Edición

Diego Recoba sabía, cuando finalmente empezó a escribir el libro sobre el disco Sobredosis de Karibe con K, qué no quería hacer. Había viajado a Colombia, todas las estructuras mentales que tenía acerca de cómo la cumbia había llegado a Uruguay se le habían desmoronado, así que ese era un recorrido descartado. No quería, tampoco, repetir la historia ni el resultado de ¡Hasta Borinquen!, el libro sobre Sonora Borinquen que hizo junto al fotógrafo Agustín Fernández y que hoy siente que quedó “a mitad de camino”, además de que generó, contra su voluntad, un relato que nadie cuestionó.

Recoba no quería bajar línea esta vez, no quería pararse en una verdad absoluta ni atarse al rigor periodístico del chequeo de datos y recuerdos. No quería embanderarse en la misión de darle voz a cierta población, ni tener muy claros los límites de lo real y lo ficticio, ni hacer la gran historia de Karibe con K ni ofrecer una rareza, una línea más para la gran caricatura del conjunto. Eso estaba claro.

Lo que no se vislumbraba con tanta nitidez era, justo, qué libro quería hacer. Por eso soltó amarras, se sumergió en una narrativa que es la que hoy quiere predicar (más libre, digamos) y convirtió sus dudas en materia prima. Así es que Sobredosis, el último lanzamiento de la colección Discos de la editorial Estuario es, como él mismo dice, “un libro de dudas”. Es una mirada a un disco fundamental de una banda clave de la música popular, atravesada por el filtro personal de su infancia en Nuevo París, sus decepciones, su crecimiento y sus enojos. En el medio están las reflexiones del propio proceso de la escritura, un relato de ficción y un par de capítulos dedicados a apuntes más específicos sobre el cancionero del álbum que hay que atender.

“Es que me fui dando cuenta que Sobredosis, capaz que la orquesta en general, estaba como banda sonora de otras situaciones: en el barrio, en situaciones de mi vida, en mi familia”, explica Recoba a El País. “Entonces si el disco está ahí, que salga a través de eso. Y me parece que el disco está”.

Karibe y el disco en cuestión permean toda la narrativa del libro, entonces, pero lo hacen para generar una libre lectura. Recoba, escritor, periodista y editor, entendió que la banda significa algo diferente para cada persona que tiene vínculo emocional con ella e incluso para los propios integrantes, más allá de que es, de manera indiscutible, un fenómeno que en los noventa cambió el curso de la música tropical nacional.

¿Y qué es Karibe para el autor? “Quizás sea una de las apuestas más arriesgadas que hubo, no solo en la tropical ni en la música, sino en la cultura uruguaya. Tenían altas probabilidades de que fuera un fracaso”, explica Recoba que habla de los brillos, el pelo teñido y la intención de ser estrellas en 1989, en un Uruguay todavía pobre y gris. “Me hicieron disparar un montón de cosas, de que hay que animarse. A mí me marcaron de esa manera y en ese sentido, para mí, fue un fenómeno. Me dio vuelta la vida”.

De alguna forma, y en Sobredosis (el libro) está, Recoba traslada esa dimensión del riesgo al ejercicio creativo en general, y opina que en Uruguay hemos sido “muy temerosos con el hacer”. “No somos conservadores o reacios al cambio porque somos moderados o sobrios, o tradicionales. No. Estamos paralizados de miedo”, escribe en Sobredosis.

“Nos hemos empeñado en ver al creador casi que como un robot que no recibe influencia de nada. Hay que empezar a ver la creación desde un punto de vista más humano. Y yo creo que la lección que tengo para aprender de Karibe es esa. A veces hacía análisis y encontraba contradicciones, fallas, cosas que no me cerraban. Y era eso”, dice a El País. “Eran jóvenes del Cerro inmersos en un proyecto disparatado, haciendo lo que querían y lo que podían. Por eso estuve cinco años tratando de descifrar el disco: porque no hay forma de descifrarlo. Porque a veces lo que hay que hacer con las obras artísticas es eso: acercarse, mirarlas de un lado y decir: ‘Mirá, yo lo miro de este lado, ¿cómo lo miraste vos?’ Mi ideal es que esto genere otro tipo de acercamientos; sumar a un tejido de memoria colectiva que está totalmente roto. No hay relato. Estamos demasiado aislados, y los libros tienen que ser eso: una excusa, generar un disparador para charlar sobre eso”.

“Creo en este tipo de literatura, de libros”, asegura el autor. “Esto es lo que tengo para dar”.

Ficha

Sobredosis

AutorDiego Recoba

EditorialEstuario Editora

Precio500 pesos