Hace dos años Seba González, Pablo Magno, Germán Medina y Pablo Oyhenart se subieron al escenario más chico del Teatro Metro no se imaginaron que iban a llenar cada semana la sala de 100 localidades.

Con el espectáculo Estos, cuatro amigos comediantes —de los pioneros en stand up en Uruguay— prácticamente desconocidos para la gente empezaron a generar un público fiel, que los fue a ver más de una vez. Fueron de los primeros en lograr un espectáculo así dentro del género. "No podemos decir que va a ser un sueño hecho realidad, porque sinceramente, nunca soñamos con algo tan loco", escribieron en su evento en Facebook.

Este jueves a las 21.30 se despiden del show que los hizo pasar de los boliches al teatro, en la sala más grande del Metro, con una capacidad de 1.000 personas. Y después de haber hecho reír a 5.000 personas aproximadamente en dos años, ya tienen la experiencia como para afrontar el desafío. Germán Medina, uno de Estos, habla de su experiencia con un género en auge y del show.

"En Estos somos cuatro comediantes que realmente trabajamos con humor para la gente y por la gente. No concibo hacer un espectáculo para que no vaya nadie. La gente se va renovada, le cambia la noche", dice orgulloso de su trabajo en el espectáculo.

—¿Hay más interés en el stand up?

—Sí, absolutamente.Es una forma de hacer humor muy barata a la hora de producirlo. Hacemos reír con un micrófono en la mano, nada más. No es tan sencillo, igual. Más allá de que ahora esté de moda el stand up, el humor es algo increíble que siempre estuvo. Hacer reír a la gente es algo único, más si escribís tu propio guión. Yo lo comparo a cuando un músico se sube a un escenario y de repente la gente está coreando su canción.

—¿Cómo es el nivel del stand up en Uruguay?

—En Estados Unidos es una industria, hay una mega producción, el comediante es una estrella de rock. Acá no tenemos nada que envidiarle, te reís desde que llegás hasta que te vas, pero nosotros imprimimos las cosas, armamos la escenografía, producimos, hacemos los guiones, la comunicación. En Uruguay hay muy buen nivel de comediantes pero caemos en la producción, hace falta dinero y que los comediantes —y esto es un mea culpa— se lo tomen como algo profesional.

—¿Cómo se toman que ahora haya cada vez más famosos en el género?

—Yo sé que en el ambiente hay mucho recelo por el famoso que hace stand up, así como hablamos al principio que el género es barato, para el famoso más, solo tienen que pagarle a quién le escriba el guión. A mí me parece bárbaro que lo hagan, después la gente elige a quién va a ver.

—¿Cómo empezaste a reírte de vos mismo?

—Enfrentarse con humor a las cosas de la vida me parece la mejor terapia que se puede hacer, el que realmente se ríe de uno mismo ya venció un montón de cosas. Yo hace 15 años que quería hacer teatro, empecé las clases y los profesores me decían que todo lo llevaba al humor. Entonces entre mis familiares, profesores y amigos me dijeron que tenía que ir para ese lado. Porque yo me río de todo, sobre todo de mí. En el stand up encontré una veta increíble, ahora vivo de esto. Soy feliz haciendo lo que hago.

—Una vez leí que hacer stand up es como ser un dj de risas, ¿lo ves así?

—Sí, es tremendo. En el stand up es muy rápida la respuesta, cada 30 segundos vos tenés que hacer reír. Además no hay vestuario, escenografía, música, te enfrentás a la gente en el aquí y ahora, sin nada.

—¿Cómo fue subirte por primera vez?

—Las primeras veces me fue muy mal, requiere mucho ejercicio, como en cualquier cosa de la vida. Yo cometí un gran error, no tenía claro la imagen que daba. Hasta los 22 años tuve como 30 kilos de más, entonces me quedaron un montón de cosas de eso. Quise hablar del tema pero mi aspecto físico no se relacionaba, había un divorcio entre mi imagen y lo que yo decía.

Germán Medina habla de la última función de Estos, el stand up del Metro