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Sensible crónica de la infancia

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Protagonista Rick Lens con problemas.

Tiene su encanto y algunas dosis de controlada emoción esta historia acerca de un niño (Rick Lens) que padece la lejanía y el frecuente malhumor de un padre (Loek Peters) que no tiene tiempo de ocuparse de él, y la total ausencia de la madre, presunta cantante "country" de permanente gira en los Estados Unidos, aunque pueda sospecharse que esa no es la verdadera explicación de por qué no está.

La soledad del niño se ve paliada de pronto por su encuentro con un pequeño cuervo que se ha caído de su nido, y del que se convierte en protector. Hay problemas, claro, porque el padre no quiere saber nada con tener animales en casa o sus alrededores, y hay que ocultar al ave. Como eventual confesora y paño del lágrimas del protagonista hay una chica algo mayor y más despierta, que lo acompaña en algunos paseos vespertinos y en el empeño en lidiar con emociones que a su edad (o a cualquier otra) no resulta fácil manejar.

Habría que matar a quien le puso a la película su título castellano, que no solamente es una cursilería sino que además no va a haber quién lo recuerde. Es más preciso aunque más enigmático el Kauwboy original, que no alude a un vaquero sino al pájaro que cumple un papel clave en la trama.

El director y colibretista holandés Koole está aquí a la altura de su segundo largo para la gran pantalla. No es un debutante, como se ha dicho en varios lados, y la crítica internacional ha elogiado su inicial Trage liefde (2007), en la que había otra historia de familia fracturada: un niño buscaba secretamente a su padre, a quien nunca había conocido y que ni siquiera sabía de su existencia. El hombre ha hecho también algún telefilm, algún documental y algún corto, cumpliendo en casi todos los casos también labores de libretista o colibretista.

Aquí se las arregla para proporcionar un film "chico" y compacto, sin alardes formales ni pretensiones de gran trascendencia, pero con un elogiable control sobre su material, una confianza en la expresión a través de la imagen, una seguridad para manejar a sus actores, en particular el pequeño y excelente Lens. Se han querido ver en su trabajo influencias del cine de los hermanos Dardenne (aunque su perspectiva es acaso menos "dramática" y más cotidiana, como de "medio tono") e incluso de Ken Loach, con cuya Kes (1969) comparte incluso una similitud de tema, aunque el británico resulte siempre más "social".

Comparaciones e influencias a un lado, hay una bienvenida dosis de calidez humana en Aprendiendo a volar, que sabe evitar la sensiblería y el golpe bajo incluso cuando la historia los habilitaba. Es casi una rareza ver una película donde los personajes parecen gente y tienen sentimientos y problemas que pueden ser también los de otra gente. El relato es ágil y fluido, hecho de planos cortos y edición veloz, aunque de pronto se frene en una foto fija o en una "cámara lenta" si lo necesita.

SABER MÁS

Aprendiendo a volar

Holanda 2012. Título original: Kauwboy. Dirección: Boudewijn Koole. Guión: Jolein Laarman, Boudewijn Koole. Fotografía: Daniël Bouquet. Música: Helge Slikke. Montaje: Gys Zevenbergen. Diseño de producción: Jorien Sont. Vestuario: Heleen Heintjes. Producción: Wilant Boekelman y Jan Van Der Zanden., para Waterland Film & TV/NTR. Intérpretes: Rick Lens, Loek Peters, Susan Radder, Cahit Ölmez, Ricky Koole

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