSAR HUERTAS

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