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Un director nuevo en las grandes ligas

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El director Scott Cooper está llamado a cosas grandes. En sus dos primeras películas (Loco corazón y Out of Furnace) consiguió colarse en el legado en la tradición del cine estadounidense clásico, aquel que se discontinuó en la década de 1970, por poner una fecha.

Ahora vuelve a hacerlo con Pacto criminal, una película de gangsters que transita el género con la virilidad y la capacidad narrativa de los grandes directores del género. Cooper está llamado para grandes cosas.

En Loco corazón (que le dio el Oscar a Jeff Bridges) contaba la historia de un cantante country con vida de vagabundo y posibilidad de redención. Out of Furnace era una historia policial (Christian Bale intentando vengar la muerte violenta de un hermano) en un contexto social y cultural alejado de la mano de Dios; el mismo paisaje y la misma desesperanza de, por ejemplo, El francotirador de Michael Cimino. Cooper es un heredero de aquellos grandes directores.

En Pacto criminal remplaza ese ambiente por otro más salvaje: las calles de Boston, la misma locación de Infiltrados, la de Martin Scorsese, una película con la que dialoga desde la historia.

Aquí es el personaje real que estaba detrás del Frank Costello de Jack Nicholson en la de Scorsese. Es la vida de James "Whitey" Bulger, el hombre más buscado por el FBI en la década de 1980 que sin embargo trabajaba precisamente para sus perseguidores. Cuando salió a la luz, el caso reveló una complicada trama de corrupción policial y desmanteló la feroz organización criminal que manejaba Bulger, quien además era hermano de un senador. Cooper trabaja con una historia enorme que debe apretar en dos horas. Lo hace.

La película está armada a partir de testimonios reales de socios, compinches y víctimas. Arma un universo violento y feo que Cooper muestra con un cuidado diseño de producción, una de sus características de su trabajo junto con la fotografía de Masanobu Takayanagi quien acá remplaza los ambientes rurales de Out of the Furnace por la urbanidad del sur de Boston.

Depp vuelve a recurrir a los postizos para construir un personaje que debería estar entre los más repugnantes del cine reciente. Es la fría y burocrática degradación del mal en connivencia con el poder. Al igual que aquel personaje de Nicholson es un villano sujeto a un venenoso código moral. A Depp se lo menciona como candidato al Oscar pero está como siempre: llamativo y correcto.

Y además tiene un director como Cooper que sabe hacer lucir a sus actores y darles el escenario apropiado. Y con sus libretistas Mark Mallouk y Jez Butterworth consigue crear una pieza que conoce, respeta y enaltece un género que sabe de grandes películas. Esta es una de ellas.

SABER MÁS

Pacto criminal (****)

Estados Unidos, 2015. Título original: Black Mass. Dirección: Scott Cooper. Guión: Mark Mallouk y Jez Butterworth basado en libros de Dick Lehr y Gerard O’Neill. Fotografía: Masanobu Takayanagi. Música: Junkie XL. Con: Johnny Depp, Benedict Cumberbatch, Dakota Johnson, Joel Edgerton, Kevin Bacon,Peter Sarsgaard, Jesse Plemons, Rory Cochrane, W. Earl Brown. Estreno: 29 de octubre.

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