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Cara Delevingne, una millennial que se quiere comer el mundo

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Cara Delevingne

Polifacética

La modelo y actriz debuta como escritora con una novela que ya está en Uruguay

Cara Delevingne
Cara Delevingne. Foto: Reuters

Ha llevado su talento de la pasarela al cine, del cine a la música y de la música a la literatura, porque nadie va a ponerle límites a sus ambiciones. De hecho, ha dicho que no tiene “una aspiración vital” y aunque ha lidiado con la depresión y la ansiedad, eso no es un problema. Las revistas de cultura y estilo recurren a ella a cada rato, así como los principales diseñadores del mundo, que la quieren para sus pasarelas, videos o para diseñar una colección cápsula. Para el delirio de los paparazzi, habla en público de una sexualidad sin etiquetas, se muestra con sus parejas y alienta a los jóvenes a aceptarse como son.

Disfruta de la comida chatarra y lo comparte en redes; hace caras raras y las exhibe en redes; convierte su larga melena rubia en un corte pixie castaño y lo luce en sus redes... Todo eso, lo siguen 41 millones de personas en Instagram, 10 millones en Twitter y seis millones en Facebook, y en cada cuenta, su carta de presentación son sus dos lemas, digámosle filosóficos: “Acepta tu rareza” y “Para de etiquetar, empieza a vivir”.

Cara Delevingne, rubia, de ojos claros y rasgos delicados, rebelde y extrovertida, y es la celebridad millennial por excelencia: nada le alcanza, y se quiere comer el mundo. Y aunque la respalda una familia adinerada, la chica ha hecho méritos para ser hoy una de las veinteañeras más influyentes del mundo, y ha aprendido a manejar como nadie su propia marca. Pero lejos de la ostentación, una de sus prioridades ha sido cuidar el mensaje del que millones de personas se hacen eco. De ahí eso de aceptar la rareza, de empezar a vivir.

Esas máximas son las que aparecen en "Mirror, Mirror", su primera novela coescrita con Rowan Coleman (best seller inglesa que aún no ha llegado a Uruguay), editada en octubre del año pasado y ya disponible en librerías locales.

Para contar un mensaje inspirador, Delevingne se vale de cuatro chicos raros que hasta que no se encuentran entre sí, se sienten perdidos. Arman una banda, funcionan mejor de lo que se podían imaginar, pero cuando la bajista Naomi desaparece, y luego la encuentran inconsciente tirada en el río Támesis, su adolescencia casi normal cambia para siempre.

En el desarrollo de esa trama, que cae en una cantidad de lugares comunes (madre alcohólica, padres ausentes, chica popular, chico malo, conflictos sexuales y así), el tiempo perdido en detalles que poco aportan le quita sorpresa a los giros, y hace que el gran nudo sea predecible y se desentrañe rápido. Pero la lectura es ágil y para el propósito de Delevingne —“deseaba que fuera un libro sobre el poder de la amistad y que mostrase que rodearte de la gente a la que quieres y en quien confías es lo que te hace ser fuerte”—, está a la altura. Después de todo, ella misma ha contado sobre cómo sufrió su adolescencia y cómo sentía que había algo mal en ella, con lo que logra darle a Red, el personaje principal de Mirror, Mirror, ciertos momentos de profundidad.

Pero aquí como en la pasarela, el cine o la música, lo que importa es la marca Delevingne. Se nota en la portada del libro, donde su nombre aparece más grande que el título; en la contratapa, una foto suya a todo color; en la introducción que firma y en la entrevista del cierre; y hasta en la faja del libro, en la que se promete una “novela provocadora de la superestrella que siempre va un paso por delante”. No es para tanto, pero la inglesa sigue dando pasos firmes, y tiene mucho por caminar.

Ficha

Cara Delevingne
Mirror, Mirror
DeCara Delevingne y Rowan Coleman
EditorialPlaneta
Precio790 pesos

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