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La 38° edición del Festival Cinematográfico Internacional del Uruguay, más conocido como el Festival de Cinemateca, cerró este fin de semana con el anuncio de las películas premiadas en las distintas secciones de la competencia que, durante dos semanas, se desarrolló en distintas salas de la ciudad.

En la sección principal, la “Competencia de largometrajes internacionales”, la ganadora fue El viaje de Lillian. Austríaca, del año pasado y dirigida por Andreas Horvath, cuenta la historia de una emigrante varada en Nueva York, que decide volver a su Rusia natal y da paso así a una singular road movie de paisajes norteamericanos.

El jurado integrado por Alicia Cano, Anthony Fletcher y Martín Sastre elogió “su impactante belleza”, “la grandeza épica de una historia sencilla, y el retrato de una mujer real” que avanza a pesar de obstáculos. El reconocimiento a mejor dirección fue para Ina Weisse por La audición.

Entre los largometrajes iberoamericanos el mejor fue el español Zumiriki, de Oskar Alegría, “por su búsqueda experimental y poética, no exenta de desmesura, a fin de rescatar un pasado y una geografía perdidos”. Así lo determinaron los jurados Gabriel Massa, Pablo Staricco y Edda Fabri.

En esta sección, el jurado en representación de la Asociación de Críticos de Cine del Uruguay (Myriam Caprile, Nicolás Lauber y Sol Bauzá) eligió a Planta Permanente, de Ezequiel Radusky. Hubo coincidencia en la mención especial a De la noche a la mañana de Manuel Ferrari.

Sister, de Svetla Tsotsorkova, se llevó el premio en la categoría “Nuevos realizadores”. For Sama, de Waad Al-Khateab y Edward Watts, fue galardonada en la sección “Cine de derechos humanos”; 100 kilos de estrellas, de Marie-Sophie Chambon fue la mejor en la competencia de cine infantil; y ganaron el corto uruguayo Resabios de Camila Souto, y el internacional Playback. Ensayo de una despedida, de Agustina Comedi.

En cuanto al voto popular, el reconocimiento fue para La vida invisible de Eurídice Gusmao, de Karim Aïnouz.