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Los destellos de una imaginación afiebrada

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Philip K. Dick

Ahora que se anunció la serie "The Man in the High Castle" producida por Ridley Scott por Amazon Prime, repasamos algunas de las adaptaciones sobre los libros de Philip K. Dick

The Man in the High Castle (hay edición castellana editada por Minotauro, con el título de El hombre del castillo) es una novela de ciencia ficción de Philip K. Dick publicada en 1962, que supone que los aliados fueron derrotados durante la Segunda Guerra Mundial. La acción transcurre en los Estados Unidos, quien años después de la terrota. El antiguo territorio norteamerico ha sido dividido en tres sectores, con alemanes en la costa este, japoneses en las del Pacífico, y una franja intermedia de territorios autónomos, algo así como el equivalente estadounidense de Vichy. Es uno de los mejores libros de su autor, y lo posicionó como uno de los grandes escritores de la “nueva cosa”, la generación de escritores de ciencia ficción que vino después de los clásicos de la Era de Campbell (Asimov, Heinlein, Andersson y Clarke, entre otros). 

Ahora The Man in the High Castle es también una serie de televisión producida por Amazon. El cerebro detrás del proyecto es Frank Spotnitz, uno de los principales cómplices de Chris Carter en Los expedientes secretos X. El piloto de la serie (que tendrá diez capítulos) fue escrito por Spotkintz y Howard Brenton, quienes al parecer se tomaron varias libertades con el material literario original. Eso no es un reproche: una película o un film de televisión deben sostenerse por sí mismos, no por el parecido con el material que los inspira. El capítulo piloto fue dirigido por David Semel, y el elenco incluye a Luke Kleintank, Arnold Chun, Alexa Davalos, Rupert Evans y otros.

Pero el productor ejecutivo de la serie es Ridley Scott, quien ha realizado lo que debe ser la mejor adaptación de Dick al cine (y también su mejor película) con Blade Runner (1982). También Blade Runner se alejaba considerablemente de la fuente literaria original (el cuento ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?), de manera que el tema de la fidelidad o traición al material de origen queda abierto.

Si no puede ver el video, haga click aquí.

El gusto por los universos paralelos, las apariencias que a menudo engañan y ocasionalmente una dosis de misticismo que provenía de sus coqueteos con el budismo, con la droga y ocasionalmente con la locura total ha sido rasgos reiterados en la literatura de Philip K. Dick (1928-1982), y algunos de ellos han sobrevivido en lo que el cine y la televisión ha hecho con ellos. Varios cuentos y novelas de Dick han dado origen a películas, telefilms y episodios de teleseries de diverso valor. Es probable que Blade Runner sea lo mejor, pero no lo único.

Salteando capítulos de teleseries, que resultan un poco más difíciles de rastrear, un repaso de Dick en el cine debería incluir por lo menos El vengador del futuro (1990) de Paul Verhoeven, con Arnold Schwarzenegger (repetida en 2012 en una versión inferior dirigida por Len Wiseman y con Colin Farrell). Ambas repetían con variantes la idea de un héroe que vivía de hecho una realidad virtual, basada en implantes cerebrales que le inventaban un pasado inexistente con objetivos que se averiguaban a medida que la película avanzaba.

Es posible sin embargo que la mejor adaptación de Dick al cine luego de Blade Runner haya sido Minority Report (2002), una suerte de película “futurista hitchcockiana” hay incluso una secuencia en la que su director Steven Spielberg copia una secuencia idéntica de Corresponsal extranjero de Hitckcock) acerca de un un futuro donde la justicia es manipulada en basa a presuntas futuras intenciones, y el liberalismo democrático está a punto de irse al diablo. La película, que incluía a Tom Cruise en un típico personaje hitchcockiano de “falso culpable”, ha dado lugar incluso a una teleserie más reciente.

Richard Linklater dirigió en cambio lo que puede ser la versión más fiel de una novela de Dick: A Scanner Darkly (2006) exploraba en animación los peligrosos efectos de una droga sobre varios personajes, con resultado inquietante.

Dick ha estado detrás de otras películas, Un cuento suyo estuvo en la base de El pago (2003) de John Woo, donde al protagonista Ben Affleck le borraban parte de la memoria para que no divulgara ciertas cosas, pero algo salía mal. Otro dio lugar a Los agentes del destino (2011) de George Nolfi, con Matt Damon, donde misteriosas fuerzas interferían un romance, quizás poraue podía afectar el desarrollo de la Historia con mayúscula.

Nadie ha dicho en cambio que El origen de Christopher Nolan secuestra ostensiblemente ideas de Dick (en especial de su novelas Ubik y Ojo en el cielo) acerca de universos paralelos y acaso imaginarios, uno de los cuales (al igual que en The Man of the High Castle) puede ser el nuestro. Para no decir nada de la saga Matrix, que es, toda ella, Dick. Mal copiado.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Philip K. Dick

CIENCIA FICCIÓN - philip k. dickGUILLERMO ZAPIOLA

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