Novedad
Se acaba de editar El cuaderno del año del Nobel, el sexto libro de apuntes del premiado escritor portugués
Hace unos años, la viuda y traductora de José Saramago, Pilar Del Río, escarbaba en las computadoras del escritor, conservadas en su casa de Lanzarote. Recopilaba, junto al poeta y ensayista Fernando Gómez Aguilera, conferencias dispersas del Nobel con el fin de publicarlas para los 20 años del premio.
“Ese fue el origen del descubrimiento del sexto cuaderno de José”, explicó Del Río a El País español. “En el proceso de investigación, rastreamos otra vez las computadoras. Ya muy de noche y muy cansada, cliqué en la carpeta que decía “Cuadernos”. No lo había abierto en 20 años como no había abierto la carpeta de “Todos los nombres”, porque eran carpetas de libros acabados. Para qué entrar y remover memorias y recuerdos. Pero en ese afán de búsqueda, cliqué en “Cuadernos’ y ahí estaban todos los publicados, del uno al quinto, pero debajo había un sexto. No me lo podía creer, lo abrí y el archivo estaba lleno de textos. A esas horas de la noche, me pareció brujería”.
Esos textos están en El cuaderno del año del Nobel que Alfaguara editó en Uruguay.
A veces, el diario solo enuncia un tema que le ronda en la cabeza, otras fechas recuerdan citas con colegas y compromisos culturales, pero hay días en que el escritor no tiene freno, generalmente con lectores y con políticos, y es entonces cuando sale la auténtica personalidad del autor de Ensayo sobre la ceguera. “Es un diario muy completo y muy actual”, explica Del Río, “con sus inquietudes sobre problemas de entonces, que son hoy de máxima actualidad, como la emigración o la Unión Europea”.
El cuaderno del año del Nobel es un genuino Saramago, con sus demonios: el FMI, los Estados Unidos de América del Norte (EUAN, como él lo llama) o el entonces primer ministro portugués, Aníbal Cavaco Silva, que hizo todo para que fuera odiado en su país y que lo llevó a refugiarse en Lanzarote.