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Lo que sale de la consola

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Nuevas apuestas digitales llegan a Uruguay. Foto: Difusión

Está por llegar Warcraft, en una tendencia no siempre exitosa.

Warcraft, que se estrena en Uruguay en las próximas semanas y Assassin’s Creed son las nuevas apuestas de los grandes estudios para superar la maldición de las adaptaciones de aventuras digitales.

El primer videojuego de Warcraft incluía un truco fascinante. Al teclear "Pot of Gold" (olla de oro), el usuario recibía una camionada de dinero para abastecer a sus tropas. En la vida real, tal atajo sería un sueño, aunque Hollywood ha logrado algo parecido: superhéroes y remakes llenan sus cajas igual que aquel código. Pero este año las majors han sumado otra apuesta: por primera vez se estrenan en un año cinco adaptaciones de videojuegos. Warcraft, la que está más cerca, lleva al cine la lucha entre humanos y orcos.

"Tantean si los videojuegos pueden tomar el relevo como gallina de los huevos de oro. Y viendo lo que se ha hecho hasta ahora, solo se pude mejorar", asevera José María Villalobos, periodista y autor del libro Cine y Videojuegos, un diálogo transversal. Porque, aparte de la batalla entre sus protagonistas, Warcraft afronta otra lucha titánica, como ha reconocido su director, Duncan Jones: "Hay que romper la maldición de las películas sobre videojuegos".

Las primeras críticas, sin embargo, han rebajado sus aspiraciones. "La costumbre de Hollywood de convertir los videojuegos en películas impresentables no cesa", resume Variety. En efecto, el balance de la treintena de adaptaciones estrenadas es digno de un game over. "Ninguna ha sido buena. Y ni de lejos genial", escribía Forbes en un artículo de enero de 2015 titulado "¿Por qué Hollywood sigue haciendo películas de videojuegos?".

Algunas como Príncipe de Persia: Las arenas del tiempo, Lara Croft: Tomb Raider, o este año Angry Birds, salvaron los muebles en taquilla. Pero la mayoría dejó recuerdos traumáticos hasta en sus actores, como Bob Hoskins, que consideró Super Mario Bros. lo peor de su carrera, o Rosamund Pike, que todavía se arrepiente de Doom: la puerta del infierno. Y hay otro fracaso, tal vez mayor desde el punto de vista de los estudios: ninguna película, salvo Resident Evil —va camino de la sexta entrega—, ha logrado construir una franquicia. Hitman. Agente 47 ha renacido sin éxito ya dos veces. Tomb Raider acaba de confirmar su regreso, con Alicia Vikander y una nueva trama. En general, las pocas sagas que no han muerto con el primer filme han acabado ahogándose con el segundo.

Pero, ¿por qué? "Hasta ahora se ha buscado crear un producto", afirma Villalobos. "Es difícil llevar al cine un videojuego. Por un lado, siendo una industria de sólo 40 años, no ha habido muchos intentos. Por otro, es complejo trasladar a la pantalla la interactividad, que es su clave", agrega José María Moreno, director general de la Asociación Española de Videojuegos.

El llamado décimo arte ha entrado en museos y universidades. En 2011 logró su primer Grammy (por la banda sonora de Civilization IV), pero el amor con el cine se le resiste. Y eso que en el mismo 2011 se estrenó en el festival de Tribecca, donde proyectaron secuencias de L.A. Noire.

Hay números y tendencias, igual, que sugieren un desenlace feliz. Difícilmente el cine dejará escapar a un sector que factura el doble que él y al que ya está apuntado al menos un 40% de la población, según se ve en cualquier estudio reciente.

"El problema es que todavía no se ha dado con la tecla. Los estudios solo compraban una licencia y la llevaban al cine. Pero empieza a tantearse de forma más seria, con las desarrolladoras más implicadas que nunca", asegura Villalobos. Blizzard, por ejemplo, lleva 10 años detrás de Warcraft. El filme cuenta además con el prestigio de una saga celebérrima y Jones era jugador de la serie antes que su director. Añádase un presupuesto de superproducción. Y un ejército de fans. "No es una franquicia cualquiera, sino un universo donde la gente conoce incluso las texturas de las rocas", tercia Villalobos. Su versión online, World of Warcraft, tiene hoy unos cinco millones de usuarios, pero llegó a alcanzar los 13 millones. Y ahora quiere conquistarlos en el cine.

Una larga lista de proyectos.

El videojuego tiene larga vida en el cine ya que entre rumores y confirmaciones, hay decenas de proyectos en marcha.

Para empezar, en diciembre llega Assassins Creed, con una historia distinta respecto al juego y ambientada en España, con Michael Fassbender y Marion Cotillard.

Entre los proyectos hay algunos sobre pesos pesados del videojuego, como The Last of Us, Uncharted o Mass Effect.

Hace días el presidente de Nintendo dejó caer su intención de lanzar películas de animación sobre sus personajes, y esta semana nomás, se anunció que Jake Gyllenhaal protagonizará The Division. Otras ideas, en cambio, suenan más peculiares. Como una coproducción entre China y Estados Unidos con un presupuesto de 70 millones de dólares. Será un thriller de ciencia-ficción. Y adaptará Tetris, sí Tetris, el jueguito de ladrillos que caen y caen y caen. Ponerle dramatismo a algo así, sí que va a ser uno de los milagros del cine moderno.

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