El famoso cantante mexicano Luis Miguel se fue al parecer de farra y decidió no asistir al concierto que tenía previsto en el Coliseo Yucatán, del estado sureño del mismo nombre, lo que enardeció a los organizadores y los asistentes.

"Luis Miguel simple y sencillamente se metió a su cuarto, pidió botellas de alcohol y se está emborrachando en su cuarto. Por eso es que no vino. Esa es la verdad", dijo a unos 7.000 fanáticos uno de los directivos del centro de espectáculos al explicar las razones por las que se suspendió la función.

La Fiscalía General del Estado ordenó arrestar a tres integrantes del equipo del famoso cantante luego de una denuncia presentada por los representantes del foro por incumplimiento de contrato.

Al cabo de dos horas de espera, cuando los ánimos comenzaban a salirse de control, los organizadores confirmaron la suspensión del concierto y prometieron rembolsar a los asistentes el dinero de sus entradas y les pidieron desalojar ordenadamente el recinto.

Jorge Rejón, directivo del Coliseo Yucatán, intentó atajar el escándalo e informó a la prensa que los rumores sobre el "estado inconveniente" del cantante "no son ciertos".

El directivo se mostró apenado pero no supo dar una explicación convincente.

En las redes sociales, de inmediato surgieron críticas y burlas contra Luis Miguel.

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