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Un año después de la muerte de su madre, Julie sigue triste y sin ganas de cantar. Cuando escucha el disco que tenía su madre, de una banda de los noventa cuyos miembros fallecieron en un tonto accidente, los fantasmas regresan a este mundo. Solo Julie puede verlos, aunque cuando cantan juntos se hacen visibles para todos. Conociendo el potencial de los fantasmas y con su talento, decide armar la banda Julie and the Phantoms. Muy buenas canciones y lindas actuaciones son el punto fuerte de esta serie musical de Kenny Ortega, el director de High School Musical.

No es una novedad pero se destaca en la grilla del streaming porque es uno de los grandes momentos de la filmografía del recientemente fallecido, Sean Connery. Detrás de El nombre de la rosa, claro, está la novela de Umberto Eco sobre la investigación de un crimen en una abadía que es investigado por William von Baskerville (un Connery clásico) cuyos métodos de deducción son tan modernos como efectivos. El francés Jean-Jacques Annaud consigue así, su mejor película, una historia atrapante bien contada y visualmente atractiva. Y está Connery.

¿Tiene más de 60 y anda nostalgioso? Nada mejor que Raphael. Bueno, sí es un poco exagerado, pero El golfo, una comedia musical de Vicente Escrivá, que tiene al cantante en el pináculo de su fama: tenía 27 años y era el cantor más popular de España. Y acá, en un entorno de melodrama romántico, el repertorio confirma eso: están “Ave María”, “Será Mejor”, “La Primera Piedra”, entre otros momentos inspirados de Manuel Alejandro. Hay algo kitsch, porque eso era el encanto de Raphael y una inocencia que ya no tenemos más.