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Entretenimiento familiar que triunfa en el rating

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Los programas de entretenimiento son opciones válidas para toda la familia.
Nota a Annasofia Facello y Alberto Sonsol, conductores del programa Escape Perfecto de Canal 10, ND 20150310, foto Ariel Colmegna - Archivo El Pais
Archivo El Pais

Entre los programas uruguayos, “Escape perfecto” logró consolidarse.

La frescura de Annasofía Facello, la pasión de Alberto Sonsol; preguntas, respuestas, desafíos y una pareja haciendo lo posible por llevarse a su casa una buena recompensa. Son muchos los ingredientes que han hecho de la versión uruguaya de Escape perfecto (un formato internacional bastante vendido) uno de los programas nacionales más famosos de este 2015.

Está bien, es un formato internacional y no una producción netamente uruguaya, pero son los componentes locales (conductores, participantes y temáticas abordadas) los que le ponen esa impronta familiar.

Y es esa característica familiar la que ha convertido a Escape perfecto en uno de los programas más vistos del año. ¿Acaso no es divertido compartir un momento del día con los allegados, jugando de la misma manera que en pantalla pero con el único (y valioso) objetivo de acertar la respuesta?

El programa de Sonsol y Facello se cuela con frecuencia en el podio del rating local, y este formato de entretenimientos le resiste al paso del tiempo. Es entretenimiento "sano", que se plantea como una opción más accesible y amable que las telenovelas o los noticieros.

De hecho, ya se confirmó una tercera temporada para Escape perfecto en 2016, además de una especial de verano, que tendrá algunas variantes. Con la rubia estará haciendo dupla Diego González, suplantando de manera temporal a Sonsol, y los participantes serán famosos uruguayos.

Esa buena repercusión también aplica a Salven el millón, otro internacional que en Uruguay conduce Jorge Piñeyrúa, y al español Ahora caigo.

Piñeyrúa, con menos dinámica que la dupla Sonsol-Facello (su programa exige mayor carga de tensión, así que la lentitud para darle suspenso al asunto es válida), también tuvo un año bueno en dos frentes.

Salven el millón se consolidó como una oferta atractiva para la audiencia uruguaya y la explicación es la misma: una propuesta para toda la familia, sana y a la vez educativa. Y a su vez festejó 10 años al frente de Bendita TV, un clásico de la televisión uruguaya.

En épocas en que la ficción uruguaya televisiva brilla por su ausencia (aunque Saeta repetirá Somos, serie de unitarios basada en autores uruguayos contemporáneos), la producción uruguaya se defiende usando el entretenimiento.

En La Tele, la segunda temporada del reality show de talentos Yo me llamo, que también es una adaptación de un formato extranjero y que terminó recién, cosechó buenos números y mostró una mejoría respecto al primer ciclo.

Sin embargo, el gran triunfo nacional que tuvo este canal fue el de El origen, que por segundo año consecutivo demostró que un contenido serio puede ocupar el horario central, e incluso ganarle la pulseada a aquello que parece invencible.

Facundo Ponce de León superó a Las mil y una noches con la Independencia y José Batlle y Ordóñez (ver recuadro).

Otra cara.

En un año con tanta aprobación al entretenimiento nacional, hubo dos grandes apuestas que no estuvieron a la altura de las expectativas de los canales.

Una fue Me resbala. Nuevamente, una adaptación uruguaya de un formato internacional, con un despliegue notable y una propuesta divertida: ver a los famosos jugando sin vergüenza ninguna, y en algunos casos haciendo el ridículo.

Rafa Villanueva estuvo al frente de 22 emisiones, primero los miércoles perdiendo la batalla con Las mil y una noches (el gran fantasma de 2015) e instalándose luego los sábados, con suerte dispar. Luego, el producto fue levantado, aunque podría volver en 2016.

Y otra fue Parentela. Manuela Da Silveira cambió de canal y se llevó a Monte Carlo a Luciana Acuña y a un puñado de actores impecables del teatro. Al estilo del late show, la comediante trató de llevarle humor a la vieja usanza a las familias.

Proponía monólogos, interactuaba con la familia Parentela y realizaba entrevistas, con gracia y frescura. Pero no alcanzó. La gran producción que realizó Nepal duró apenas dos meses, terminó abruptamente y se desconoce qué sucederá.

Si la producción nacional en el cine se ha visto golpeada este año y su futuro pende de un hilo, a nivel televisivo parece ya extinta. De ficción ni se habla y hacer productos originales requiere demasiado esfuerzo económico que después, como en el caso de Parentela, no encuentra recompensa.

Las adaptaciones de formatos internacionales son vías de escape para esta industria, y la teleaudiencia las aprueba.

"El origen": el triunfo de la historia nacional.

Facundo Ponce De León y la productora Mueca Films volvieron a consagrarse con El origen, un programa muy completo y complejo que llevó con éxito la historia nacional a la pantalla.

Igual que el año pasado, el conductor presentó dos emisiones que, en los días que salieron al aire, fueron las más vistas en el país.

El primer programa se llamó Independencia y, con habilidad y precisión, repasó el nacimiento de Uruguay como país independiente a partir del Desembarco de los 33 Orientales. Fueron seis meses de preparación detrás de ese especial, reconocido y elogiado por la audiencia.

El segundo fue José Batlle y Ordóñez, una presentación profunda de una de las figuras más importantes de la historia uruguaya. Una vez más, la aprobación del público fue rotunda.

Con dos apariciones en pantalla por año, a Ponce De León le basta para ser un hombre clave de la televisión nacional de hoy.

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