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Cuando el humor es la más certera oposición

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El actor ha criticado, desde la comedia, las políticas del presidente Trump. Foto: Difusión

La televisión como faro para las críticas al presidente Trump.

Todo comenzó como una imitación más en el programa Saturday Night Live, donde Alec Baldwin imitó al entonces candidato presidencial, Donald Trump.

El éxito de ese segmento (es de octubre del año pasado y lleva más de 18 millones de reproducciones en YouTube) en el que Baldwin hizo de Trump en el debate presidencial fue la primera de una serie de apariciones del actor en ese programa, donde se da una panzada de comedia gracias a las frases, gestos y señas características del actual presidente. Baldwin dijo ayer que la imitación no será para siempre ya que "esta malicia de la Casa Blanca tiene a gente muy preocupada".

Desde un primer momento los dardos no estaban centrados solo en Trump, sino en todo el espectro político. Mientras Baldwin se burlaba de Trump, Kate McKinnon, también de Saturday Night Live parodiaba a Hillary Clinton, burlándose del estado de salud de la demócrata, mezclando fragmentos del debate con el clásico humor satírico del programa que ya lleva 42 temporadas.

Esta serie de parodias hizo que la audiencia del programa se disparara desde que se comenzó a burlar del multimillonario convertido en político, consiguiendo la mejor audiencia en 22 años.

En los sketches se muestra a Trump como un líder un poco tonto, con un ego enorme, poca capacidad para concentrarse y adicto a Twitter, lo que quizás no esté tan alejado de la realidad del actual presidente, que, según se dijo, no hace deporte y se la pasa mirando televisión.

"La comedia le afecta", dijo el cineasta Michael Moore la noche previa a la toma de posesión del mandatario. "Si se burlan de él, si lo ridiculizan o simplemente muestran que no es popular, va a implosionar".

Seguramente el equipo de escritores tuvo en cuenta estas afirmaciones, ya que la nueva temporada volvió a cargar sus dardos contra el ahora presidente y sus asesores.

El secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, fue parodiado por la actriz Melissa McCarthy. La asesora Kellyanne Conway, quien hace poco apareció sentada de rodillas en el Salón Oval fue imitada por McKinnon, la misma actriz que usando a la película Forrest Gump como medio, se burló del procurador general Jeff Sessions quien, según investigaciones, habría estado en contacto con la diplomacia rusa, lo que está prohibido.

Claro que las críticas no provienen solo de Saturday Night Live, sino de todo aquel que tiene un micrófono delante. Aunque mayoritariamente se centran en los late shows, el formato clásico de la televisión estadounidense. El resto del mundo los sigue por YouTube y algunos se convierten en éxitos de este canal.

Como Last Week Tonight conducido por el inglés John Oliver (que en Uruguay se ve los lunes a las 22:00 por HBO) quien llegó a comprar espacios publicitarios en varios canales para "educar" a Trump y evitar así que tome decisiones equivocadas basadas en elementos inexactos.

Otros críticos que se enmarcan en este formato son el Late Night con Seth Meyers y The Daily Show con Trevor Noah, quienes, a su manera, han lanzado dardos, algunos más certeros, contra el presidente.

Para futuras críticas solo resta esperar alguna frase desafortunada o algún nuevo inconveniente en la administración Trump, para que este ejército de comediantes vuelva a la carga. Están con sus armas listas.

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El actor ha criticado, desde la comedia, las políticas del presidente Trump. Foto: Difusión

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