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La lucha por las mejores parodias

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Una parodia inspirada, entre otras cosas, en el film Diarios de Motocicleta. Foto. A. De Brito

Seis conjuntos definirán la victoria en esta categoría.

Este año el parodismo invita a una competencia un poco menos definida desde el inicio y que por tanto parece tornarse mas atractiva a los ojos del espectador.

Es un buen año en términos generales, con diversidad en los temas que abordan desde las parodias y con propuestas que tienen fortalezas en distintos aspectos y buena calidad en su armado.

Los seis conjuntos de la categoría tienen nivel para definirla por lo que a priori se torna más atractivo el pasaje a la definición que la definición en sí misma.

La primera participación de los conjuntos permite apreciar un cambio en la elección de los temas: se apuesta más a los textos que a mostrar vestuarios o escenografías deslumbrantes. Si bien los conjuntos no descuidan su inversión en esos aspectos, se nota que pesaron otros factores en la elección de sus temáticas. En ese sentido, las apuestas de más riesgo son las de Jacquets, Nazarenos y Aristóphanes.

Jacquets pone en escena un espectáculo ambientado en el Uruguay de finales de los 60 y principio de los 70, inspirado en textos de Eduardo Galeano, situando su primera parodia en el Teatro El Galpón como forma de reconocimiento al rol de ese grupo de actores en la época citada, para finalizar con su principal apuesta: una representación paródica del secuestro de Dan Mitrione y todo el contexto que rodeó el hecho, inspirado en la película de Costra-Gavras Estado de sitio (1973).

Nazarenos también elige temáticas políticas. En este caso lo hace desde personajes argentinos, parodiando las películas El exilio de Perón (2012) y Diarios de Motocicleta, (2004) para abordar por un lado el final de un líder que marcó transversalmente a Argentina gestando un movimiento de identificación política masiva. Por el otro, el viaje que marcó la vida de Ernesto Guevara.

En otro camino discurre la trama de Aristóphanes, que se debate entre ganar o competir y la importancia de definir los verdaderos objetivos. La película El abogado del diablo (1997) es la base de la parodia elegida para representar la importancia del éxito, mientras que su punto más fuerte está en la segunda parodia, sobre el libro El camino es la recompensa, de Horacio López. Una recorrida donde se rescata la importancia del trayecto que se recorre para lograr los objetivos. Al igual que anteriores espectáculos del conjunto, se pone énfasis en determinados valores y los mantiene con coherencia durante toda la trama.

Capítulos aparte merecen los planteos de Zíngaros y Los Muchachos, dos espectáculos muy distintos y encarados en función de la competencia. En Zíngaros el punto fuerte es la parodia de Juana de Ibarbourou, con un excelente trabajo actoral de Vicky Rodríguez interpretando a la poetisa, y un encare inteligente que la mantiene al margen de la parodia: el humor está en su entorno, no en ella.

Los Muchachos eligen realizar un espectáculo jugado desde el punto de vista de su armado, con dos parodias que no son de conocimiento masivo y entrelazadas de forma tal que resultan sinérgicas en su totalidad y aportan a un fin común que es el abordaje del amor en el ocaso de la vida y el alzheimer.

El de Momosapiens es el espectáculo que mantiene el estilo más tradicional de parodismo, volcado al humor generado a través de dos parodias muy distintas, Romeo y Julieta y Los 33.

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Una parodia inspirada, entre otras cosas, en el film Diarios de Motocicleta. Foto. A. De Brito

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