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Luces y sombras de una banda de largo camino

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La Trampa. Foto: Pata Torres

La interna musical y personal de La Trampa en una biografía.

"Cuando un alumno pasaba al frente para dar el oral de rigor y recitar de memoria aquello de brigadier, teniente, alférez y la mar en coche, veía el maletín abierto y la fría amenaza de forma alargada. Era una clase más de tercero de liceo en el Joaquín Suárez, en Pocitos. Para cualquier adolescente con dignidad, resultaba difícil tragarse esa escena. Para Garabed Arakelian todavía más", dice una de las primeras páginas de Sin miedo en la oscuridad, la biografía no oficial de La Trampa que acompañó la vuelta de la banda a los escenarios.

Así, partiendo de la adolescencia del fundador y compositor de una de las bandas de rock más populares del país —y después de hacer una breve introducción en tiempo presente para poner en contexto el libro—, el periodista Ignacio Martínez empieza a reconstruir esta historia y de alguna manera desentrañar el fenómeno, ese que cuando anunció su vuelta a los escenarios llenó como si nada cinco veces el Teatro de Verano.

Hay tres líneas centrales que se van desarrollando a lo largo de esta biografía: una es la de la historia de la banda con sus muchos detalles y su interna, en un relato cronológico que va desde los comienzos hasta este año. Otra es la musical, con un análisis preciso y muy personal de Martínez que sirve para reescuchar la discografía completa y evaluar así nuevos aspectos, sonidos e ideas que se pueden haber pasado por alto. Y la otra, la más importante, es la que va armando el perfil de Arakelian, el alma de La Trampa.

Eso, sin complacencia alguna, tiene sus luces y sombras: el talento, el riesgo, la búsqueda constante de cambio y otras características que impulsaron a su grupo a la cima de la música uruguaya; pero también un carácter complicado, con momentos por demás pesimistas, difícil de llevar y que remite directamente a aquella imagen en el liceo de Pocitos, a aquella adolescencia en tiempos de dictadura.

Lo interesante de Sin miedo en la oscuridad es cómo esas líneas van cruzándose prolijamente entre sí, con una prosa clara en la que se filtran los toques de humor de Martínez y una cantidad de testimonios de los dos integrantes con más visibilidad en la banda, Arakelian y Alejandro Spuntone con visiones que llegan a ser diametralmente opuestas; de varios músicos que fueron pasando por la banda con opiniones de lo más diversas, y otros allegados a esa interna.

Todo eso parece reconstruir el camino trampero con objetividad, como sirviendo la mesa para que el lector pruebe bocados y saque sus propias conclusiones sobre el resultado final. Lo que queda claro es que la oscuridad ha sido una característica clave, si no la más importante, en la personalidad de La Trampa, una banda que aún en las mayores contradicciones logró salir del paso, dejar de lado sus peores fantasmas y seguir cantando esas canciones que identifican a toda una generación.

SIN MIEDO en LA OSCURIDAD

Autor: Ignacio Martínez. Editorial: Fin de Siglo. Precio: 490 pesos.
Páginas: 230 páginas.

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La Trampa. Foto: Pata Torres

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