En I.Sat se inicia la despedida de una serie de humor tan ácido como real.

Con la tercera temporada de My Mad Fat Diary (viernes, 22 horas) llega el final de la historia de Rae (Sharon Rooney), la chica con algunos problemas de más y un corazón tan grande como su cuerpo.

Las cosas marchan mejor que al principio, pero todavía falta. Familia, amigos, chicos, universidad: con tantas cosas en la balanza es muy difícil encontrar el equilibrio. Y para colmo van surgiendo las presiones de un mundo cada vez más adulto. Querido diario: es la tercera, pero Rae nunca se dará por vencida.

En la última temporada, llegamos a 1998. Dos años pasaron desde que Rae saliera del hospital psiquiátrico donde estuvo internada luego de su intento de suicidio. Mucho ha cambiado en este tiempo: ella ya no está sola, su banda de amigos la adora y tiene un novio perfecto. Pero llega el tiempo de ir a la Universidad. Y la estabilidad emocional de Rae se tambalea ante lo desconocido. El britpop suena a todo volumen en el último verano junto a la pandilla.

Rae es aceptada en la universidad de Bristol, pero las cosas se aceleran tanto que se asusta y les miente a todos con que fue rechazada. Su analista Kester (Ian Hart) la alienta a avanzar. Su novio Finn (Nico Mirallegro) también, pero esto la confunde mucho más.

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