Momentos
Un repaso a tres momentos que resumen la capacidad de narrador del director estadounidense
"La patrulla infernal"
Pocas películas consiguen transmitir la necedad de la guerra y de quienes la dirigen como este alegato pacifista. Es la primera gran película de Kubrick y gran parte de su triunfo está en esta escena en las que Kirk Douglas recorre las trincheras y conduce a la batalla a un batallón asustado para valiente. La película acompaña la caminata en tiempo real y ese realismo se mantiene en la carga de la tropa, filmada con cámara en mano y vocación de documentalista.
"2001: Odisea del espacio"
Escrita a medias con Arthur C. Clarke, 2001: Odisea del Espacio sigue siendo una experiencia visual única. El comienzo, por ejemplo, en el “amanecer de la humanidad” con los primates descubriendo el monolito del conocimiento y el corte abrupto que une el resultado de eso (un hueso que es un arma) con una nave espacial al ritmo de El Danubio azul es una síntesis genial de los avances de la humanidad. Y el final sigue siendo tan inquietante como siempre.
"El resplandor"
Aunque en su superficie es una película de terror y otro intento de Kubrick de jugar con sus reglas a un género que le es ajeno, esta adaptación de la novela de Stephen King es una reflexión sobre la opresión del hombre domesticado por la familia. La escena final cuando anuncia “aquí está Johnny” con un hacha en la mano resume bastante de esa idea. Jack siente que es la familia la que le impide completar su obra. Y ella no puede salir del hogar. Y eso mete miedo.