Bollywood

Un cine que no se estrena en Uruguay se puede apreciar por los servicios de streaming

Nicolás Lauber

El cine de Bollywood es bastante distinto a lo que estamos acostumbrado a ver, aunque si se le da una chance resulta cautivante.

Se trata de una de las mayores industrias del cine mundial y la primera en cantidad de producciones, que genera cerca de la mitad de las entradas que se venden cada año en India. Bollywood es uno de los mayores centros de producción de cine del mundo, superando holgadamente a Hollywood en cantidad de películas estrenadas y entradas vendidas cada año.

De allí que existan en Netflix varias producciones de ese país (se encuentran buscando la palabra “Bollywood”). Si bien no se trata de los últimos estrenos, permiten dar un vistazo a varios títulos interesantes. Es que las películas más importantes se encuentran en el servicio de streaming de la productora Eros, que si bien se pueden ver en Uruguay gratis por un mes, no tienen subtítulos.

En la India nombres como Ranveer Singh, Deepika Padukone, Shah Rukh Khan, John Abraham, Priyanka Chopra o Irrfan Khan son los más buscados por la prensa, y sus películas, las más esperadas. Incluso más que los superhéroes de Marvel o lo nuevo de estrellas del Hollywood como Tom Cruise o Meryl Streep.

Los intérpretes de Bollywood no solo actúan, también cantan y bailan en sus películas. No importa si es un drama histórico, una comedia moderna, de terror o ciencia ficción, los números musicales son parte del atractivo, y lo más distinto, que tiene Bollywood para ofrecer. Así, meses antes de cada estreno, aparece la banda sonora que va generando la expectativa por la película.

De esta forma, esa exótica narración, interrumpida por números musicales, resulta extraña para los ojos occidentales. Aunque el cine de Bollywood esconde algunas maravillas que valen la pena descubrir. Como las fastuosas producciones donde los vestuarios e imponentes escenografías no le tienen envidia a cualquier gran producción de Hollywood. Un estilo exuberante, grandilocuente, algo artificioso y que roza lo kitsch, representan a estas producciones que suelen rodarse en Bombay (de allí Bollywood), la gran capital del cine de India.

Y esta industria no se centra únicamente en contar historias míticas o leyendas de reinas y reyes, ya que hay varias (buenas y malas) adaptaciones de obras de autores como William Shakespeare o Jane Austen, entre un enorme etcétera.

Claro que para los cánones occidentales de actuación, lo que se ve en Bollywood es muy distinto. Los actores parecen sobreactuar, o al menos exagerar sus gestos. Es que tratándose de un país con más de 1.300 millones de habitantes que hablan más de 1600 idiomas y en su mayoría son analfabetos, esta manera de actuar permite que, a partir de gestos, se entienda la trama.

Para ver una película de Bollywood hay que hacerse tiempo, ya que en promedio, una de estas películas, supera las dos horas de duración. Eso le permite a los realizadores desarrollar la historia y poder intercalarle los distintos números musicales.

 El encanto que tienen estas películas ya llegó a Hollywood y se puede apreciar en títulos como ¿Quién quiere ser millonario?, Moulin Rouge o el final de Espejito, Espejito, (donde se homenajea a este estilo cinematografío), lo que demuestra que Hollywood todavía tiene cosas por aprender.

Además de exportar el estilo, Bollywood ha exportado actrices que han cruzado el mundo para probar suerte en Estados Unidos. Siguiendo los pasos de la preciosa Aishwarya Rai (Miss Mundo en 1994), que a mediados del 2000 participó en algunas producciones de Hollywood (fue La joven de las especias y Sonia en La Pantera Rosa 2); distintas actrices salieron de India y protagonizan películas y series. Como Priyanka Chopra (Miss Mundo 2000), quien tras ser una estrella en India fue a Hollywood para protagonizar la serie Quantico (ya lleva cuatro temporadas) y ser la villana en la versión cinematográfica de Baywatch: Guardianes de la bahía. Igual camino que Deepika Padukone, quien el año pasado fue elegida para ser la contrapartida del rudo Vin Diesel en XxX: Reactivado.

A fines del año pasado, la nueva película del realizador Sanjay Leela Bhansali (especializado en superproducciones como Ram Leela y Bajirao Mastani) generó polémica cuando un integrante del partido de gobierno, Suraj Pal Amu, ofreció una recompensa de 100 millones de rupias (cerca de 1,5 millones de dólares) a quien decapite a la actriz Deepika Padukone, protagonista del drama histórico Padmavati.

Durante el rodaje de este blockbuster de Bollywood (que tuvo una producción de 23 millones de dólares y lleva recaudados más de 62 millones), fue vandalizado por grupos hinduístas, quienes destruyeron escenarios y crearon problemas frente a los cines que proyectaban el trailer. También llamaron al boicot y lograron censurarla en algunos estados de la India.

Padmavati cuenta la historia (o más bien leyenda) de una reina de casta rajput del siglo XIII, quien se suicidó para proteger su honor y el de su familia tras la muerte de su marido, el rey Rana Ratan Singh, a manos del sultán musulmán Allaudin Khilji (interpretado por Ranveer Singh). La polémica se había producido por una supuesta escena en la que el rey musulmán sueña con conseguir el amor de la reina. Una escena que los autores y el realizador de la película dijeron (hasta el cansancio) que no se escribió ni filmó.

Fastuoso, extravagante, musical y maravilloso, el cine de Bollywood es una de esas genialidades que se pueden ver aquí solo a través de servicios de streaming. Una opción diferente que no deja de ser cine disfrutable y entretenido. Para que después no se diga que lo único que hay para ver son películas de superhéroes.