Contra todos los augurios, George Miller - director y escritor australiano de Mad Max (1979), Mad Max 2: guerrero de la carretera (1981) y Mad Max más allá de la Cúpula del Trueno (1985) siempre pensó que llegaría el día en que hiciera otra aventura de Mad Max.

No era fácil creerlo, pues desde que la empezó allá por 2001 todo tipo de obstáculos amenazaron con hundir el proyecto, que se llamaría Mad Max: Furia en el camino. Entre ellos estuvieron los atentados de septiembre de 2001, la pérdida de valor del dólar estadounidense ante el dólar australiano, la edad y los escándalos públicos de Mel Gibson, y la decisión de Twentieth Century Fox de abstenerse de financiar la película.

Sin embargo, para 2009 Miller pensó que todos los sistemas estaban listos. Consiguió que Tom Hardy asumiera el papel de Max Rockatansky, y Charlize Theron el de Imperator Furiosa. La producción se preparó para empezar en Australia. Fue entonces cuando la Madre Naturaleza asomó su feo rostro y las inundaciones dejaron empapadas las tierras del interior, obligando a Miller a volver a empezar.

Por último, en 2012, con Hardy y Theron milagrosamente todavía abordo, Miller (médico convertido en cineasta que se está acercando a su cumpleaños número 70) partió rumbo a Namibia para rodar su obra de alto octanaje. La película se estrena por fin en estos días.

"Muy en el fondo, siempre pensé que esto iba a ocurrir," asegura Miller, hablando por teléfono desde la relativa calma de su oficina en Sídney. "Hicieran lo que le hicieran, parecía volver a levantarse de alguna manera. No desaparecía, y de algún modo siempre la tuve presente en la mente".

"Era una picazón que tenía que rascarme," agrega riendo. "Suena un poco loco pues nada es predecible, pero yo solo sentía que se iba a dar, de una forma u otra. Pero no pensé que iba a tardar tanto tiempo."

La trama de Furia en el camino se reduce a un intento de responder a esta pregunta: ¿Cómo le encontramos el significado a un mundo que se ha vuelto loco?

"Por desgracia, eso no ha cambiado en los 14 años desde que empezamos," observa Miller. "Esas películas de Mad Max eran básicamente alegóricas, por lo que en cierto modo están fuera del tiempo. Aunque vayamos al futuro, es un mundo que ha retrocedido a un ambiente muy de la Edad Media, salvo por el hecho de que cuenta con la tecnología de hoy".

"Un hombre que lucha por encontrarle el sentido a un mundo que se ha vuelto loco: eso es bastante universal," asegura Miller. "También me gusta decir que Furia en el camino es un western sobre ruedas. Los westerns han existido desde siempre. Han sido un elemento básico del cine durante buena parte de un siglo. Así que es más o menos en ese estilo."

Más específicamente, Furia en el camino es una película de persecuciones que dura 120 minutos y tiene pocos diálogos. Max ni siquiera habla en los primeros veinte minutos. El impulso de la persecución es Imperator Furiosa, una fuerza incontrolable que conduce un trailer con muchos accesorios, el cual le sirve para rescatar a cinco mujeres esclavizadas por un cacique de guerra llamado Immortan Joe (Hugh Keays-Byrne). Immortan Joe envía a sus tropas, los Chicos de la Guerra, entre los cuales va Nux (Nicholas Hoult), en su búsqueda, y Max termina implicado en la lucha.

"Si vemos las películas de persecuciones, tenemos clásicos como La General (1926) de Buster Keaton, las películas de Harold Lloyd, algunas de Chaplin, los policías de la Keystone e incluso los westerns, antes del cine sonoro, antes de 1927, 1928, 1929, esencialmente eran películas de persecuciones," explica el director. "Ahí fue donde se inició el lenguaje cinematográfico, así que, en ese sentido, las películas de acción son cine pura, un cine más destilado. Es algo que me fascina muy profundamente. Me impulsa la curiosidad, es una de las primeras cosas que me interesaron del cine."

Dado que Furia en el camino tiene muy poco diálogo, Miller necesitaba actores profundamente expresivos. Los encontró en Hardy, a quien seleccionó antes de que sus labores en El origen (2010) y Batman: el caballero de la noche asciende (2012) de Christopher Nolan lo catapultaran al estrellato, en Theron, ganadora del Oscar, y en Hoult, el joven actor británico conocido por Un gran chico (2002) y por su papel como Hank McCoy, "La Bestia," en las películas de los X-Men.

"En una sola generación no encontramos muchos actores que tengan esa cualidad del Mad Max original, que en esencia es un personaje silencioso," declara Miller. "Empero, detrás de esa quietud y ese silencio hay muchas cosas que le suceden al personaje. Yo diría que es una especie de magnetismo animal".

Miller pasó los años anteriores a Furia en el camino escribiendo y dirigiendo cuatro películas familiares: Babe (1995), Babe 2: Un chanchito en la ciudad (1998), Happy Feet, el pingüino (2006) y Happy Feet 2 (2011). A primera vista, esas películas parecen desenfadadas, incluso gozosas. Pero Miller invita a cualquiera que piense eso a mirar más de cerca, a escarbar debajo de la superficie.

"Yo hice Babe y Happy Feet teniendo en mente a mis hijos", prosigue. "Lo único que hacía era ver animación y películas de niños. Ahora mis hijos crecieron y no van a querer ver esas películas. Van a querer ver Mad Max".

Llega a la cartelera “Mad Max: Furia en el camino” protagonizada por Tom Hardy