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Una de terror con aliento clásico

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El film está escrito y dirigido por Robert Eggers. Foto: Difusión

Apesar de lo que se pueda pensar —con cierta razón— de que es un género demasiado apegado a clisés tan pero tan superados, todos los años, el terror consigue colar alguna película entre las mejores del año.

En 2015, fue Te sigue, una terrorífica alegoría sobre la juventud estadounidense postcrisis de David Robert Mitchell, uno de los mejores directores de la actualidad.

Este año, por lo visto, ese lugar le corresponde a La bruja, una original historia sobrenatural que ocurre en la Nueva Inglaterra del 1600. La dirige Robert Eggers, un debutante con un futuro promisorio en la industria. Con esta película ganó el premio a Mejor Director en el último festival de Sundance.

Porque está hablada en inglés antiguo (desde el comienzo se avisa que los diálogos son reconstruidos de documentos de la época), tener una fotografía espléndida que remite al uso de la luz (natural) de los pintores holandeses, y una importante demostración de recursos cinematrográficos, La bruja se separa de sus compañeras de estante. Por momentos, tiene más de cine europeo que de un producto de Hollywood; la puesta en escena tiene la misma carga religiosa que La palabra de Carl Theodore Dreyer, aunque no es tan estática.

Más allá de sus preciosismos visuales y la capacidad narrativa de Eggers, conviene avisar que es una película de horror hecha y derecha, que un público poco acostumbrado puede hallar demasiado incómoda.

La historia es aterradora. En un escenario familiar gracias a Las brujas de Salem o La letra escarlata, una familia ultrarreligiosa es enviada al ostracismo por la jerarquía puritana de su pueblo. Se instalan a la vera de un bosque y la desaparición de uno de los niños es sólo el comienzo de una serie de desventuras espantosas; en el bosque vive una bruja y no es una vecina amistosa.

Los sustos abundan pero no que por apelar al impacto (que parece ser el estándar industrial de estos tiempos), sino por generar un ambiente opresivo en el que flotan la culpa religiosa, el miedo hacia lo sobrenatural y la supervivencia de una familia. La música de Mark Korven y la fotografía de Jarin Blaschke hacen su aporte hacia lo siniestro.

Hay que saber descubrirla y sortear algunos golpes fuertes, pero acá hay una gran película.

Y es la promesa de saber hacia dónde va la carrera de Eggers, quien, se dice, estaría preparando una remake de Nosferatu, lo que es prometedor. Tiene el temple para hacerlo bien.

La Bruja [****]

Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Brasil, 2015. Título original: The Witch. Escrita y dirigida por Robert Eggers. Fotografía: Jarin Blaschke. Música: Mark Korven. Montaje: Louise Ford. Diseño de producción: Craig Lathrop. Diseño de vestuario: Linda Muir. Con: Anya Taylor-Joy, Ralph Ineson, Kate Dickie, Harvey Scrimshaw, Lucas Dawson, Ellie Grainger, Julian Richings. Duración: 92 minutos. Estreno: 26 de mayo.

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El film está escrito y dirigido por Robert Eggers. Foto: Difusión

CRÍTICA - CINE

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