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"¿No es romántico?" es una pesadilla en tono de comedia

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Rebel Wilson y Liam Hemsworth protagonizan la comedia romántica ¿No es romántico?, ya disponible en Netflix. Foto: Difusión

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La película ¿No es romántico? ya en Netflix es una burla a las comedias románticas

Rebel Wilson y Liam Hemsworth protagonizan la comedia romántica ¿No es romántico?, ya disponible en Netflix. Foto: Difusión
Rebel Wilson y Liam Hemsworth protagonizan la comedia romántica ¿No es romántico?, ya disponible en Netflix. Foto: Difusión

Las comedias románticas tienen una fórmula muy parecida siempre, efectiva, pero que no varía demasiado. La historia de la chica que conoce a un chico y su vida cambia por completo se ha llevado a la pantalla grande (y la chica también) una infinidad de veces. De ahí la gracia de ¿No es romántico?, película que protagonizan Rebel Wilson, Adam Devine, Liam Hemsworth y Priyanka Chopra, que se estrenó en Netflix y donde esa fórmula es la excusa para burlarse, justamente, de las comedias románticas.

La siempre divertida Rebel Wilson (de la trilogía Notas perfectas y las comedias Despedida de solteras y Cómo ser soltera) interpreta a Natalie, una joven a la que conocemos cuando es niña, embobada con películas como Mujer bonita, que mira una y otra vez, pese a las críticas de su madre que le dice que eso solo le pasa a Julia Roberts.

Cuando esa niña crece se convierte en una arquitecta descreída del amor y de todo lo que enseñan estas comedias. Vive en una tugurio en Nueva York donde el olor a rata muerta perfuma el aire. Al vecino, mejor perderlo que encontrarlo. También es ninguneada en su trabajo, pisoteada por sus compañeros y frente a su escritorio tiene la gigantografía de una modelo que le recuerda, todos los días, el físico que no tiene. O sea, es la candidata ideal para un cambio de vida.

Imagen de la película ¿No es romántico?
Tráiler de la película "¿No es romántico?"

Como antes le pasaba a Julia Roberts, Reese Whiterspoon, Sandra Bullock o Jennifer López, su monóntona existencia dará un giro de 180 grados después de un accidente: con muy poco glamour, la joven se golpea la frente intentando salvarse de un ladrón en el subte y despierta en un hospital. Desde entonces nada será igual.

Sale del hospital vestida como Vivian Ward en Mujer Bonita, con el mismo vestido blanco con botones y hasta el sombrero de ala ancha, y sin entender muy bien cómo, conquista a un apuesto millonario. Su apretado monoambiente es ahora un lujoso loft, su antipático vecino es un gay deshibibido y chismoso, y en su trabajo es respetada por todos.

Así, lo que antes era gris, es color pastel, y hasta el olor de Nueva York es distinto: ahora huele a lavanda. Y recién entonces, Natalie cae en la cuenta que está metida dentro de una comedia romántica. Su peor pesadilla se convirtió en realidad.

¿No es romántico? es una comedia romántica que se aprovecha, para su beneficio, de todos los recursos del género. En definitiva, toda una ironía. Y vaya si hay ironías y referencias a conocidas películas en esta historia que escribieron Erin Cardillo, Dana Fox y Katie Silberman, tres guionistas del género) y que dirige Todd Strauss-Schulson, el de la marihuanera comedia A Very Harold & Kumar 3D Christmas.

Entre los cambios más notorios de ese nuevo mundo colorido, donde los monólogos internos cuentan los sentimientos de la protagonista, está su compañero de trabajo. El simpático Adam Devine rescata a una “Embajadora del yoga”, que es interpretada por la exMiss Mundo, Priyanka Chopra, y rápidamente comienzan una relación. Natalie también encontrará el amor en el joven galán y multimillonario Blake (Liam Hemsworth) quien caerá rendido ante ella, aunque no sepa muy bien la razón.

Si bien el argumento es similar a la comedia de Amy Schumer, Sexy por accidente, ¿No es romántico? toma un rumbo distinto, más feminista y no tan centrado en los conceptos de belleza (interior o exterior). De lo que trata es del empoderamiento de la mujer adulta, un rol que a Wilson le queda como anillo al dedo.

Y como corresponde en el género, hay tiempo para los momentos musicales, cambios de imagen, viajes hasta los Hamptons y una búsqueda, no por el amor, sino saber qué quiere esta libre e independiente mujer para sentirse realizada.

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