Publicidad

El escritor Guillermo Martínez habla de su nueva novela y de separar la obra del autor

Compartir esta noticia
Guillermo Martínez. Foto: La Nación / GDA.

ENTREVISTA

El escritor argentino habló con El País sobre "Los crímenes de Alicia", su nueva novela

Nació en Bahía Blanca en 1962 y luego de doctorarse en Ciencias Matemáticas en la Universidad de Buenos Aires, vivió dos años en Oxford y en 2003 ganó el Premio Planeta por su novela Crímenes imperceptibles, que fue traducida a más de 40 idiomas y hasta tuvo su adaptación cinematográfica a cargo de Alex de la Iglesia, bajo el título Los crímenes de Oxford

Quince años después del lanzamiento de esa entrega llega Los crímenes de Alicia, novela ganadora del Premio Nadal, donde el profesor de Lógica Arthur Seldom y el joven estudiante de matemática, vuelven a unir fuerzas para revelar un misterio que incluye a una sociedad secreta que se relaciona con el escritor Lewis Carroll, autor de Alicia en el país de las maravillas. En una entrevista con El País,el autor argentino Guillermo Martínez habla sobre el premio, sobre el volver a retomar sus conocidos personajes, y de la posibilidad de una tercera entrega de la saga.

—Escribe desde muy chico. ¿Cómo se mezcla la literatura con las matemáticas?

—Sí, escribo desde la infancia, la matemática fue casi que un accidente. La escritura siempre fue lo permanente en mi vida. Escribo desde los seis años porque mi padre organizaba certámenes literarios de entrecasa; mi primer libro lo publiqué a los 19 años. Mientras hacía mi licenciatura publiqué mi primer libro de cuentos, y mientras hacía mi doctorado publiqué a la par mi primera novela. O sea que siempre escribí a la par del resto de mi vida, y desde hace unos 15 años que me dedico únicamente a la literatura, aunque nunca abandoné del todo la lectura de obras matemáticas.

—Fue el tercer escritor argentino en obtener el Premio Nadal, por su nueva novela Los crímenes de Alicia. ¿Cómo fue recibirlo?

—Es un premio muy importante; no sabía la dimensión que tiene en España, y salió en la primera página de todos los diarios. Además fue una edición conmemorativa, la número 75, y es verdad, muy pocas veces se lo dan a escritores que no son españoles. El anterior argentino en ganarlo fue Juan José Saer en 1987 (con La ocasión), así que estoy muy feliz con el premio.

—En Los crímenes de Alicia usted vuelve a usar a los protagonistas de su popular novela, Crímenes imperceptibles. ¿Cómo fue retomar a estos personajes que ya tenían una historia resuelta?

—Yo también pensaba que iba a ser más difícil volver a ese mundo, pero la verdad es que, al contrario, me resultó natural, y lo que me llevó más trabajo fue imaginar a los miembros de la Hermandad. Necesitaba hacer un elenco de sospechosos e imaginar personajes; necesitaba que cada uno tuviera su propia excentricidad, su costado oculto, su vida e historia. Entonces esa fue la dificultad mayor de la novela. En cuanto a los protagonistas, fue como si hubiera escrito Crímenes imperceptibles el día anterior. Pese a que habían pasado 15 años entre una y otra, los tenía muy claros en la cabeza (a los personajes) y no tuve problemas en recuperarlos. Eso incluso me hace pensar en escribir una tercera novela, para cerrar una trilogía. Quizás en unos años, con los personajes ya en edades avanzadas y que tenga ese toque existencial del fin de la vida.

—¿Ese cierre de una eventual trilogía también se ambientaría en Oxford?

—Posiblemente sea en Oxford también. Yo la llamo “La trilogía de la lógica y el crimen”.

—Claro, porque todos los crímenes tienen su lógica.

—Sí, por supuesto. Hay una vinculación con la lógica matemática, con algunas paradojas, con la confrontación entre la lógica en la investigación policial y la mirada que pueden aportar los matemáticos. Esa clase de cuestiones son las que me interesan, y me parece que el policial me da una buena excusa para discutir también unos problemas de la filosofía del lenguaje, como en esta novela.

"Los crímenes de Alicia", el nuevo libro de Guillermo Martínez. Foto: Difusión.
"Los crímenes de Alicia", el nuevo libro de Guillermo Martínez. Foto: Difusión.

—Esperemos que el cierre de la trilogía no demore otros 15 años, entonces.

—Bueno, no sé. También lo espero, pero tengo otras novelas en lista de espera. Ahora estoy con una novela sobre la vida literaria. Pero también espero escribir la tercera en tiempos más prudentes.

—Lewis Carroll, más allá de ser uno de los escritores ingleses más conocidos, tuvo un pasado discutible como se muestra en Los crímenes de Alicia. ¿Es posible hoy en día desligar la obra del autor?

—Creo que sí, que es necesario más que posible. Porque si uno va a atar la suerte de la obra a la inspección de la vida privada, muy pocos resistirían el escrutinio de todas las épocas y todas las morales posibles. Basta pensar en Lawrence Durrell y su relación incestuosa con su hija que se suicidó; en Neruda con la confesión que hizo en su biografía, de que violentó a una mujer; en Borges con sus declaraciones sobre los indios y negros. En fin, si uno se pone a hurgar en cada hecho y declaración de la vida de los autores, muy rápidamente quedan las bibliotecas vacías. Celine con su antisemitismo... Quedan pocos autores. Y las épocas van cambiando en cuanto a sus exigencias. También Nabokov está en la mira

—Crímenes imperceptibles fue llevada al cine de la mano del director español Alex de la Iglesia. ¿Qué le pareció su adaptación?

—Me pareció muy interesante en cuanto a la lectura propia que hizo sobre el tema de la inteligencia. Imaginó una confrontación entre dos maneras de pensar la relación de la matemática con el mundo. Una manera la ve como previa al ser humano, como estructuración de la realidad; y otra como lenguaje que tiene algo de arbitrario y antropológico. Lo interesante de la película es que la final ambas visiones se muestran como fracasadas, cada una con su equivocación y ceguera parcial; eso me gustó mucho. Después, un autor lamenta que se pierdan algunas escenas del libro, pero siempre una adaptación cinematográfica tiene algo de selección y amputación.

libro

"Los crímenes de Alicia"

La novela ganadora del Premio Nadal 2019 (el premio literario más antiguo de España) se sitúa en Oxford, en 1994, y trae de vuelta a los personajes de Crímenes perfectos para investigar un secreto que está en los diarios privados de Lewis Carroll, el autor de Alicia en el país de las maravillas. Hay una serie de crímenes y una incansable búsqueda por parte de un profesor y un estudiante.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad